TODOS ESTOS AÑOS DE GENTE
La sommelier Eleonora Jezzi Riglos nos ofrece un cercano paseo por las vidas de la familias del vino argentino, un paseo por la historia misma de la esencia del vino argentino. Para cerrar comparte con #suscritporesWiP una selección de sus vinos favoritos con nombre de familia.
Hace algunas semanas, tuve la suerte de ser invitada en Buenos Aires a la presentación de un vino muy importante para la familia Catena. El mismo doctor Nicolás tomó la palabra en plena Embajada de Italia para presentar con orgullo a «Nicola», elaborado por Laura, la bisnieta de este pionero. Casi no nos habló del vino, sino de los suyos. De aquel italiano que trabajó a sol y sombra para forjar un futuro mejor para su familia. Recordó que alguna vez le preguntaron a su abuelo, «¿Para qué hace todo esto?», «para que mis hijos y sobre todo mis nietos sean felices y también sean mejores que yo».
Es el caso de los Arizu, llegados del País Vasco a la región de Cuyo antes de 1900. El legado de Don Leoncio continúa hoy en nietos y bisnietos. Los Arizu han sido protagonistas de los grandes cambios de la vitivinicultura nacional, incluso participando activamente en la fundación de la primera D.O.C. de la Argentina, en 1989: la Denominación de Origen Luján de Cuyo. De la fusión entre Arizus y Boscas nace la famosa Luigi Bosca, actualmente al mando de Alberto Arizu. Su hijo Rodrigo, junto a su madre Alicia apuestan a un emprendimiento familiar, «Viña Alicia», desde donde provienen las «perlitas» familiares, allí el propio patriarca despunta su vicio por los clones y plantas especiales en volúmenes considerablemente menores.
El caso de los Zuccardi, de Avelino, Italia, también es emblemático. Una familia que ha hecho de su vida un modelo de negocio 100% argentino. Tito era ya reconocido en Mendoza por su desarrollo en sistemas de riego, y Emma, con 90 y tantos aún hoy sigue trabajando para la Bodega. Son Sebastián y Miguel Zuccardi (sus nietos) los que han tomado la posta de la familia. En el caso de Miguel con sus aceites de oliva extra virgen, en el caso de Seba convirtiéndose en uno de los hacedores referentes de su generación. Él mismo destaca que nada de lo que hoy es, sería sin 50 años de trabajo incansable. Nada sin Pepe y Ana (sus padres), quienes le permitieron hacer vinos desde la viña y convertirse en agrónomo y lo respaldaron para abrir más de 250 calicatas en los valles mendocinos. Es el sacrificio de generaciones anteriores lo que hoy le permite volar.
Si de vuelo se trata, debemos mencionar a los hermanos Reginato. Luis y Pepe, de gran experiencia elaborando vinos tranquilos y espumosos. El proyecto familiar que los une es Chamán Wines. Su serie de vinos incluye los Aprendices, El Chamán y Los Vuelos del Chamán. Los hijos del maestro, que a sus 80 años aún caminaba entremedio de las viñas, nos cuentan que la familia llegó de Italia a La Consulta, Mendoza en 1907 y que desde entonces trabajan juntos en la viña. Expertos en Petit Verdot, destacan que es el trabajo de abuelos y padres lo que les permite hoy elaborar vinos jugosos y bebibles, y que sin esa experiencia los vinos serían otros, probablemente más agresivos, menos amables.
Los hermanos Michelini son un caso aparte. De familia numerosa, inquietos, curiosos, trabajadores incansables. Definitivamente han conquistado Tupungato. Ellos viven por, para y en el Vino. Si no están en la viña están en la bodega y si no, con sus hijos y sus mujeres; los niños son criados entre vinos, barriles, música y anécdotas. Matías, Juan Pablo y Gerardo vivifican proyectos personales, y junto al cuarto Michelini, Gabriel, elaboran y construyen SuperUco. Toda la familia participa de la Vendimia e incluso los más pequeños ya elaboran vinos propios. «Los Miche» no son parte de la revolución del vino. Ellos SON el cambio, la búsqueda de la identidad de la tierra en donde viven. Su entorno los atraviesa, y sus vinos los reflejan, hay una fuerza natural en Gualtallary que los nutre y los hace únicos. Hacen los vinos que aman, en el lugar del que son parte y en libertad. ¿Qué más pedir? Hacerlos juntos.
