CONTRA EL DILEMA DE LOS ANISOLES O DEFECTO DEL CORCHO EN EL SIGLO XXI
Conversamos con Felipe Fellay, gerente general de Industria Corchera, sobre las dos nuevas tecnologías presentadas en el mundo y Chile, por su socio portugués AMORIM. Ambas, con el objetivo de eliminar el TCA.
A dónde se ha ido el romanticismo del vino, da para preguntarse cuando sabemos que el 55% de los vinos chilenos que hoy están en el mercado mundial, fueron tapados con la tapa de rosca o screw cap, y 45% con corchos naturales y técnicos. Para saber cómo, por qué y hacia dónde vamos en cuanto a sellos para vinos se refiere, conversamos con Felipe Fellay, gerente general de Industria Corchera, empresa líder en la industria nacional en la venta de corchos para botellas de vino (con una participación del 60% en la boca corcho). Ello, justo cuando AMORIM, su socio portugués, acaba de lanzar al mercado su más moderna tecnología asociada a los corchos naturales y tapones técnicos (aglomerados de polvo de corcho).
¿Cuándo y porqué empieza a ser un problema en el vino y en la industria del corcho los anisoles (*) o el llamado defecto del corcho?
La época exacta la desconozco. Yo ingresé a la industria del vino en el año 2000 y desde mi punto de vista, el problema lo empezamos a notar en Chile en forma insipiente ese mismo año, para ir tomando mayor interés en los años 2002-2003. Entonces, de anisoles se sabía muy poco. El seminario que organizamos el año 2002 junto con Amorim, el cual nos permitió traer a Pascal Chatonnet para poder explicar las diferencias entre lo que era TCA y TBA, permitió que la industria nacional empezara a especializarse en este tema. Pascal, de alguna manera, sembró por todo el mundo, no sólo en Chile, la atención en estas dos moléculas, las que desde el punto de vista degustativo son muy similares y muy difícil de identificar cuál es cuál; entendiendo que el TCA proviene del corcho, no así el TBA. Por ejemplo, un vino afectado por TCA o TBA en el rango de detección por un consumidor promedio de 3 a 4 ngr/lts se hace muy difícil, por no decir imposible, diferenciarlos… En estos 20 años que llevo en la industria nos hemos encontrado con tres peacks de TCA, el primero en 2002-2003.
¿Se sabe por qué se han dado esos peacks?
Agradezco la pregunta, porque hoy sí se puede entender mejor. Todo ha evolucionado. Te pongo un ejemplo: si antiguamente el riego tecnificado en la agricultura no existía, y era por surco, hoy es impensado que no tengan riego tecnificado. Entonces, desde ese punto de vista, en el mundo del corcho, y en el caso particular de Amorim, han venido desarrollando un trabajo de catastro en estos 20 años de los diferentes bosques que existen en Portugal y el mundo.
Es lo mismo cuando una viña tiene un campo de 100 hectáreas, pero su vino ícono viene del cuartel X, que es de sólo 5 hectáreas, para su gran vino, porque su suelo es especial. Amorim trabaja con más de 20 cromatógrafos 24/7 en sus plantas, y no compra materia prima sin antes analizarla. Esto no quiere decir que la materia prima no tenga un cierto grado o porcentaje de anisoles; lo que quiere decir es que conoce la eficiencia de su tecnología, su capacidad de erradicar a través de los diferentes procesos en su fabricación, como cocimientos, vaporización de planchas, Sistema ROSA… Todo, para poder ofrecer un producto cada vez más seguro.
Entonces… el anisol proviene de los mismos árboles, del mismo bosque…
Exacto. Pero gracias al avance en I+D impulsado en el grupo AMORIM ha sido posible mejorar y erradicar prácticas en los bosques que aumentaban la incidencia del TCA… Pascal no sólo vino a explicar que existía la molécula del TCA y TBA, sino a explicar también qué las bodegas podrían estar contaminadas. Y eso tenía que ver con los productos que se utilizaban antiguamente en las maderas como retardarte de fuego, en base a penta clorofenol. Las vigas de las estructuras se pintaban con este compuesto y se gatillaba el TBA por la acumulación en el ambiente y exceso de humedad en el suelo. Hubo bodegas que tuvieron que sacar tierra y reponer con cemento, o arenar todas sus estructuras de madera y epoxicarlas para poder eliminar el TBA.
Recuerdo que todos los años cuando Pascal Chatonnet venía a Chile, terminaba con un seminario técnico analizando aleatoriamente cien vinos del mercado, los que compraba en el supermercado. Me puedo equivocar en algunas cifras, pero un año era el 86%, otro el 92%, y otro el 89% entre los vinos se encontraba con presencia de TBA. En el caso del TCA nunca superó el 3% de contaminación. Te estoy hablando que también había vinos sellados con tapa de rosca en estos estudios. En los años siguientes, hubo laboratorios locales que realizaron un levantamiento de información muy potente, sumando alrededor de 100 bodegas en Chile.
¿Chatonnet se instala en Chile? ¿Por qué?
