La destacada enóloga de los vinos Águila, Pellines, Lomas, El Litre y Ciprés , vuelve a sus inicios, donde fue pasante. Ahora con la mirada y experiencia de seguir siendo dueña de su propio proyecto.

La noticia de que Ana María Cumsille se integrará cómo enóloga a la consolidada Viña Carmen desde noviembre 2023, ha dado la vuelta en RRSS y solo recibe aplausos. Más que merecidos.

Con una larga trayectoria, la enóloga ha estado dando de qué hablar los últimos tres años con sus propios vinos; los que llevan su nombre y apellido.

Sabíamos que Ana María buscaba volver al día a día en una bodega, porque le encanta estar a cargo de todo lo que implica,  y aunque cueste reconocerlo, siempre es más difícil económicamente la independencia. Sí estaba feliz con la trascendencia de su proyecto personal, después de más de dos décadas de experiencia en el mundo del vino.

Por eso, la primera pregunta que todos nos hacemos con este nuevo reto, es si va poder seguir haciendo sus fantásticos vinos del Itata, para los cuales compra uva a pequeños productores. Algo que no nos deja claro en el comunicado de prensa de la viña.

“Me llamaron con esa idea, cuenta Cumsille.  Asumieron, me imagino,  que yo era con el proyecto. Tampoco hubiera estado dispuesta a dejarlo. Le tengo tanto cariño a lo que hago en Itata, me gusta hacerlos y me ha ido bien…  Si me hubiera llegado esta oportunidad hace dos o tres años, si no lo hubiera tenido consolidado como lo tengo hoy, tal vez lo hubiera dejado, pero hoy no. Las asesorías sí las dejo. Voy a tener que tener un tiempo de transición».

Ana María se refiere a sus asesorías en Viñas Santa Cruz y Piedras Sagrada. “A pesar de que me gustan e hicimos cosas entretenidas después de 5 años en Santa Cruz especialmente,  no es lo mismo. Profesionalmente me gusta más estar a cargo del día a día”.

Su nuevo Centro de operaciones será Viña Carmen, en Alto Jahuel, y su mayor reto, tal como dice el comunicado de prensa: «continuar potenciando el legado enológico, al mismo tiempo de aportar con una mirada innovadora».

“Cuando me entrevistó Baltazar Sánchez, me dijo: queremos que Carmen sea reconocida como la viña innovadora, de alta calidad, que ya lo son, pero sí seguir avanzado en la innovación. A ellos le gustó lo que hice con mi proyecto, y como dentro del grupo la viña es innovadora, quieren darle más potencial en esa línea…  Lo que siento con Carmen es que une los dos mundos que yo tengo: por un lado la experiencia en Viña Altaïr con vinos de alta gama y por otro, todo lo innovador de Itata que va con su línea de vinos D.O. Se nota, agrega,  que es una nueva época, porque antes, estando dentro de una viña era muy difícil tener un proyecto personal, y que ahora contraten que a alguien que ya lo tiene, es toda una apertura”.

Lo simpático, dice Cumsille, es que «en 1997 hice en la Viña Carmen, con Álvaro Espinoza como enólogo en jefe, una pasantía. Tomaba las densidades, hacía remontajes, y fue una super buena experiencia. Entonces venía saliendo de la universidad, por eso es divertido volver a trabajar ahí.  Más, con toda la experiencia que he sumado. A parte de tener tu proyecto, el ser dueño también te da otra mirada; una mirada más aterrizada a la realidad que cuando actuamos sólo como enólogos».

Cumsille seguirá vinificando las uvas que compra a pequeños viñateros del Itata en Viña Santa Berta, en Chillán.

“Probablemente voy a tener que trabajar más con mi jefe de bodega allá, es mi persona de confianza. Pero Carmen seguirá haciendo vinos de Itata, así que habrá sinergia en los viajes, además de seguir descubriendo otras cosas».

Cumsille sabe que las viñas hermanas Carmen y Santa Rita, tienen equipos de trabajo, independientes enológicamente, pero hay una suerte de sinergia,  que degustan juntos. “Son técnicamente separados pero colaborativos. Lo que se agradece porque siempre uno necesita el feed back. Por cierto -agrega la nueva enóloga de Viña Carmen- es la primera  vez que llego a una bodega funcionando. Siempre partí armando el proyecto. Lo hice al llegar a Indómita en el valle de Casablanca, al llegar a Altaïr en el Cachapoal, igual al llegar a Cucha Cucha en el Itata – dónde se le tomó la foto que acompaña está nota-. Nunca había llegado a una viña ya armada, donde no hay que introducir una nueva marca”.

¿La veremos detrás del mesón de sus vinos Pellines, Lomas, El Litre, Águila,  Ciprés y Lomas, como hasta ahora?

“No lo quiero descuidar, ir a las ferias que voy es importante para mi, por lo que igual voy a estar. Ahora exporto a Estados Unidos y voy a partir pronto con Brasil. Probablemente no vaya a crecer como tenía pensado, he buscado un socio para poder hacerlo, pero es imposible no estar, así es que lo haré sin descuidar la nueva responsabilidad en Carmen”.

No, nos hemos olvidado de Emily Faulconer, a quien reemplaza Ana María en Viña Carmen. Emily, desde mediados de septiembre 2023, es la nueva directora enológica del Grupo Viñedos Familia Chadwick (VFCH), bajo cuyo alero están las viñas Seña, Chadwick, Errazuriz, Arboleda y Caliterra. Dentro del nuevo organigrama, tras la salida de Francisco Baettig,  Emily será la responsable directa de los vinos de Viña Seña y Chadwick. De ella y sus nuevos retos, les contaremos más muy pronto.