SIDERAL 2015, EL CHICO DE UN GRANDE
Para el Día del Padre también hay excelentes vinos de imbatible relación precio calidad que son de lujo para regalar. He aquí un gran ejemplo entre la élite de los grandes vinos de Viña San Pedro. Visitar su bodega en el Valle del Cachapoal, también puede ser un inolvidable, aunque costoso, regalo.
Ya se escuchan los rumores de que 2018 será la vendimia de la década, pero para saberlo habrá que esperar. Mientras tanto por qué no mejor disfrutar de los grandes 2015 que nos dejó un año casi perfecto. Sideral (el Segundo vino de Altaïr) de esta añada, ya en el mercado, nos invita a hacerlo y ojalá compartirlo con tu viejo querido sin más demoras.
Les llaman los Segundos Vinos porque efectivamente delante de ellos en la pirámide de calidad de una viña siempre hay otro primero; y ninguno detrás de ellos. El término, que es oficial en el mundo del vino, nació en Burdeos, donde es costumbre que un viñedo, con su propia bodega haga solamente un gran vino. Lo que no califica para éste grande, porque no llega a cumplir las exigencias, simplemente o se vende a terceros, se bebe en casa, o qué mejor, se vende etiquetado bajo el paraguas del mismo chateau o castillo, pero con otro nombre; preferiblemente cercano, para que no haya dudas de su relación de hermano chico.
La gran gracia de estos Segundos vinos, como son por ejemplo en Burdeos Les Fortes de Latour, Pavillon Rouge de Chateau Margaux, o Petit Mouton de Mouton Rothschild, es que cuestan mucho menos que sus primeros y tienen parte de su pedigrí; de seguro, eso es la impronta del origen que comparten. Este es efectivamente el caso de nuestro vino de la semana, nuestro elegido para regalarle a Papá este año. Sideral, hermano menor de Altaïr ($99.900).
Ambos son mezclas, con un mayor porcentaje de Cabernet Sauvignon, y ambos son nacidos en un precioso viñedo de la precordillera del Valle del Cachapoal.
La particularidad de Sideral ($22.900) es que está pensado, desde su concepción en el viñedo, para entregarnos taninos más suaves y más fáciles de beber antes que Altaïr (concebido, en tanto para mejorar con la larga guarda en botella). Y es por ello, en parte la razón de que Altaïr 2015 aún no salga al mercado. La otra razón, y muy relacionada entre sí, es que tiene 20 meses de guarda en barricas mayoritariamente nuevas, de robre francés; versus los 12 meses en barricas también francesas que tiene Sideral, aunque en su mayoría ya usadas; para que el aporte, a su fruta más amable, también sea menor.
Si vamos más al detalle aún, podemos decir que la mezcla de Sideral 2015 tiene un 81% Cabernet Sauvignon (Altaïr suele tener más de 90%) , y lleva además de un 7% de Franc que siempre aporta fuerza y elegancia; un 7% Carmenére, que aporta suavidad y especias, 3% de Syrah el cual aporta carne, redondez, en boca; finalmente, un 2% de Petit Verdot, el factor nervio y profundidad.
Altaïr, en tanto, no lleva ni Carmenère ni Petit Verdot. De allí, en resumen que Sideral 2015 sea mucho más suave y cremoso, también más negro en sus frutas. No por ello, sin fuerza o estructura; por el contrario, la tiene, pero no hay que esperar a que se lime en cuantos años más. Hoy lo beberíamos junto al mejor corte de res con hueso, cocinado sobre la parrilla, bien conversado con los viejos queridos de la casa.
LA CASA DE SIDERAL Y ALTAÏR/ UN LUJO DE VISITA
La bodega de Altaïr y Sideral, dejó de serlo solo para ellos en el momento en que Viña San Pedro compró el 100% del joint venture que les creó (al grupo francés Dassaut). Desde entonces, su impresionante bodega, construida a los pies de la montaña y 100% gravitacional, está destinada a todos los grandes vinos de San Pedro, lo que incluye además al Syrah Kankana del Elqui, el Carmenère Tierras Moradas del Maule, y Cabo de Hornos. Este último ahora hecho con 100% Cabernet del mismo viñedo. Lo que le convierte también en el otro nuevo hermano mayor de Sideral. ¡Tremendo linaje!
Conocer la bodega -rebautizada como Bodega de Grandes Vinos de San Pedro, es posible, aunque cariñosa como el precio de sus vinos. No solo el edificio y sus viñedos con vista al Valle del Cachapoal, resultan impresionantes. También lo es la precisión de todo el proceso. Un recorrido obligado para los amantes de los vinos super vinos, también llamados íconos, debido al lujo del detalle en todo el proceso de elaboración. Desde la mesa de selección de las uvas con la mayor tecnología laser, hasta sus cubas de madera cónicas refigeradas por dentro.
Eso sí, si lo comparamos con las dos pequeñas viñas que visitamos esta semana en WiP.cl atendidas por sus propios dueños (Viña Mi Luna y Bodeguita del Farol) y apreciamos lo hecho artesanalmente, este castillo al estilo nuevo mundo les parecerá frío y vacío. Que no cunda el pánico, bastará una mirada al viñedo, para devolverles una buena cuota de calidez.
Qué hacer y cuánto vale una visita a la Bodega de Grandes Vinos de San Pedro:
La degustación de Sideral y Altaïr acompañada de tabla de quesos vale $50.000 p/p .Para hacer la vertical de Altaïr consultar precios.
Una visita con almuerzo, al aire libre en el quincho vale $75.000 p/p (es mínimo 2 personas, durante la semana; los fines de semana vale $90.000 y es mínimo 4 personas).
Ojo, domingos y festivos está cerrado.
Reservar siempre 48 horas antes.
http://www.sanpedro.cl/visit-us/
Teléfono: (+569) 7518 6554
E-mail: tourgv@vsptwinegroup.com
Cómo llegar: Salir en Requínoa – El Abra (Km 99) hacia Requínoa. Seguir la Ruta del Vino Cachapoal hacia Altaïr.
Coordenadas GPS:
-34.355, -70.715