60 AÑOS DE STELVIN®. “No es mejor que el corcho, es igual”.
Conversamos con el director general de Amcor Capsules, dueña desde 2009 de la marca que es sinónimo de tapas de rosca para vinos premium. Yannick Magnon, estuvo en Chile para celebrar.
Un poco de historia
La aventura en la planta de producción de cierre mecánico, comenzaba en Chalon-sur-Saône (Borgoña, Francia). La empresa que fabricaba todo tipo de cierres (hojalata, latón, aluminio, etc.) en 1964 lanzaba STELCAP, una tapa de rosca larga de aluminio destinada al mercado de bebidas espirituosas. Al mismo tiempo, la empresa desarrollaba el audaz proyecto de adaptar la misma solución a los sellos para vino, una idea revolucionaria en aquella época. Habían sido varios años de experimentación técnica en la Facultad de Enología de Dijon, Instituto Universitario de la Viña y del Vino Jules Guyot.
El 3 de abril de 1968, ante un alguacil y en presencia de prestigiosos sommeliers y críticos, 12 botellas de Mouton-Cadet procedentes de los viñedos del Barón Philippe de Rothschild fueron depositadas en la bodega del restaurante parisino la Tour d’Argent: 6 Botellas de ellas, con cierre tradicional de corcho y 6 botellas con tapa rosca, re-bautizadas entonces como STELCAP-Vin. Un año más tarde, el 21 de abril de 1969, tras una cata comparativa a ciegas llevada a cabo por un comité de expertos del mundo del vino, se dió el veredicto: la calidad de conservación del vino con tapas de rosca era equivalente a las de corcho.
Hoy, se reconoce que las tapas de rosca Stelvin® proporcionan un sellado hermético, lo que ayuda a preservar la frescura y los aromas del vino, evitando la oxidación. Y al ser producidas de manera uniforme, garantizan una calidad constante en el sellado. Son fáciles de abrir y cerrar, y ofrecen eliminar el riesgo de TCA (tricloroanisol) que puede afectar a los corchos naturales y causar el conocido «defecto del corcho». Además, actualmente muchas tapas Stelvin están hechas de materiales reciclables, lo que puede ser un punto a favor para los productores que buscan opciones más sostenibles.
Los 60 años de Stelvin®
Para la celebración de los 60 años de Stelvin en Chile (con su propia fábrica de cápsulas en el mercado nacional desde el año 2003) realizó un evento junto a sus clientes en Vista Santiago. Para la ocasión el sommelier Ricardo Grellet dirigió la cata de un Riesling Cuvée Albert 2016 de Alsacia versus mismo vino 2022, de la bodega Albert Mann. Un blanco certificado orgánico y biodinámico a un valor de 45 euros, el que mostró su perfecta evolución en botella, sellado con Stelvin en ambas añadas.
Para la ocasión visitó Chile Yannick Magnon, director general de Amcor Capsules (en la foto), empresa dueña de la marca Stelvin desde 2009. Conversamos con él para saber de la tapa de rosca hoy, 20 años después de mi primer reportaje sobre ellas, titulado, con mucho sarcasmo “Tapa con la Rosca”.
Cumplen 60 años, pero el éxito no fue inmediato. ¿Quiénes fueron los primeros en atreverse a usar la tapa de rosca en sus vinos?
Entonces fue en Suiza, los viñateros tenían un problema con una uva, una uva que se llama Chasselas. La que no se llevaba bien con el corcho natural. Entonces intentaban encontrar una solución en términos de evolución del vino y se decidieron por Stelvin. Pero eso se quedó en Europa. El cambio de juego mundial fue en Australia y Nueva Zelanda a finales de los años 90, cuando el éxito comenzó a moverse.
¿Por qué empieza el boom en Australia y Nueva Zelandia?
Había una escasez de corchos. No era suficiente y la calidad era mala. Así que, eventualmente, tuvieron que encontrar una solución. Hicieron pruebas, encontraron que funcionaba bien y comenzaron. Alrededor del 90% del vino en esa región están sellados actualmente con tapas de rosca. Luego los británicos empezaron a decir que había que usarlas. En Europa también comenzó a crecer bien. Desde finales de los 90, cada año, las tapas de rosca están progresando. Hoy, estimamos en Europa que alrededor del 27% del vino está sellado con tapas de rosca, principalmente blanco y rosado. En América del Norte, está más cerca del 35, 40% del vino que son con tapas de rosca. Y la tendencia, cada año, aumenta un poco. En Chile empezamos en 2003, más o menos al mismo tiempo que Norteamérica.
Si la tecnología de la tapa de la rosca se desarrolló en los 60 años, pero la explosión de los Screwcaps Stelvin fue a finales de los 90, de vendía la empresa entre tanto. Son 30 años. ¿Cuál fue el negocio principal?
