CÓDIGO SUSTENTABILIDAD PASA A SIGUIENTE ETAPA
El renovado Museo Casa Colorada, en pleno centro de la ciudad de Santiago, fue el escenario para presentar el nuevo logo del Código de Sustentabilidad del Consorcio I+D Vinos de Chile – Corfo, junto con la presentación de una nueva etapa.
El evento realizado en conjunto con la Municipalidad de Santiago y con el apoyo de Corfo + Vinos de Chile, incorporó el reconocimiento de Santiago de Chile como ciudad Capital de la Vid y el Vino dentro de la red de capitales de la OIV.
A la jornada asistieron entre diversas personalidades del rubro vitivinícola, la alcaldesa de Santiago Irací Hassler, y la directora regional de Corfo Metropolitano Gloria Moya. La actividad fue presidida por Mario Pablo Silva, presidente del Consorcio I+D Vinos de Chile. Patricio Parra, gerente del consorcio, por su parte, estuvo a cargo de la presentación del proyecto en su nuevo alcance.
La alcaldesa de Santiago Irací Hassler, destacó la realización de este evento desde un importante patrimonio de la ciudad de Santiago y también de nuestro país; cuya apertura prometen será en agosto próximo. «Creo_dijo_ es clave el desarrollo que ha tenido el vino en Chile, también muy vinculado a un proceso de sustentabilidad, a un desarrollo que permita que las futuras generaciones también puedan disfrutar como nosotros y nosotras. Y en ello, sé que la alianza con Corfo ha sido clave. Estamos en un momento de reactivación económica de la Comuna de Santiago, y nos enorgullece que sea justamente ella reconocida como sede del vino en nuestro país, así que les damos la más cordial bienvenida a todos y todas. La invitación es a seguir aportando al desarrollo económico de la Comuna de Santiago, a su patrimonio, a su historia, a su identidad y sin duda a la construcción de futuro».
Por su parte, Gloria Moya, directora regional de Corfo destacó: “Estamos celebrando este nuevo estatus de Santiago como ciudad OIV, lo que permite también retener en los territorios el valor que se genera desde la industria. Entonces tenemos el mejor de los mundos», explicó. «La industria conversa con los desafíos que tenemos por delante como país, como humanidad, pero también hace posible retener en el territorio ese valor que se genera”.
Mario Pablo Silva por su parte dijo: “Hoy estamos en el centro de Santiago, el corazón de nuestro país, donde hay una vorágine inmensa… Yo estuve el día sábado en la casita de un señor que hacía chupallas… en una casita perdido en el medio de la nada, en San Pedro de Alcántara, ese señor no está metido en la vorágine de Santiago, ese señor necesita que el país crezca, que el país tenga imagen, para que a él, con sus 2,5 hectáreas de uva País, se las puedan comprar y él pueda seguir subsistiendo y trabajando también en sus manzanos y haciendo chupallas… Nosotros ya llevamos muchos años en el proyecto, junto con la Corfo, que nos ha apoyado siempre en términos de los recursos. Ojalá puedan venir más recursos, porque no existe mejor alianza que la alianza público-privada para desarrollar los proyectos de innovación y desarrollo. Porque cuando los negocios o las cosas no están bien como le está pasando hoy día a la industria del vino tenemos este apoyo. Hagamos un esfuerzo conjunto y sigamos en este proceso”.
Patricio Parra, en tanto, abogó por el valor de la asociatividad. “Sin la asociatividad es imposible lograr cosas importantes, y eso incluye no solamente las viñas, los gremios, la gente, el sector público y privado, nuestra relación público-privada que ha sido realmente virtuosa. Que ha ido más allá de los límites de nuestro país, una gobernanza sólida con un directorio y con una serie de comités. También, con un equipo fabuloso que aprovecho de darle las gracias también porque es un mismo equipo con el que llevamos trabajando más de 12 años. Eso también habla de que es un trabajo en conjunto con el que hemos sabido mirar no solamente qué pasa a nivel nacional… También cuando tuvimos los incendios, tuvimos apoyo de universidades de Australia, Estados Unidos… y Francia por el curso de Ampelografía y eso también habla de una mirada que nos permite también tener una cierta antena tecnológica, pero también estar conectado con lo que pasa a nivel global».
