Nuestra consultora de bares, Alessandra Lanzarini nos lleva de viaje por el perfect service del Pisco Sour.

Recién estaba aguachándome queriendo quedar bien cómoda en el asientito loungie de moda en el bar de moda, redundando, cuando de repente, cual trueno se me aparece una gran sonrisa desde arriba, atrás y a la izquierda, grato, el gato de Cheshire según mi mente…

-Hola que tal, le ofrezco algo para tomar?

– Hola, si gracias, un Pisco sour porfa, ¿cómo los hacen acá?

– Puede ser Nacional o Peruano

– ¿Cuál me recomiendas? (1)

– El Nacional es con Pisco chileno y el peruano con pisco peruano…

Cri cri….

No sé bien cómo lograba hablar sin dejar de sonreír.

Una buena actitud vale más que mil palabras

Démosle una oportunidad…

Mi mente again

– ¿Cuál me recomiendas? (2)

– El Catedral, lo piden harto, viene en la copa grande…. (*)

– Es como un Pisco sour doble, o más?

– Más grande, viene en un copón grande

– ¿Nacional?

– Si, puede ser un catedral nacional.

– Nacional pero normal porfa.

Sentí que algo se craquelaba más desde sus ojos que de la sonrisa, por qué qué asombrosa capacidad de mantenerla incólume pese a la frustración de su plan de venta … Osom!

Lo entendí…

También estuve en su lugar, su misma pega, la reina de la bandeja.

«Antiguos espíritus de los maitres hoteleros de antaño, del afrancesamiento y protocolo, impecable blanco, gueridon y cristalería infranqueable, emerjan desde las catacumbas de Le Cordón Bleu, háganse presente…

(Acá el o la elegida recibe todos los poderes, casi siempre involucrando rayos, luces, remolinos, explosiones y el correspondiente cambio de ropa, como Jem o He Man)

¡¡Orientación de servicio ven a mi!!

Y no sé muy bien por qué después de unos giros me hallo derecha con las manos en la espalda en una camisa perfectamente blanca y tiesa, el pelo se retrae, alisa y recoje sin frizz, piocha y zapatos negros resplandecientes, descorchador, encendedor y lápiz en bolsillo, sonrisa y actitud, de 23.

Pero nooo porfa no empieces, ¡ya?

A lo lejos me pareció oír desde la galería

Lo siento.

Lo tienes o no.

«Un gran poder conlleva una gran responsabilidad»

Puedo entender la espectacularidad de un copón repleto de pisco sour versus una copita del porte de un maní, que, responsablemente puedo decir, cualquier  cristianos se zampa en tres vueltas quedando más corto que conforme.

Me parece demasiado atractiva la santísima diversidad volumétrica ofertada como así su escalada creativa;

el Catedral, el Vaticano, el Imperial, el Obi Wan Kenobi… e in crescendo.

Un relámpago me transportó de nuevo al barrio República, cuando el cambio de milenio era una promesa y las piscolas de litro contraatacaban a peso de huevo.

Que miedo

Y volvemos´.

Súper fácil

Un pisco sour debe estar frío y bien cocteleado, o sea, lo más probable es que me tome el Catedral pero en tres sours normales, recién hechos.

Como decía mi abuelita, lo bueno viene en frasco chico.

-Un pisco sour nacional normal para usted entonces?

– Si por favor, algún pisco que me recomiendes?(3) Uno con doble destilación?

Cri cri….

Notando la incomodidad detrás de la sonrisa opte por hacerla fácil

– El de la casa entonces, seco por favor- Busqué sus ojos para confirmar la recepción del mensaje

– Seco – repitió

– Seco – repetí – Muchas gracias –

Cruzando los dedos aguanté la eterna espera, me apareció más larga que el Cid Campeador en castellano antiguo, y  con un poco de sustito…

De reojo lo vi venir desde la barra, la verdad es que a primera vista supe que no era, no quería caer en el vicio del prejuicio, pero algo sabemos de bares, piscosagueres y ya de lejos parecía bien masomenos.

Otra más de las razones para no casarse con un catedral..

Y llega la sonrisa con su bandeja y mi pisco sour.

Sé que algo de diálogo hubo, no recuerdo bien, solo la sensación de urgencia, en verdad necesitaba probarlo, confirmar o embadurnarme en la culpa por prejuiciosa y mala onda.

-¡Gracias!

Dije, atragantándome con un particular mix de ansiedad, duda vs certeza y la catarata de saliva que aguaba mi boca a destajo por todas las anteriores y todas las ganas de la verdad.

Acerté, lamentablemente

Tal cual, dulce y cabezón.

Again

Mi Pisco sour sabía a drama y dificultad  por que como le hago la pregunta sin dejar la cagà…

Como Américo, a morir

– Disculpe, cuál es su nombre

Preguntando repleta de amabilidad al hombre detrás de la sonrisa de gato de Cheshire

– Wenceslao

(Kajakkjsskakk por dentro)

–  Un gusto Wenceslao, mi nombre es Salamandra, le puedo hacer una pregunta?

–  Si claro, dígame

–  ¿Qué es para usted un pisco sour seco?

–  Más cabezón, con más trago

Respondió obviamente

– … Súper, muchas gracias Wenceslao, muy amable.

Tan pronto se fue me acerqué con mi trago a la barra a pedir que lo ajustara por favor, sin color, con delicadeza y total discreción.

Y debo decir, dejando sobre la mesa un tema de discordia.

Aunque me seduce de sobremanera la espectacularidad casi pornográfica del Catedral, uno como experto debe tener la capacidad de diferenciar los gustos personales con productos comercialmente aceptados e integrados en la cultura popular, sin embargo,

el formato clásico para el pisco sour debería ser una copa de no más de 200cc.

O sea somos honestos, probablemente te sientas obligado a pedir un segundo, un tercero, otras bebidas, comida o lo que se te antoje y la gran certeza que aquel pisco sour siempre estará frío, fresco y rico.

En pro de un buen servicio y mejor experiencia.

Tal vez son más vueltas, pero como dicen, las vueltas son las que dejan.

Esta columna va dedicada a todos los bartender que reciben de regreso  Catedrales a la mitad decantados, tibios y traslúcidos con la instrucción de coctelear, enfriar, cambiar de copa y despachar de nuevo.

¿Qué quiere decir «Seco»?

El término seco hace referencia a la cantidad de azúcar que contiene un cóctel, vino o licor.

Un cóctel seco tiene menos azúcar que la receta original, lo que no implica una carga alcohólica mayor, sin embargo, esta se hace más notoria al tener menor dulzor.

Un licor con menos de 12% de azúcar, hablamos de un licor extra seco. Si el porcentaje de azúcar es mayor y se encuentra entre un 12 y un 20% de azúcar y, de la misma forma, su graduación alcohólica está entre un 20 y un 25%, hablamos de un licor seco.