Progresivamente algunas bodegas se estaban adoptando, pero eso fue muy lento porque los consumidores no estaban listos. Producíamos entre tanto cápsulas. Todas las cápsulas. Estábamos también vendiendo las tapas de rosca a licores. Todos los tipos de licores y todavía las vendemos. Hoy nuestra mayoría es vino. Un tercio es tapas para licores: ginebra, vodka, tequila… Si las bodegas prefieren corcho, lo respetamos y podemos proporcionarles cápsulas. Las cápsulas para vinos premium son de estaño, luego puedes tener aluminio y también una mezcla de aluminio y plástico. El vino muy barato usa solo plástico, pero nosotros no las hacemos. Hacemos de estaño, aluminio, o aluminio y plástico. Así que eso es parte de nuestro negocio.
Recuerdo, en medio del boom, en el 2000 se empezaron a desarrollar tapas de rosca para vinos tintos, pensando que entrara a la botella algo de oxígeno, y pudiera haber evolución. ¿Qué pasó con esa innovación?
Una tapa de rosca no es solo aluminio. Tenemos dentro, lo que llamamos un liner que regula la permeabilidad, la transmisión de oxígeno. Así que dependiendo del tipo de vino: rosado, blanco, tinto fuerte, tinto ligero, tinto afrutado, puedes elegir un liner diferente. Así que puedes tener una tapa de rosca que sea adecuada para tu vino. Desde el exterior, sigue siendo la misma tapa de rosca, pero por dentro no. El liner es diferente.
¿Cómo es el liner?
El liner es un pequeño disco que permite que el oxígeno pase (ver foto). Tiene un milímetro de espesor.
¿Es más o menos grueso según el tipo de vino?
No, porque si es más grueso puedes tener filtraciones. Así que lo que cambia es la densidad. Normalmente la gente no sabe que hay un liner. En licores, como vodka, tequila, no hay necesidad de liner, porque los licores no envejecen, pero el vino sí. Así que necesitas medir o controlar la transmisión. El liner fue siempre parte de la invención de Stelvin. Y lo que hemos desarrollado es un portafolio de liners. Así que cada vez más hemos desarrollado tipos adicionales para satisfacer las necesidades de todos.
Se hicieron investigaciones para demostrar la eficiencia. ¿Eso marcó un cambio?
Sí, algunos vinos, incluso en los 70′ hicieron comparaciones. Hicieron pruebas a ciegas y sí, era lo mismo. Tienes bodegas en Estados Unidos que ofrecen a sus clientes una botella con tapa de rosca y una botella con corcho. Es solo para cambiar la percepción de los consumidores de que, al final, la calidad es la misma. Tal vez no mejor, pero la misma. Creo que la única cosa donde el corcho puede ser mejor es para los vinos que necesitas guardar 20 años. Pero si miras la industria del vino, el 90% del vino se consume en los primeros años.
Nadie tiene paciencia…
Algunos… en las celebraciones abrimos una buena botella de vino con guarda, pero si miramos el volumen total del vino, es solo una porción muy pequeña.
Ante la tendencia actual de mayor consumo de blancos y rosado, podría ser un muy buen momento para la tapa de rosca.
Es un buen momento también por el cambio generacional y la forma en que las personas quieren consumir vino. La nueva generación busca conveniencia, así que les gusta abrir fácilmente una botella de vino. Y cuando abren una, la beben normalmente de una sola vez. Hay mucho vino blanco, mucho rosado, y las tapas de rosca cumplen con muchas de esas demandas porque son simples. Puedes abrirlos, volver a cerrarlos, mantenerlos verticales, así es que hay mucha conveniencia. A la nueva generación se suman las mujeres. En todas las encuestas, dicen que les gustan más las tapas de rosca que el corcho. Así es que sí, creo que sí, el momento es positivo porque la nueva generación y las mujeres están impulsando las ventas de vinos blancos y rosados.
Interesante el cambio. Al principio, recuerdo se hablaba de lo práctico que era para las personas que vivían solas y querían preservar el vino una vez abierto en el refrigerador, además de ser fácil de abrir.
Sí, y creo que la imagen de Screwcap está cambiando progresivamente. En Europa, en América del Norte, era visto como un vino barato. Hoy que no se trata de la calidad del vino, se trata realmente de la experiencia del consumidor.
Dato de utilidad pública en su destape:
¿Cómo destapar una botella sellada con tapa de rosca? En los inicios había que gira la tapa y sostener firmemente la botella. Actualmente la orden es al revés: girar la botella y sostener firmemente la tapa, hasta escuchar el ¡click!
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