El evento organizado por Vinos de Chile reunió más de 50  viñas de todas las regiones vitivinícolas, gastronomía, música en vivo, y emprendedores locales.

Este fin de semana, 30 de septiembre y 01 de octubre, se celebró el Día del Vino 2023 en Av. Andrés Bello – Santiago, entre las calles Pedro de Valdivia a Suecia. El festejo, de acceso liberado, dio la bienvenida a la esperada primavera y resultó ser  una fiesta que reunió a e más de 70 mil asistentes en  dos días, junto con más de 50 stands de diferentes regiones vitivinícolas de Chile. Asimismo, para educar y promover el conocimiento de un producto con identidad territorial y emblemático de nuestro país, las viñas estuvieron ordenadas según su valle de origen.

A lo anterior se sumaron en impecable organización, stands de gastronomía, música en vivo, y emprendedores locales, entre otras atracciones. La sustentabilidad – uno de los pilares del sector vitivinícola- también se reflejó en el evento, que contó con puntos limpios y de reciclaje. Además, de estaciones con agua, para hidratar a las mascotas.

“Estamos orgullosos de celebrar un año más el Día del Vino y unir a las personas a conectarse con nuestras raíces y a festejar el vino, que es patrimonio cultural y que se encuentra arraigado en la identidad de todos los chilenos. Queremos instalar esta fecha en la agenda cultural del país, mostrando la riqueza natural de Chile y de sus vinos”, dijo la directora comercial de Vinos de Chile, Angélica Valenzuela.  “Tenemos como objetivo acercar a los chilenos al vino, hacerlos parte de esta celebración y educar en torno al consumo responsable”, agregó.

Por su parte, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, manifestó que fue “un placer volver a vivir y disfrutar de esta nueva celebración en torno a la cultura vitivinícola, organizada en conjunto con Vinos de Chile, en una instancia de encuentro para degustar y apoyar el desarrollo económico de los emprendimientos del mundo del vino y a nuestros emprendedores, en un espacio al aire libre, seguro y con responsabilidad para que todos nuestros vecinos y visitantes pasaran un buen momento”.

WiP estuvo allí el sábado de noche, para una vez más disfrutar del ver a los chilenos y nuevos en llegar, compartiendo en familia el vino de su país; entre otras situaciones, sentados en el césped con sus niños y copas. Una vez más, sin embargo, los espacios para compartir las filas de degustación en cada viña, los espacios de emprendedores  y el paseo con copa en mano, se hizo estrecho; todo ello, en paralelo a una avenida de cuatro pistas  completamente vacía. Las razones, preguntamos Espacio para emergencias y la infaltable ciclovía para el deporte familiar del día domingo. En resumen: agradecidos por el rincón en medio de la ciudad, sin dejar de soñar por ser algún día realmente protagonistas de la cultura nacional.