Magda Saleh, nueva colaboradora de WiP salió de su casa en el Sur en busca de pequeños productores vino que están le están dando nuevas miradas al vino chileno. En esta caso, con el acento francés artesanal.

Es un día cualquiera de la semana en el sur de Chile, aunque en realidad, no es uno cualquiera. Es inicios de primavera, y desde la ciudad de Puerto Varas, donde vivo hace ya casi una década, sólo me toma hora y media a velocidad permitida llegar hasta Río Bueno. El corto viaje pasa mucho más rápido acompañada de mi música favorita y disfrutando del paisaje de la ruta, con sus curvas de césped, árboles centenarios y animales pastando entre el verde fosforescente. Mi destino en Río Bueno es la propiedad de los hermanos Porte, donde tienen viñedos y bodega.

Al llegar me recibió Heloise, franco-chilena hija de uno de los hermanos Porte. Para la bienvenida hicimos una exquisita caminata, acompañadas por golondrinas, el llamado pajarito come tocino y gorriones juguetones.

El campo de esta familia tiene apenas tres hectáreas con viñedos  plantados desde el año 2000, principalmente con la cepa tinta Pinot Noir. Su enólogo, al igual que todo el acento que aquí se respira, es francés. Se llama Cuentin Javoy y es de familia con tradiciones vitivinícolas. Cuentin (pronúnciese Cattán) se dedicó a recorrer un poco el mundo buscando un destino que lo apasionara y donde pudiera desarrollar la agricultura y filosofía biodinámica. En ese camino en 2008 llegó al proyecto de los hermanos Porte.

Cuentin no estaba esta vez, pero igual probamos los vinos de la casa, en su cosecha actual 2020 directo de las barricas. Con una  producción muy limitada, de apenas de unos 5.000 litros. Y es que aquí todo es a mano. Incluyendo la cosecha con la ayuda de estudiantes de enología franceses, además de la familia completa. Porque esta es una familia y un enólogo que disfrutan hacer vinos a una escala artesanal. Heloise me cuenta que todos ponen las manos en las uvas, las que una vez en la bodega se maceran unas tres semanas en cubas de madera de roble de 400 litros. La prensa que utilizan también es manual al más estilo tradicional.

Con sus apenas 12ºA el Pinot Noir Coteaux de Trumao 2020 aún está en barricas. Es un vino liviano  y fresco, fiel reflejo de su hermoso y patagónico origen. Lleno de fruta roja muy delicada, cerezas, frutillas, junto a una boca fresca con exquisita y justa acidez. Además de unos taninos en equilibrio con el resto del junto.

Este un vino que deberá estar al menos un año entero más en barrica para luego ser embotellado y guardado otro año más en botella. Hoy su liviandad me invita a beberlo a 15ºC en compañía de quesos y charcutería sureña. El vino destacará y de paso, los llevará de viaje por bello paisaje sureño.

A la venta actualmente está su versión 2019, la que se puede encontrar a la venta a través de Edwards Fines Wines o Juan Ernesto Jaeger en su sitio vino naturales y prontamente a través de la página web www.coteauxdetrumao.cl. Precio $22.000.

En la bodega también probé su vino blanco, llamado Trumao: un ensamblaje de Chardonnay, Viognier, Sauvignon Blanc, Sauvignon Gris y Pinot Gris. Cosecha 2019 sin filtrar, es un blanco que siguiendo la filosofía artesanal de la casa. Lleno de aromas florales; es una explosión deliciosa en boca. De fruta expresiva y toque graso en boca. Tan suave al paladar que lo imaginé disfrutando en una tarde de terrazas con amigos, junto a un picoteo primaveral. Ojalá en el mismo lugar, lo que será posible pronto porque Heloise me prometió que tomará las riendas del enoturismo de la bodega. La idea, es disfrutar de pequeños recorridos y degustaciones de vinos junto a ella, una excelente anfitriona. Así es que los que vivan en la zona de Osorno y tengan pensado visitar sus alrededores, ya saben, deben visitar esta bodega francesa, a pequeña escala, recargada de pasión sureña y llena de aire fresco.

Datos para contacto: @coteauxdetrumao

Sobre la autora de la nota. Magda Saleh es Sommelier profesional, graduada en el 2007 por la Escuela de Sommeliers de Chile. Fue head sommelier del Hotel Ritz Carlton Santiago, del 2006 al 2008. Luego, por varios años fue embajadora de la Viña Veramonte viajando constantemente a Estados Unidos para promocionar el vino chileno entre distribuidores, restaurantes y ferias. Para perfeccionar su profesión, viajó a Londres donde trabajó por tres años como asistente de  sommelier del MS Mathieu Longuere en restaurant La Trompette con una estrella Michellin. En Londres cursó además el nivel Advance de WSET y trabajó en el hotel boutique “The Westbury” en el barrio de Mayfair. Al volver a Chile en 2011, Magda se radicó en Puerto Varas donde comenzó su propio restaurante “La Jardinera» junto a su marido el año 2013. Bajo un concepto relajado, de comida de temporada y con una carta de vinos llena de pequeños productores de vinos chilenos, La Jardinera es aún el único restaurante de Puerto Varas que cuenta con sommelier para que el vino sea siempre protagonista.

Si esta nota de WiP.cl u otras de nuestra autoría te han sido de utilidad e interés, te invitamos a apoyar este proyecto de prensa de vinos independiente, el primero y único de Sudamérica auspiciado por sus lectores, no por bodegas. Porque para seguir siendo independientes y seguir hablando de vinos como sólo nosotros podemos hacerlo, necesitamos de tu apoyo. Puedes aportar con lo que puedas, desde $1.000o suscribirte y recibir la tarjeta de #SuscriptorWiP con la cual tendrás acceso a descuentos en catas y eventos relacionados con el vino por 12 meses, por apenas $19.900 al año (no por mes).Renuevas tu suscripción anual sólo por $16.500.

Tenemos seis ojos detrás de cada nota, de todas maneras si encuentras algún error de información o redacción por favor hacérnoslo saber a contact@wip.cl