Publicación: 29 septiembre 2022

VIÑA MORANDÉ INAUGURÓ EN CACHAPOAL BODEGA EXCLUSIVA PARA SUS AVENTURAS

Pelequén reunirá bajo el suelo la más alta tecnología para experimentar con nuevas variedades, técnicas de vinificación, fermentación y guarda.

La nueva Bodega Aventura, ubicada en pleno valle del Cachapoal, representa la materialización del inquieto espíritu pionero y explorador de la viña que fundara hace 25 años el enólogo Pablo Morandé.

Ricardo Baettig, actual director enológico de la Viña Morandé, fue el anfitrión de la inauguración que se llevó a cabo este martes 27 de septiembre, junto a invitados de todos los sectores del rubro vitivinícola nacional. Tal como explicó en la ocasión, la nueva Bodega Aventura, ubicada al lado de la tradicional bodega de Viña Morandé en Pelequén (Valle del Cachapoal), estará dedicada a la vinificación y guarda de los vinos de la línea Aventura, la cual comenzó en los años 90, entre otros, con lo que sería el primer Cinsault monovarietal del Valle de Itata; definitivamente, un vino muy adelantado a su época.

Diseñada por el reconocido arquitecto Samuel Claro esta nueva bodega fue pensada para fundir su belleza arquitectónica con el paisaje local entre viñedos; de allí que esté construida en profundidad, como las raíces que alimentan las uvas.

La elección de hacer una bodega subterránea se debe además a otros dos factores: cuidar el entorno, minimizando lo más posible la intervención en el campo y usar la fuerza de la gravedad a favor de la calidad de los vinos. Y es que, una bodega gravitacional no sólo cuida las uvas, mosto y vino, sino que permite un ahorro energético significativo. A su vez, los amplios ventanales y paredes de vidrio de la bodega permiten maximizar el uso de la luz natural.

Para la vinificación y guarda de los vinos, el espacio cuenta con 10 grandes estanques troncocónicos de cemento, además de huevos y lagares de cemento, ánforas enterradas tipo qvevri, cubas de madera abiertas y fudres cerrados. Entre las novedades se encuentran cubas de cerámica (recipientes cuya materialidad se asemeja a la del vidrio), huevos invertidos y clyvers (similares a tinajas de cerámica gres adecuados para largos periodos de envejecimiento).

Son todos, explicó Baettig, elementos pensados para extraer el máximo potencial a cada variedad vinificada y permitir que los vinos adquieran mayor expresión de fruta, elegancia y balance. «De esta forma, el equipo enológico tiene la oportunidad única de experimentar con nuevas variedades, probar diferentes técnicas de fermentación y guarda, con el fin de seguir entregando vinos irrepetibles, auténticos, que sean capaces de impulsar la industria nacional».

El portafolio de los vinos de la línea Aventura se ha caracterizado por la elaboración a escala humana, bajo la atenta mirada de Baettig junto a su equipo enológico formado por Daniela Salinas, Cristián Carrasco, Jorge Martínez y Rodrigo Moletto. Su concepto es buscar diversos terroirs y variedades en todo Chile. Lo que es posible, afirma Baettig “porque tenemos un abanico muy amplio de valles y gran cantidad de cepas que nos permiten hacer vinos fuera de la tradicional oferta vitivinícola nacional”.

Todos los vinos de la línea Aventura, sumados y las especialidades de Viña Morandé (asesorados por Pablo Morandé, también presente) fueron degustados durante la inauguración en compañía de un menú en armonía diseñador por la destacada chef chilena Pilar Rodríguez.

Los Vinos de la línea Aventura son:

VIGNO: vino en base a Carignan, con pequeños porcentajes de Syrah y Chardonnay, de parras antiguas, plantadas en cabeza en el secano costero del valle del Maule. ($15.990)

Despechado: Pinot Noir del valle de Casablanca. ($12.990)

Bestiario: vino naranjo elaborado en base a 45% Marsanne, 45%Rousanne y 10% Viognier del Valle de Maule. ($12.990)

Tirazis: Syrah del valle de Casablanca ($15.990)

Creole: mezcla de Cinsault y País del Secano Interior de Itata y Maule, de viñedos en secano conducidos en cabeza baja. (12.990)

El Gran Petit: ensamblaje de las variedades Petite Sirah y Petit Verdot del valle del Cachapoal Andes. ($15.990)

El Padre: Cabernet Franc del Valle del Maipo. ($15.990)

Mediterráneo: mezcla tinta de Grenache, Syrah, Marsanne, Carignan y Rousanne del Valle de Maule. ($15.990)

Aterciopelado: mezcla de 80% País y 20% Malbec del Secano Interior del valle del Maule. ($12.990)

Colinas de Ránquil: este es el último vino en sumarse al portafolio, elaborado con la variedad País del valle del Itata. (12.990).

Todos los vinos se pueden encontrar en la misma bodega de vinos, en su sala de ventas y en www.cavamorande.cl.

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Fuente: Viña Morandé

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