Él arma un laboratorio (Laboratorio Excell) para servicio y hacer check list de diferentes productos; barricas, corcho e instalaciones de las bodegas. Todo, con la idea de hacernos ver que había que cuidar los insumos, e infraestructura, porque si no íbamos a terminar con problemas mayores. Con esta conciencia creada los clientes empiezan a exigir: “yo quiero corchos con análisis de anisol”. Y de alguna manera, los proveedores tuvimos que adaptarnos a esta necesidad, con el propósito de ofrecer un mejor producto y servicio. En ese entonces teníamos que financiar nosotros el análisis de anisoles a los clientes, para tener un corcho certificado. ¿Qué significó eso? Un costo importante para los proveedores; algunos estuvimos dispuestos a asumirlo, y en este camino el Grupo Amorim/ICSA ve estas inquietudes y necesidades y decide incorporar esta tecnología en sus procesos. Esto se tradujo en poder contar con materia prima analizada desde Amorim. Recuerdo que evaluamos tener un cromatógrafo propio en Industria Corchera, pero finalmente se desechó porque Amorim decide realizarlo en origen. Me puedo equivocar en la fecha, creo que en el 2012 todas nuestras importaciones empiezan a llegar con análisis de anisoles desde Amorim. Por lo tanto, nos acercamos a los clientes y les hicimos ver que contábamos con productos con certificado de TCA. La industria lo aceptó y tomó muy bien. Ahora, una cosa te lleva a la otra, en la constante búsqueda para mejorar el producto Amorim en estos 20 años ha invertido más 50 millones de euros, entre tecnología, infraestructura y maquinaria.
«Hoy la tapa de rosca tiene una participación importante en los vinos de exportación: hablamos de 55% para tapas de rosca y 45% para los corchos».
En 2002 ¿ya habían surgido como alternativas el tapón sintético y la tapa de rosca, o no?
El tapón plástico entre 2005/2006 ya presentaba síntomas de inconformidad en la industria; recuerdo que en el seminario con Chatonnet el 2002, demostró que había vinos contaminados con TCA y TBA con ese tipo de cierre; considerando que el plástico es una fuente importante de retención de estas moléculas que se pueden encontrar en el ambiente. La tapa de rosca aparece el 2007, o un poco antes en un par de viñas puntuales. Tal como pasó con el sintético en Inglaterra, el primer posicionamiento de la tapa de rosca fue también en UK para seguir en Japón y después fuertemente en Australia. Todo esto, parte pensando en vinos blancos, que representan aproximadamente el 30% de nuestras cepas en Chile. Luego, por un tema de costo y rotación, se empiezan a evaluar también en algunas cepas tintas. Hoy la tapa de rosca tiene una participación importante en los vinos de exportación: hablamos de 55% para tapas de rosca y 45% para los corchos. Pero de alguna manera las tapas roscas se tienden a encasillar en un segmento de bajo rango de precio de venta. Porque siendo una válida opción de tapado, se asocian a bueno bonito y barato. En el caso de los vinos de alta gama, se sigue privilegiando el corcho natural. El único tema, ha sido: ¿cómo abordamos el talón de Aquiles del corcho, el TCA anisol?
Pensando en ello, hace cinco años realizamos el lanzamiento de la nueva tecnología del grupo AMORIM en Chile. NDtech diseñada actualmente para los corchos de alta gama Flor, Extra y Super. Esta consiste en un análisis individual de cromatografía gaseosa; tecnología que tiene un costo que cualquier vino premium puede absorber. El proceso es increíble, el corcho lo toma un brazo robótico y lo introduce en la máquina (cromatógrafo) y en 18 segundos detecta si tiene presencia o no de TCA. Si no hay TCA detectable, el corcho queda aprobado. No hay cantidad mínima, si necesitas 500 corchos o 100 mil con esta tecnología se los entregamos al cliente con una garantía del 99,9%, no cuantificable, no detectable.
¿Por qué no supimos de esta tecnología en su minuto? ¿O no se hizo suficiente ruido?
La verdad es que hicimos su lanzamiento y fue muy bien dirigido. Cuando lo hicimos el 2015 en el Casino Monticello, un lugar accesible desde diferentes valles, tuvimos una asistencia extraordinaria. Fueron más de 160 personas y 75 viñas, toda la gente muy contenta. Pero paradójicamente al acercarnos a los clientes les pareció cara la tecnología, y se dilató en el tiempo la intención de compra. Hubo sí, un grupo puntual de viñas que se lo empezó a plantear y a tomar en serio, porque tuvieron TCA en sus vinos de alta gama, y al final se decidieron a usarla. En paralelo, tuvimos que hacer un segundo seminario (2017), para potenciarla, mientras en Europa esta tecnología no paraba. Un dato: mientras en Chile se vendían 120.000 tapones NDtech, en Argentina ya se vendían un millón.
¿Cuál esa diferencia de precio que hace a NDtech caro para los productores de vino chilenos?
