GRAFFITI & WINE O GRAFFITI + AMIGUIS
Maximiliano Mills, nuestro columnista de película y autor de Valparahitos cuenta lo que fue desde su mirada el festival anunciado por Wines of Chile el jueves pasado. Un sábado, que dice, será recordado como negro en su querida ciudad con vista al mar.
El fin de semana del 17 de noviembre de 2018 se suponía de gran colorido para la ciudad pero ahora será recordado como «el Valparaíso Negro»: primero se supo del crucero que debió irse a San Antonio porque los estibadores en huelga se negaron a recibirlo; segundo, los dueños del restorán Barbones, quienes habían resucitado el desaparecido barrio de calle Serrano por la explosión de gas el año 2007, anunciaron el cierre del local. Tercero, en la fiesta cultural anunciada apenas días antes por Wines of Chile, solo tuvieron acceso los Santiaguinos e invitados extranjeros.
Si bien la sección noticias de WiP había informado del evento, terminando con la frase «están todos invitados» la realidad fue otra: hubo ausencia de información en el sitio web del organizador «Wines of Chile» (Asociación Gremial con sede en Alonso de Córdova, Santiago) o en sus redes sociales.
Fui a desayunar a uno de los «hoteles oficiales», esperando conocer y compartir con algunas de las supuestas estrellas mundiales del graffiti-muralista o conocer a uno de los reputados enólogos de las 17 viñas participantes, pero el ambiente aquí era fantasmagórico, sin artistas ni viñateros para dialogar. El otro hotel oficial tenía acceso restringido y más se asemejaba a un Búnker que a la sede de un festival de arte popular, concebido por y para los ciudadanos de Valparaíso.
En la subida Baquedano ya se podía ver algunos de los afamados artistas internacionales con disparejos y desinformados avances sobre sus obras. A lo largo de la calle no se colocó ningún cartel del evento, con información elemental como; Artista: XXX / País: YYY / Título: ZZZ / Viña: KKK / Enólogo: WWW. Más bien parecían pintores de brocha gorda realizando un pituto de fin de semana. No hubo colaboradores a lo largo de subida Baquedano entregando volantes que le explicaran al vecindario de qué se trataba este «Festival de Arte». Mucho menos hubo un mapa mostrando la ubicación de cada uno de los 17 murales a lo largo y ancho del Cerro Mariposas… La difusión del evento obviamente fue inexistente. ¿Habrá sido mucho trabajo para Wines of Chile mandar a hacer algo más para comunicar la idea?
El punto más bajo se pudo apreciar durante la tarde, cuando ya era evidente la no participación de los porteños en este festival artístico abierto a la ciudad (Sic). Incluso hay un video en Instagram filmado por Matt Wilson – uno de los fotógrafos oficiales invitados a #WineAndArt – donde baja en auto por subida Baquedano mostrando a los muralistas pintando… No se ve a nadie en la calle mirando o participando. La mejor prueba de que nadie supo o a nadie invitaron de Valparaíso.
Muy triste… y para ser un día sábado con la tarde libre tampoco ningún niño o curso de colegio o escuela de arte de Valparaíso fueron invitados para observar y aprender. Egoísmo que da vergüenza comparado con los grandes y generosos pintores que ha tenido Valparaíso a través de sus casi 500 años de historia: como Thomas Sommerscales, Renzo «Lukas» Pecchenino y «Loro Coirón».
La idea original definitivamente era atractiva e innovadora pero #WinesOfChile terminó organizando algo cerrado, solo para sus miembros e invitados internacionales: un aperitivo de vinos con vista al mar dónde palmotearse la espalda unos a otros y con la excusa de que «alguien pintara unos muros». Los que, quizás, algún día lleguen a vestir la botella de uno de sus vinos.
No puedo dejar de realizar una comparación con la apertura este año del fantástico restorán «Tres Peces» en el Cerro Alegre: a los pocos días cerraron la calle para ofrecer un almuerzo a sus vecinos y la comunidad porteña. Su Chef y cocineros compartieron con todos los que llegaron. Que gran diferencia con la siutiquería de #WineAndArt» -es tan horrible el Castellano que no se pudo llamar «Vino y Arte»? – donde con algo de suerte era posible divisar durante la fiesta de clausura algunos de los ahora desconocidos enólogos, chefs o pintores asistentes – allá arriba – en la terraza de un hotel.
Total ausencia de contacto e interacción con el habitante del puerto. ¿Imagino cuánta frustración deben haber sentido los excluídos estudiantes de Arte en Valparaíso?
Este no fue un festival de arte abierto al público. Mucho menos una fiesta que motivara el nacimiento de futuros artistas o un epicentro cultural. Esta fue una élite vinculada al vino inventándose una excusa para «ir un fin de semana al puerto». Y si César Ritz decía que «los hoteles son los salones de un país», los que participaron ni siquiera pueden concebir tal generosidad. Después, estos son los mismos iluminados que tratan de «acercar» el vino a la gente y se quejan de cómo baja su consumo en Chile.
Domingo en la noche, buscando en televisión la cobertura de tan «magno evento», solo Tvn-24 Horas hizo un reportaje pero focalizado en el «ambiente machista» que existe entre los grafiteros, destacando a las 4 mujeres que participaron. ¡Nada, nada sobre el vino! Ni sobre la génesis de #WineAndArt.
Escuché por la radio el día lunes como uno de los organizadores hablaba del «éxito» del #WineAndArt y de la «gran contribución a la ciudad» que serán estos murales declarados patrimonio cultural de la ciudad, rematando con lo feliz que estaba por haberlo concebido como un evento «abierto a los ciudadanos de Valparaíso»… ¿Me habré equivocado de cerro? ¿O de ciudad? ¿O de planeta?
Ese sábado, cuando vi que ya habían dejado de pintar los muros supuse que #WineAndArt terminaba. Bajé al centro a comprar al supermercado y recorriendo un pasillo, una promotora me ofreció una degustación de Pisco Peruano y con una sonrisa me dijo: «Bienvenido a Valparaíso».
Quisimos ver las fotos del evento en la página de Wines of Chile en la que invita a hacerlo, pero tampoco tuvimos suerte. Salió un mensaje que decía «Ups. Parece que no tienes permiso para ver este álbum«. Aquí compartimos entonces algunas imágenes de RRSS publicadas por organizadores del evento. Realmente están precisos, ojalá se haga algo bien pensado para comunicarlo a la colectividad y los turistas (nacionales y extranjeros) de los cerros de Valparaíso.
3 comentarios
Karen dijo:
Desgraciadamente esa es la cosmovisión típica de Wine of Chile, y siento tristeza al decir que no me extraña nada de lo que escribes. Una pena, porque es por estas razones y formas de hacer las cosas que Chile no puede saltar a las grandes ligas del vino a nivel mundial.
Abrazos y a seguir aportando de tan buena manera.
Gonzalo Salgado Ahumada dijo:
Seguimos sin entender nada, plop.
Nora Benavides dijo:
Toda la razón Max. Que poca consecuencia y amor por el Puerto. Todo de la «boca para afuera».