UN TESORITO ESCONDIDO DE ACONCAGUA

Publicado el 01 junio 2018 Por Mariana Martínez @mymentrecopas

Si bien hace su recorrido desde hace 35 años entre las montañas desde Los Andes hasta Río Blanco, pocos lo conocen. Los Viñateros de Aconcagua lo han recuperado del olvido y  han sumado a los atractivos imperdibles del Valle de Aconcagua.

La invitación era intrigante: recorrer el Valle de Aconcagua en tren en un viaje de dos horas entre sus campos y cordillera. Intrigante porque sabíamos  que había trenes de pasajeros en la ruta Los Andes-Mendoza pero a  inicios del siglo pasado, y pensábamos que actualmente por aquellos rieles que cruzan la carretera camino a Portillo solo viajan vagones de  las empresas mineras.  Entonces dijimos: Ver para creer. Y nos subimos al viaje.

Es verdad. Hay un tren  que en realidad es un viejo bus, acondicionado genialmente para moverse sobre rieles, el cual desde hace 35 años viaja 34 km cordillera arriba, haciendo la Ruta Los Andes ( pujante ciudad del valle de Aconcagua) hasta la Estación de Trenes Río Bueno.  Tan genial es que fue declarado Monumento Nacional en 1998  y desde hace años, aunque pocos lo saben,  ofrece servicios de pasajeros como proyecto  turístico gestionado por la Corporación del Patrimonio Ferroviario y EFE.

Sergio Carmona, explica en el museo ferroviario el pasado de la ruta Los Andes-Mendoza, en la foto junto a la locomotora barre-nieve.

La invitación a vivir la experiencia para darla conocer, y pasar la voz,  fue de Los Viñateros de Aconcagua, agrupación formada por un grupo pequeños productores de vino del Valle, quienes hace ya más un año están despertando el interés por viajar a este valle a tan solo una hora  y quince minutos de Santiago. Porque el turismo de vinos no solo es vinos,  ellos saben bien que es cultura, paisajes, gastronomía…  Todo lo que se puede disfrutar, por cierto, en el recorrido de este tren-bus llamado Góndola Carril.

El recorrido de la Góndola Carril parte desde  la estación de trenes de Los Andes, un recinto de EFE que parece completamente abandonado, pero no lo está, al menos por completo. De hecho hoy es un museo del Ferrocarril Trasandino Central, con antiguas locomotoras y vagones,  las que en el siglo pasado hacían el recorrido Los Andes-Mendoza. Junto a esta historia olvidada, que todos soñamos sea realidad de nuevo en nuestros días,  parte el recorrido al pasado, para descubrir entre otras, sabrosas historias,  como de quién fue la idea de unir ambos países por semejante paisaje,  o el cómo lo logró y por qué entre tormentas de nieve  y caminos sinuoso,  no fue una empresa tan  exitosa como se esperaba y  terminó apagando sus calderas antes de lo esperado.

Lo que queda de aquel  ingenio es la Góndola Carril, un bus  de la década de 1920, con 27 asientos, acondicionado para surcar los rieles de aquel recorrido entre la cordillera chilena y argentina, solamente cada primer domingo del mes, y que hoy llega hasta la estación Río Bueno,  donde los vagones de las empresas mineras hoy dominan los andenes.

Que la Góndola Carril sea un bus tiene un par de ventajas, aunque también  todo lo contrario. Pero partamos por lo bueno que es más que lo malo. No hay locomotora en este tren, por lo tanto puedes ver hacia delante e incluso hablar con el maquinista cuando gustes,  pues estará feliz de conversar con los pasajeros y contar todo tipo de anécdotas, porque  son operadores que durante la semana conducen los vagones de las mineras.

Otra ventaja es que ese mismo maquinista detendrá el tren a lo largo del recorrido al menos unas dos veces,  en puntos estratégicos  con vistas alucinantes. Ya sea ante el paisaje que forma el río Aconcagua con la Cordillera nevada a sus espaldas, o en mitad del famoso Salto del Soldado (ver en nuestro instagram @wipcl el video), una formación geológica causada por la erosión del río que solo vemos  normalmente por detrás, cuando viajamos en auto, pero que el tren recorre  literalmente por dentro.  Lo que permite ver, caminando, la fuerza del agua y la valentía de aquel  soldado patriota que  -cuenta la leyenda-  huyendo de los españoles saltó al otro lado del río; eso, cuando se cree la separación entre las orillas que vuelan entre las montañas era de apenas 3 metros; hoy es mucho más, más de 10 metros.

Una desventaja es que el tren-bus no tiene baño por lo que si no puede esperar hasta llegar arriba o abajo, deberá ir como se dice al monte, lo que por suerte sobra; aunque siempre con mucho cuidado, porque el  terreno sobre todo ya en las alturas, por supuesto es  muy escarpado.

Nuestras recomendaciones  por estos días de invierno es para que vayan bien abrigados, siéntensen del  lado izquierdo del tren en la subida porque tendrán mejor vista, lleven agua  sí o sí,  y picoteo  si gustan (aunque les darán snak), pero por favor no dejen la basura en el camino, déjela en la estación respectiva. No es tan obvio lo que digo,  pues el  corrido, aunque no es muy  transitado, no está libre de esta plaga. Por otro lado, si pensamos que son dos horas de ida, y dos horas de vuelta, mi recomendación  es que no vayan  con niños chicos inquietos, el pasillo del bus es estrecho y corto.

El valor del viaje, que incluye snak en el tren  y almuerzo en un restaurante de Río Blanco, cuesta  $40.000 por persona. Las reservas  se hacen al mail gondola.carril@gmail.com. La salida de la estación es a las 10.30 am, y el regreso al mismo punto a las 6pm. Y recuerden que  es sola una vez al mes.

Para  quedarse a dormir en Los Andeso sus alrededores, y disfrutar el día antes o después en las viñas del valle de Aconcagua, les recomendamos visitar la página web de los Viñateros  de Aconcagua y su link con listado de alternativas de alojamiento; hay alternativas para todos los bolsillos. Nosotros nos hemos quedado  en el Hotel Inca, donde las habitaciones están nuevas y son muy cómodas;  y sus espacios comunes luminosos y cálidos.

Los viajes de la Góndola Carril se programan desde marzo hasta diciembre, y son sólo cada primer domingo del mes.

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4 comentarios

  1. Cristobal Undurraga dijo:

    Que tremendo paseo Mariana!! Anotado para la primavera!!

  2. E S P E C T A C U L A R!!!! quedamos maravillados con todo, desde el museo, el viaje, la atención de las personas a cargo, el almuerzo, todo. Lindo viaje y recomendable para ir en familia, lo pasamos muy bien. Además que pudimos compartir con los lugareños cuando teníamos que esperar que pasara el tren carguero… Buenisimo viaje, no se arrepentirán.