Lo caro es relativo, sale aproximadamente $100 pesos por corcho; lo que en un vino de alta gama sobre los $CLP 20.000 o más la botella, se paga sólo con el hecho de eliminar este problema. Lo irónico de esto, fue que cuando nos acercamos a algunos clientes con esta tecnología, decían que en realidad no tenían muchos problemas de TCA. Pero eso no era real… Hoy vemos más de 27 viñas y 34 vinos de alta gama utilizando NDtech.
¿Cómo es que empiezan a ganar fuerza los llamados tapones técnicos o aglomerados libres de TCA?
Toman fuerza porque de alguna manera la industria llevaba un tiempo haciéndonos ver que necesitábamos llegar con una solución definitiva. De esta manera se desarrollan las tecnologías para erradicar anisoles en los corchos técnicos. La razón es que en este tipo de corcho, cuya materia prima es grano, es relativamente más fácil volatilizar el anisol que en un corcho natural. Es así es como aparece en el mercado la primera la opción. Hoy lo más interesante con el lanzamiento de Xpür es que ya no hay sólo una alternativa. La idea es ofrecer un nuevo producto y ser una opción más para las viñas, apostando por una solución amigable con el medioambiente compuesta en un 80% por grano de corcho, y estamos confiados que el producto y el tiempo nos darán la razón.
Hoy, entonces, podemos decir que tenemos todas las opciones que requieren nuestros clientes brindando dos alternativas de corchos técnicos que garantizan individualmente TCA no detectable: TwinTop EVO y Neutrocork Xpür. Más, otras dos soluciones en corchos naturales: NDtech con las características ya mencionas y conocidas en la industria después de estos últimos tres años, y Naturity, que viene a marcar la diferencia con un antes y un después, permitiendo ofrecer un producto más seguro que mejora el estándar de la industria como nunca se había logrado antes, apuntando a dejar en el pasado los problemas de gusto a corcho.
Para aclarar: las tecnologías Naturity y Xpür tienen que ver con el control de presión, vapor y temperatura en la erradicación del anisol; debido a que según los estudios, el TCA volatiliza entre los 60 y 63°C. Claramente, estas tecnologías tomaron su tiempo y desarrollo para lograr la erradicación del TCA. En ambas tecnologías logramos conservar las propiedades físico mecánicas del corcho, y ese es el otro gran acierto de Naturity y Xpür.
Todo esto es una ventaja para la industria, que demanda nuevos productos y debe diversificar el riesgo. Especialmente ahora con todo lo que estamos viviendo lamentablemente con el COVID-19 y lo difícil que ha sido poder coordinar y traer insumos importados a Chile.
La nueva tecnología, es más económica que NDtech imagino…
Son conceptos diferentes, pero ambos apuntan al mismo objetivo. La diferencia es que Naturity y XPür no tienen costo adicional para el cliente. Si el cliente nos compra un tapón de 140 euros, va a valer lo mismo. Estas dos tecnologías no encarecen su costo. Ejemplo: tengo un auto con air bag y sin air bag al mismo costo, tú decides qué auto quieres. Es decir: te estoy entregando por el mismo precio de antes un producto más seguro. La diferencia de NDtech es que sí tiene costo dado el tipo de tecnología, inversión y garantía individual que ésta con lleva.
Toda la industria debió haber hecho lo mismo, no?…
Sin duda se han hecho esfuerzos, pero aún falta a mi entender. El resto está trabajando en encontrar soluciones y me imagino que van por buen camino, pero si no estamos todos con el mismo Norte, esto significara que algunos podrán quedar en el camino. Seguiremos invirtiendo en I+D porque estamos convencidos de que ese es el futuro del corcho. Ese camino se traduce en los dos lanzamientos en el mundo del tapón natural: con Naturity, un producto con un nivel de seguridad de un 99% de eficiencia en la erradicación del TCA superficial y el otro en los corchos técnicos con Xpür, logrando una garantía individual y seguridad de 0,3 ng/ltrs.
Cómo es que yo productor de vino, me atrevería a probar algo nuevo, me refiero a una nueva tecnología, si mi producción que va a salir al mercado no es un experimento.
Eso es justamente los desafíos que buscamos, darles la tranquilidad a los clientes, porque Amorim es el líder mundial en I+D aplicada al corcho estos últimos 20 años. No estamos probando al azar. Cada una de nuestras tecnológicas han sido ya debidamente testeadas, validadas y patentadas. Quiere decir que cuando lanzamos un producto, está garantizada su funcionalidad.
Déjame agregar, que es importante entender y reconocer que no existe una solución única para tapar un vino; lo importante es saber y conocer las cualidades y limitaciones de todas las opciones de tapado. Recomendar a nuestros clientes, lo adecuado para cada caso, es nuestro objetivo.
(*) anisoles: moléculas de olor mohoso que se forman por la modificación del núcleo (anisol) de una estructura química metoxibencil, debido a la presencia de átomos de cloro o de bromo. Más conocidos son los cloroanisoles (TCA) y bromoanisoles (TBA), muy presentes en la naturaleza y en especial en el entorno vinícola. Son un potencial contaminante sensorial para sus productos.
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