Aquí mis vinos de familia elegidos:
Nicola, Bonarda del Este 2013, Casa Porque, Rivadavia, Mendoza (U$60): un Bonarda de alta gama, proveniente de parcelas únicas en viñedos de 80 años. Laura Catena vinifica en honor a su bisabuelo, que prefería esta variedad por sobre el Malbec, el favorito de su hijo Domingo Vicente (DV), el que se casó con Angélica Zapata. Un vino fresco pero largo, de fruta en su justo punto de maduración, acompañada por hierbas frescas como el tomillo y el orégano. De final largo y amable. Extremadamente bebible, se recomienda refrescar.
Brote Negro, Malbec 2011, Viña Alicia, Las Compuertas, Mendoza (U$75): una joya de la familia Arizu,
elaborado a partir de escasas parcelas de un biotipo especial de Malbec, que produce brotes negros en un viñedo de más de 100 años. Tras 18 meses de roble francés y 24 de estiba en botella, nos encontramos con un vino inolvidable, elegante y profundo, sedoso y de cuerpo pleno. Se recomienda abrir varias horas antes y disfrutarlo muy lentamente.
Tito Blend 2013, Familia Zuccardi, Altamira, Mendoza (U$38): en homenaje a sus abuelos, Sebastián Zuccardi produce Emma Bonarda, y este gran Blend 80% Malbec, 10% Cabernet Sauvignon y un sorprendente 10% Ancelotta, tributo a la raíz italiana. Además de ser un gran corte que podemos guardar por muchos años, nos encontramos con el paisaje que ha redescubierto a esta familia. Altamira y su fuerza, sus piedras calcáreas que aportan un carácter único y distinguido.
Chamán Blend 2012, La Consulta, Mendoza (U$16): ensamble de Petit Verdot (55%), Cabernet Sauvignon (20%) y Malbec (5%) es sin duda un corte innovador, que sin embargo responde a la tradición familiar de los Reginato. La rusticidad del Verdot pareciera haber sido domada. De acidez marcada y refrescante, un ejemplar bienvenido en la escena argentina. Muy bebible.
SuperUco Calcáreo Río 2014, Chacayes, Mendoza (U$40): este Malbec es parte de una trilogía elaborada en huevos de concreto. Sus hermanos de Altamira y Gualtallary han sido cosechados en igual punto de madurez y sin embargo muestran caracteres diferentes. Los 3 Malbecs formarán parte del famoso SuperUco. La selección es caprichosa, los vinos de Chacayes (me) enamoran con su fruta sutil y su aroma a violetas y rosas. De textura suave y hasta salina. Un gran Malbec para entender de qué va nuestra enología hoy.
Donde pueden encontrar los vinos:
- Wine O´clock, Espejo 533, Mendoza
- Lo de Joaquín Alberdi, Borges 1772, Buenos Aires
Eleonora Jezzi Riglos es sommelier y ha trabajado en el servicio y comercialización en restaurantes, vinotecas y bodegas. Actualmente es dueña de Pain et Vin, un imperdible bar de Vinos y Panadería de masas madre de Palermo, en Buenos Aires. Eleonora fue primero profesora de Educación Física por lo que se auto define como una docente de por vida.
Artículos anteriores de Eleonora: «Erase una vez Argentina», 09 noviembre 2016
3 comentarios
Si te fuiste a Baires + Manso celebra 30 años+ Lomas Campesinas en serio+ Les Dix Vins para los que se quedan. | WIP dijo:
[…] finde largo a Baires o Mendoza, nuestra colaboradora en Argentina Eleonora Jezzi Riglos, nos recomienda sus “vinos de familia” favoritos, no sin antes contarnos sin querer porqué que cuesta hablar de industria para hablar del vino […]
LOS 3 MOSQUETEROS DEL VINO ARGENTINO PARTE III | WIP dijo:
[…] Todos estos años de gente, 08 diciembre 2016 […]
ESPECIAL PERÚ, 2da PARTE.¿QUIÉN ES PEPE MOQUILLAZA? | WIP dijo:
[…] entre otras, tiene una sociedad para hacer uno de ellos (MIMO), nada más y nada menos que con Matías Michelini, el capo de los vinos naturales de Argentina. A Pepe lo vi casi cada día que estuve dando vueltas […]