Estudios solicitados por Amorim, la mayor corchera del mundo, revelan que el uso de este material es una gran herramienta en favor de la producción sostenible de vino.

Buenas noticias para Amorim, el mayor fabricante mundial de cierres de micro aglomerados y corchos naturales del mundo. Estudios realizados en los últimos años y recién publicados, revelan que la cantidad de CO2 absorbida por sus bosques de alcornoques, es tan alta que no sólo los mismos corchos poseen huella positiva; sino que además, si se suma y resta, tienen la capacidad de anular las huella negativa de las botellas de vidrio que sellan. No las más exageradamente pesadas, por supuesto.

Las noticias más recientes sobre este tema, llegaron de la mano del estudio realizado durante varios años por PricewaterhouseCoopers (PWC) y que pudo confirmar que su tapón más vendido, el Neutrocork ahora mejorado con la tecnología XPür, en realidad retiene más carbono del que libera durante su producción.

Como se indicó en el informe de PWC, la huella de carbono de Neutrocork, calculada de acuerdo con un enfoque de ciclo de vida, dio como resultado un balance de carbono con un impacto ambiental positivo, con una huella de -1.8 g de CO2e por tapón.

Pero hay más. Al considerar el secuestro de carbono únicamente en el bosque de alcornoques asociados a la producción de corcho, los resultados son significativamente mejores, correspondientes a -392 g de CO2e por tapón, según el documento.

PWC tomó en cuenta para esta investigación todos los aspectos de la producción de los corchos de Amorim, incluidas las emisiones relacionadas con los materiales de entrada, la producción total de energía, los materiales de embalaje y el transporte.

A su vez, otra investigación de Ernst & Young, que buscaba evaluar el ciclo de vida de los corchos Amorim, demostró que un tapón de corcho retiene suficiente carbono como para compensar la cantidad liberada durante la producción de una botella de vidrio para vino.

Para ser más precisos, el estudio de Ernst & Young determinó que un tapón de corcho natural captura hasta 309 g de CO2, mientras que un tapón de vino espumoso puede retener aún más a 562 g, debido a la mayor cantidad de corcho utilizado en su producción.

Para Amorim, todo lo anterior significa que los cierres de corcho pueden compensar la huella de carbono de las botellas de vidrio; las que liberan entre 300-500 g de CO2 en promedio durante la producción. Dependiendo, por supuesto, de su peso.

Este dato, complementario, se basa en un estudio de Smyth & Russell, el cual estima que se liberan aproximadamente 400 g de CO2 por botella de vidrio de 75 cl producida.

Según datos de Amorim, en ambas investigaciones solicitadas, se estudiaron diferentes etapas del ciclo de vida bajo un enfoque de la cuna a la puerta. Los procesos incluyeron actividades de manejo forestal, etapas de tratamiento del corcho, incluido el transporte desde el bosque, y la producción, acabado y envasado de tapones de corcho natural.

Para una comparación justa con estudios previos, también se incluyó la distribución del producto desde Portugal al Reino Unido, junto con información adicional sobre el secuestro de carbono de los alcornocales. Se evaluaron los impactos relacionados con la producción y el consumo de materias primas, más las emisiones del proceso de energía, el consumo de agua, la producción de residuos y el transporte en cada etapa. Todos los cuales, se consideran categorías típicamente utilizadas en productos de corcho.

Como resultado de todas estas investigaciones, el productor de corcho más grande del mundo, recuerda a la industria del vino que los cierres de corcho son un gran aliado en la búsqueda de la sostenibilidad del planeta.

Amorim es el mayor fabricante mundial de cierres de micro aglomerados, y actualmente produce 1.200 millones de tapones Neutrocork por año, los que a partir de este 2021 serán mejorados gracias a la tecnología Xpür.

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