Después, agregó Parra, «es un alcance transversal, porque nosotros somos el brazo técnico del vino, de la asociación, nos involucramos, no trabajamos para una viña, dos, ni tres, ni cuatro ni siquiera diez… Trabajamos en temas que son de largo plazo, que tienen un riesgo tecnológico, que involucran a todos e incluso para quienes no son socios. Trabajamos para el sector del vino… Acabamos de certificar productores en el Valle de Itata, vamos a instalar también allá una estación meteorológica. Por lo tanto, cuando vemos al vino como un todo».
(*) El saludo de John Barker / director general de la OIV.
Desde Dijon, el director del organismo internacional John Barker, dijo en su mensaje virtual: “Sé que el sector vitivinícola chileno tiene un compromiso sincero y de larga data con la sustentabilidad. Es muy alentador ver que este trabajo entra en una nueva fase porque la sostenibilidad es más importante y más urgente que nunca para el vino y el sector vitivinícola. Primero, porque los impactos del cambio climático nos muestran muy vívidamente la necesidad esencial de reducir nuestro impacto ambiental. En segundo lugar, porque vemos cada vez más claramente que la sostenibilidad social y económica del sector está indisolublemente ligada a su sostenibilidad medioambiental. Y tercero, porque el mercado así lo exige. Los consumidores de vino como producto discrecional e incluso de lujo quieren saber que no contribuyen a generar impactos negativos”.
Baker aprovechó la oportunidad para recodar que la OIV también viene trabajando en materia de sostenibilidad desde la adopción de la resolución sobre la definición de sostenibilidad en 2004, y trabajo en el que Chile ha sido parte. “En 2002 la OIV dio un importante paso adelante con la adopción de la Guía OIV para la implementación de principios de viticultura sostenible. Esta resolución práctica proporciona recomendaciones prácticas que abarcan aspectos ambientales, sociales y económicos. Hoy, aquí, 20 años después de nuestra resolución inicial, está claro que la sostenibilidad no es sólo un concepto, sino un valor fundamental para el crecimiento de nuestro sector».
Por otro lado, destacó Baker a propósito de Santiago como nueva capital de la Vid y el Vino OIV: «En el marco de las celebraciones del centenario de la OIV, hemos relanzado la Red Internacional de Ciudades de la Viña y el Vino, creada por primera vez en 1987. Esta red tiene como objetivo reconocer las ciudades que han desempeñado un papel significativo en la historia de la OIV. La ciudad de Santiago de Chile es una de esas ciudades… Están previstos otros eventos, que van desde seminarios y cursos, hasta un concurso de fotografía en torno a la sostenibilidad, pasando por la creación de un vino especial centenario. El punto culminante de nuestro año llegará en octubre, cuando seremos anfitriones de una reunión de los Ministros de Agricultura de los 50 países miembros de la OIV. Paralelamente, celebraremos el 45º Congreso Mundial del Vino y la OIV en Dijon, Francia, y lanzaremos nuestro nuevo plan estratégico. Nuestro próximo plan estratégico para el período 2025 a 2029 seguirá apoyando la sostenibilidad como piedra angular de nuestra organización y del vino y del sector vitivinícola en su conjunto».
¿Qué es el Código de Sustentabilidad del Consorcio I+D de Vinos de Chile – Corfo
Cabe destacar que el Código de Sustentabilidad del Consorcio I+D Vinos de Chile – Corfo cumple 13 años desde su primera versión y certificación oficial, aunque el trabajo de diseño del estándar y el sistema de certificación comenzó mucho antes. Según contara el mismo Mario Pablo Silva, sus inicios fueron en Colchagua, cuando la Universidad de Talca buscaba evaluar para un proyecto regional varios factores de sustentabilidad en viñedos. Fue «gracias» a que el proyecto no fue aprobado en la instancia regional, que el mismo Silva (entonces directivo de Vinos de Chile y miembro de la Asociación Viñas de Colchagua) ofreció el proyecto para convertirlo en lo que es hoy: un código país con cerca de 90 viñas nacionales adscritas voluntariamente. Si bien el proyecto comenzó con alcances solo en viñedos, hoy la gestión técnica sustentable de los viñedos (área verde), la bodega y la planta de embotellado (área roja), la parte social que incluye la seguridad y las condiciones de los trabajadores, las comunidades cercanas y la responsabilidad con los clientes, entre otros aspectos (área naranja). Además, hace algunos años se lanzó la cuarta área de cuarta área de Enoturismo Sostenible (área morada).
