CARMENÈRE, LOS MEJORES RELACIÓN PRECIO/CALIDAD
Fuimos al supermercado por 15 vinos de Carmenère entre $2.500 y $4.500. Seleccionamos a ciegas los cinco mejores para brindar por su día, 22 años ya después de su redescubrimiento en el viñedo de Chile. Sumamos además otros cinco Carmenère imperdibles para bolsillos más agrandados.
Ya lo dijimos, le gusta el campo chileno, y es caprichosa. A nosotros nos gusta su fruta negra, carácter especiado y el hecho de que se deja beber sin complicaciones. Tal como son los cinco vinos de Carmenère que más nos gustaron de un total de 15, entre los $2.500 y 4.500. Todos sabrosos por su sensación jugosa y amable en boca, para disfrutar junto a la cocina casera, de sabores suaves. Bien pueden además acompañar tablas de quesos y charcutería, comida thai de picor medio, o las primeras carnes e interiores de cualquier asado a la parrilla.
Si bien no encontramos las notas verdes, de pimiento verde o pirasinas (notas verdes) que solían distinguirlos en sus primeros años, dejamos de lado en nuestra selección aquellos con el aporte de maderas alternativas demasiado obvias e invasivas, con intensas notas de clavo de olor, o demasiado cálidos en boca y dejos amargos. No parece ser casualidad que los valles de Maipo, Cachapoal y Colchagua, por sobre el gran Valle Central, lograron destacarse. Atentos al dato. Sírvanlos, sobre todo en estos días de calor que se avecinan, frescos, entre 14 y 16°C. Eso sí, no busquen aquí, por estos precios, complejidad, ni grandes bocas, sino todo lo contrario.
LOS MEJORES ENTRE $2.500 y $4.500
Ventisquero Reserva Alma de los Andes Carmenère 2015, Colchagua. Todo es liviano en este tinto ligero, desde su color hasta su paso por la boca. Igualmente sutiles son sus notas a frutas negras maduras y dejos florales. Un Carmenère muy austero, sin mayor pretensión que ser fácil de beber sin dejar de ser sabroso. Un vino para la sed.
Santa Carolina Estrella de Oro Carmenère 2015, Cachapoal. De precioso color carmín, con notas a frutas negras, maduras, y toques a especias dulces. De cuerpo medio a ligero, taninos suaves pero firmes. Un Carmenère ni muy ligero, ni muy carnoso, de equilibrio perfecto entre sus partes, para acompañar cocina chilena casera, como el charquicán, la cazuela de ave o res, y el pastel de choclo o papa.
La Rosa La Palma Carmenère Reserva 2015, Cachapoal. Destacan las notas a chocolate amargo en nariz, las mismas que luego aparecen en boca, junto a un cuerpo medio, muy suave, de final dulce. Cremoso y especiado en boca, una combinación que se deja beber muy fácil. Para la empanada de pino, también para la más sofisticada que lleva carne mechada.
Casa Rivas Reserva Carmenère 2014, Maipo. Sus dos años de guarda le han hecho bien, es el más complejo en nariz y con mayor cuerpo del grupo. Aquí hay fruta madura en nariz, junto a una sabrosa nota herbal que recuerda a la albahaca. Persistente, jugoso, muy sabroso. Para los cortes de res más grasos y más esperados del asado.
El Aromo Reserva Privada Carmenère 2013, Maule. Es el más viejo del grupo, también el más ahumado, con su boca cremosa, pulida, llena de frutos rojos bien maduros. Su rica acidez final, levanta todo el conjunto, muy armónico y bien parado tras tres años de guarda. Una joyita en su categoría de precio.
NUESTROS FAVORITOS PARA BOLSILLOS MAS AGRANDADOS
Carmen Gran Reserva Gran Vidure –Cabernet Sauvignon 2014, Maipo ($6.990, en supermercados). Es el histórico, el primer Carmenère de Chile, hecho entonces por Álvaro Espinoza, con Cabernet Sauvignon en su mezcla. Si hubiera sido entonces (el año 1995) un mal vino, seguro la historia del Carmenère hubiera sido otra. Hoy lo hace el enólogo Sebastián Labbé, y tiene con la ayuda del Cabernet más fuerza que todos los aquí descritos. Sin duda, se ha modernizado, sin perder su carácter. También es el más negro y profundo. Tal vez, en nariz, el más Carmenère de todos, por sus especiadas notas de pimiento rojo. Todo, sumado a ese tanino dulce, que da la cepa que hoy celebramos.
Casa Silva Carmenère Gran Reserva de los Andes 2013, Colchagua ($7.500, La Cav). Hablar de Carmenère sin hablar de Casa Silva sería una injusticia, porque han hecho muy bien la pega. Sus Carmenère, en toda su gama de precios tienen fruta negra, jugosa, madura. Hasta llegar a la máxima expresión con su ícono Microterroir. Este Gran Reserva es todo eso, sin más pretensión que ser un rico tinto.
Siegel Single Vineyard Carmenère 2014, Colchagua ($10.900, supermercados Jumbo). Encanta su nariz llena de frutos negros y toques especiados, a chocolate amargo, pero sobre todo su boca, aterciopelada, cremosa, de taninos muy suaves. Un vino que se deja beber, también largo y persistente.
Las Vascos Gran Reserve Carmenère 2014, Colchagua ($11.900 en tiendas El Mundo del Vino). Tenía que ser sobresaliente el vino para que los dueños de esta viña de capital francés, decidieran hacen un Carmenère. Claramente no le tenían fé. De este vino encantan sus frutas negras maduras, que llenan la boca con suavidad y dejan un final largo, persistente. También hay un sutil dejo especiado, a notas herbales, y ese taninos dulces, suave de Colchagua, que es tan fácil de beber.
Arte Sano Carmenère 2014, Cachapoal ($12.500 al teléfono 09-8414434). Podríamos decir que es un vino de autor. Su productor y hacedor es Patricio Letelier, dueño de un viejo campo de Carmenère en Quinta de Tilcoco, Cachapoal. Todo el proceso de elaboración lo hace a mano, bajo su mirada y cuidados. Una joyita, que muestra la pureza de la fruta en su origen preciso, para mostrar su lado más suave y jugoso. Atentos a su particular botella que parece un porfiado.
Casa Bauzá Presumido 2014, Maipo ($13.900 en La Vinoteca). Dejó la grande al ganar el mejor Carmenère del concurso Catad’Or Santiago 2016, sin siquiera haber salido al mercado. Bien ganado. Viene del Maipo Norte, de un campo ubicado a la salida de Santiago, por la autopista 5 Norte. Aquí hay calor sin duda, y poca agua. En resumen: rendimientos bajos, pero también no sé cómo elegancia. Porque sobre todo, en presumido hay frutas rojas, austeridad y elegancia.