VIÑA LAS CINCO HERMANAS, EL SUEÑO DE UN PADRE
Las hermanas Marchant-Ruiz Tagle con viñedos en Cabildo, Valle de Aconcagua, ya tienen su primer vino en el mercado. Es la mezcla tinta Río Lua.
María Valentina, María José, María Ignacia, Patricia y Teresita son las protagonistas de la Viña Las Cinco Hermanas. Un proyecto boutique que nació a partir de cinco hectáreas de viñedos en Cabildo, Valle de Aconcagua, y que fueron plantados en 2016 gracias a la pasión por el vino de su padre. Pasión que a su vez nació del abuelo, de la familia Marchant-Hurtado con viñedos en Casablanca. Y es por eso que allí mismo, camino a Algarrobo, es donde hoy Las Cinco Hermanas elaboran sus vinos.
Pero volvamos a Cabildo (comuna del mismo nombre en la región de Valparaíso), donde están los viñedos de las Marchant, y que plató su padre Leonardo en busca de una actividad agrícola más sostenible que los paltos. Ello, en una zona con problemas de agua, por culpa de los paltos; y que según cuentan las hermanas fue una zona viñatera antes que de huertos de paltos. De aquí nace el primer vino de Viña Las Cinco Hermanas; el cual justamente gracias al vital Río La Ligua, que cruza el valle, se llama Río Lua (Ligua en mapudungún).
De la cosecha 2018, primera del proyecto, Río Lua es mezcla de cinco variedades; cierto, que sean cinco no es casualidad y los porcentajes de la mezcla tampoco, ya que en esos porcentajes aproximados también están plantadas cada cepa.
Río Lua 2018 es una mezcla de Cabernet Sauvignon en un 57%, Cabernet Franc en 19%, Merlot 18%, Syrah 4% y Garnacha 2%.
Detrás de la elaboración del vino está una gran mujer del vino chileno, Irene Paiva (productora de I Latina), quien nos dicen las hermanas, es la cabeza que mueve los hilos de esta mezcla que tuvo 14 meses de guarda en maderas, entre nuevas y usadas, francesas y americanas.
De botella pesada, y etiqueta de lujo pensada para el mercado asiático, Río Lua 2018 recorre la boca con la misma prestancia y peso de su empaque. Sus uvas tintas maduras nos hablan de ese origen en un Aconcagua cálido (no costero, como nos menciona la etiqueta); y sus notas dulces en nariz y boca, nos hablan del paso por 14 meses en maderas finas. Hay fuerza aquí, también mucha fruta, y por $14.900 sin duda es un tinto de estilo maduro de gran precio calidad. Atentos a precios venta directa por caja. @lascincohermanas_wines
Tenían por dónde, por supuesto, pero llama la atención la pasión que ya se siente entre las cinco hermanas por este su proyecto de vida. Porque si bien todas empujan la esencia, y todas tienen tatuado el logo de la viña en sus brazos, de a poco también van asumiendo responsabilidades concretas. la mayor, María Valentina (cientista familiar) está a cargo de las exportaciones; María José, abogada y Diplomada del Vino de la PUC, es el vínculo con la bodega y asesores, y participa en las mezclas; María Ignacia, la ingeniera comercial es claramente la vocera y está cargo de números; Patricia, estudiante aún de Diseño, se encarga de las gráficas del proyecto, incluso la de los dos nuevos vinos que vienen pronto. Y Teresita, la más chica, paciencia… recién salió del colegio.
Paciencia, también porque los viñedos de Cabildo que aún son jóvenes, y sus más grandes vinos de seguro están aún por venir.
No podemos dejar de mencionar lo bien asesoradas que ha dejado su padre a Las Cinco Hermanas. No sólo Paiva es parte del equipo enológico, también está Diego Nicolás, quien sigue los vinos en el día a día en bodega, y quien está ya a cargo del primer espumante que se viene, con uvas del campo familiar en Casablanca. Pero además, está el gran Roberto Pizarro, como asesor vitícola, quien les enseña que la calidad nace en el campo.
Para descorchar ahora Río Lua 2018 prefieran una tarde fresca, o refresquen su botella, y acompañen junto a un corte de carne jugoso, sin más que sal y pimienta. Si son veganos (como el vino, aunque no tiene el sello oficial), acompañen con vegetales grillados.
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