Lo que viene para el Código de Sustentabilidad
Según pudo explicar Parra en el evento, esta nueva etapa 5.0 del Consorcio recoge dos de los pilares fundamentales de los proyectos anteriores: «Uno, es un sistema de mejoramiento de la calidad del viñedo que tiene que ver con la sostenibilidad económica, porque siempre habla de la sostenibilidad más ambiental y social, pero partir con buen material sanitario es vital. Después, nuestro Código de Sustentabilidad en un proyecto en conjunto con la Universidad Católica, trabajará sobre control de oído». Otro proyecto, tiene que ver con el cambio climático y agricultura regenerativa. Algo en lo que ya es está trabajando desde el año pasado.
Además, el proyecto buscará consolidar y aumentar el Impacto positivo Social del código. «La versión actual, explicó Parra, tiene una versión mucho más inclusiva, y gracias a eso, fuimos capaces de certificar pequeños productores de Itata, lo que con las versiones anteriores no hubiera sido posible».
El rol de la CORFO
La directora programas y consorcios tecnológicos de Corfo, Macarena Aljaro recordó en la ocasión que Corfo, organismo del estado de Chile que este año cumple 85 años, es una entidad que viene trabajando desde un terremoto. «Se crea para poder generar estos servicios públicos que en ese momento no existían. Y, desde ahí, destacar que más del 50% de las empresas que se transan en Bolsa hoy día en Chile son empresas que nacieron al alero de Corfo… Parte de su rol es poder adelantarse y poder reconocer los desafíos a tiempo y los ejes transversales… y no solo los temas de sostenibilidad, por lo que hoy día ustedes han visto, sino también a nivel de género, de desarrollo territorial y que esta industria es una estampa”.
Lo hemos hablado con Vinos de Chile, dijo Aljaro: ¿Por qué el Código de Sustentabilidad no puede ser replicado en otro sector? ¿Por qué ha tenido tan buen resultado a nivel de la industria vitivinícola? ¿Por qué en sí, el Código no se vuelve también una distinción para otros sectores?
Sugerencia al que Parra respondió: ”El código más que un estándar, es una herramienta de transferencia tecnológica para nosotros, esto también nos ha dado muy buen resultado. Yo no sé si es transferible a otros gremios, pero cada proyecto que nosotros desarrollamos independiente de su naturaleza contribuye a mejorar los requisitos del Código de Sustentabilidad. Esto está basado en la ciencia y al ponerlo ahí con 90 viñas certificadas, que representan más del 80% de las exportaciones de vinos embotellados, nos permite que este estándar funcione como una guía en temas de sustentabilidad basado en los resultados de nuestros proyectos”.
Mario Pablo Silva agregó sobre los resultados del Código hasta ahora: “Lo primero: Esto no es para vender más. Al principio se veía para las viñas como un tema comercial… Hoy día es un tema que tiene que estar, es un tema que es parte del sistema de vida y parte de cómo nosotros queremos mirar el futuro. Lo segundo: es un cambio de mentalidad absoluta en todo ámbito de las personas que trabajan en el área agrícola y en las viñas. Yo lo veo en el caso nuestro: cuando partimos hablando del tema sustentabilidad el año 2008-2009, nos miraban como que estuviéramos hablando de temas como de la NASA. Estábamos todo el día encima de la gente… Eso ya no existe. Hoy día hay una conciencia de las personas que trabajan en la viña, de que tienen que trabajar en forma sustentable y seguir las guías…. Porque ya es un tema de vida hacia el futuro y de cómo sus hijos y sus familias van a vivir en este mundo”.
Silva destacó a su vez: “nosotros como país, invertimos un quinto de lo que invierten nuestros competidores en términos de promoción de nuestros vinos a nivel internacional. Entonces, con los pocos recursos que tenemos y con los esfuerzos que se hacen, la idea es poder promocionar nuestra categoría de vinos premium para que de esa manera, como paraguas, también influya al resto de los vinos. Y siempre, en cualquier categoría de vinos, Chile va a tener una relación precio-calidad muy muy importante. En esa estrategia de promoción con cuatro pilares estratégicos, uno de ellos es la sustentabilidad, que es clave en el desarrollo futuro de la industria del vino y de nuestra calidad».
Silva destacó además, junto a la presentación del nuevo logo del Código el mejor uso del espacio dentro de las etiquetas de los vinos chilenos. Ello, pensado en poder poner junto con la nueva cantidad de información reglamentaría que exigirá la nueva ley en Chile que comienza a regir en los próximos días.
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Un comentario
05 de julio de 2024 – Reporte de Prensa dijo:
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