Era la cata soñada, en el momento preciso del año para festejar este hermoso País llamado Chile, y también la País, variedad que primero llegó hasta estas tierras cerca de quinientos años atrás. Aquí compartimos lo que nos encontramos desde Colchagua a Biobío.

La selección entre un ramillete de estrellas, la realizó Israel Alarcón @Avinemos, entre productores de País ya consagradas por su trabajo de la mano de pequeños viñateros o viñedos propios; y entre otros, con más o menos experiencia que recién debutan en el mercado con nuevas etiquetas.

Un ejercicio, que sumó más de 20 degustadores para recorrer los Países de los Valles de Maule, Itata y Biobío; territorios que solos suman 10.015 hectáreas de las 10.319 que suma todo Chile con esta variedad tinta, según Catastro SAG 2019. Además, saltamos de este territorio llamado Secano Interior (*), hasta Colchagua, donde hay menos de 130 has de País, y donde por cierto, no puede aparecer su nombre en las etiquetas; tampoco, por si acaso, el nombre del Secano Interior.

En total fueron 2 País llegados del Biobío, 3 del Itata, 3 del Maule y uno de Colchagua. Los dos primeros tal vez con el carácter más diferenciador, debido a sus notas animales. Una mala botella, dijo alguien al referirse a uno de los dos; al parecer el País más vendido de Chile en el extranjero. Una mala botella, o tres diríamos en un ramillete de estrellas, que nos habla de los riesgos de los vinos naturales, y el por qué son un gran tema que genera discusiones sin fin entre profesionales del vino.

Pero como nuestra filosofía es la que gusta que la fruta brille sola (y no creemos en notas animales o de Brett como sinónimo de terruño o terroir) vamos aquí a destacar los vinos de este gran vuelo que hicieron brillar sus viñedos centenarios, sin riego alguno y conducción en cabeza o gobelet.

Nuestro favorito, y también favorito de público por mayoría fue el Wildmakers País de Comavida 2020, Maule ($12.500). 14,5°A. En su mayoría es de uva País, fermentadas en acero, con 15% de Garnacha fermentada en tinajas chilenas por 10 meses. Luego, 1/3 del País se fue a la tinaja junto con la Garnacha. Alguien preguntó ¿No les parece el más cálido del grupo? Sus 14,5 °A aún no revelados entonces, le dieron toda la razón. Y sí, había mucho alcohol, como no, es del Maule y de un año muy cálido, aunque de viñedos con exposición Sur (menos intensa). Pero no molestó ese exceso, porque además había mucha fruta roja, nerviosa, sabrosa, y garra en su final de boca. Como para derribar varias grandes generalizaciones sobre la cepa País; como aquellas que dicen que tiene poco alcohol, poca acidez, poco cuerpo. Recuerden pues este nombre Comavida, en el sector de Melozal (Maule) y a sus hacedores, los Wildmakers, con la filosofía de hacer vinos naturales con uvas de pequeños productores.

Pisándole los talones (nuestro segundo, y el segundo por promedio del público), ubicamos al primer vino en solitario elaborado del Itata por la enóloga Ana María Cumsille, Águila País 2020, Itata; del productor Adrián Torres ($19.000) 12,50°A. Viñedo de País con 200 años, sobre un suelo 100% granito del sector de Cerro Verde. Fermentado en tinaja, con 30% de escobajo, luego 8 meses en barricas viejas de 400 litros. Este es un País de precioso color rubí brillante, con notas en su nariz a frutos rojos y un dejo herbal fresco, que le distingue entre los demás. En boca, de un cuerpo medio a ligero; también con sabor a frutas rojas, muy sabrosas, como las guindas ácidas que hemos comido en esta misma zona en verano. En su final destacan sus taninos algo rústicos, con garra, lo que le suma tensión.

Elaborado por quien fuera enóloga por cinco años de Viña Cucha Cucha, Águila 2020 fue toda una sorpresa, especialmente para quienes no sabían que había sido fermentado en tinajas. Y, bueno, es la gran gracia de las catas a ciegas, nadie sabe nada. Aunque, cierto, muchas veces se busca al vino del amigo que se sabe está en competencia y que es amigo por eso, porque hace los vinos que nos gustan. Pero… buscando, se termina super premiando otros que no eran lo que pensabas. Mi consejo, no lo hagan. Siempre va a ver sorpresas, a menos que caten con muuuucha frecuencia esos mismos vinos, o los tengan refrescos en la memoria.

Apenas más atrás, elegimos al País de Leo Erazo, La Resistencia 2019, Itata ($23.400) $12,5 °A. Fermentado y guardado 18 meses en huevos de concreto. De viñedos propios -que datan según documentos de 1860- sobre suelos graníticos, apenas 0,2 son hectáreas. De muy lindo color rojo rubí brillante, con nariz neta a frutas rojas, como frutilla madura. En boca es otro jugo de guinda, liviano, terroso también, con rica rusticidad. De tanino tenso, pero en equilibrio con su sabrosa fruta roja, lo que le otorga sensación jugosa en su final.

Nuestro cuarto en el podio fue el Patel 2019 de Maturana Wines ($14.700) a la vez empate con Macatho, en el lugar 3 por promedio del público. Elaborado como field blend además con las cepas Moscatel Negra, y blancas Semillón y Riesling, del mismo viñedo de Paredones, zona costera de Colchagua. De un precioso color rubí, algo turbio, destacó por su nariz frutal muy fresca, con notas herbales y mentoladas, eucalipto puede ser; fresco, de rica acidez, liviano, con mucha fruta roja. Para mi, el vino más fresco de la serie; que fuera Paredones y el toque de cepas blancas, le dio el sentido. También, que su cuerpo no fuera tan intenso, tampoco sus taninos.

El quinto vino de nuestro ranking fue el Garage Wine Co. Single Ferment 215BC 2018, Cauquenes ($14.000) 14°A. De cuerpo medio a ligero y garra, los dejamos más atrás sólo porque nos dejó sensación muy cálida en su final. Nos faltó un poco más de acidez, para levantarle la frescura. Junto a muy rica fruta roja, muy madura, se diferenció por notas a grafito en nariz.

Un poco más atrás, quedó el Vinista 2018 de Pedro Parra, Itata. ($14.500) 13°A. No es su top de línea, así es que seguro sus Cru deberían haber brillado más. Este es un País que nace sobre suelos graníticos pobres, y que fue fermentado con 20% de racimo entero, en recipientes de hormigón y tanques de acero inoxidable; luego, guardado en fudres sin tostar durante un año; y luego, 8 meses más en su botella. De lindo color rubí y capa media baja; con notas a frutos rojos y notas cremosas en nariz, ligero en boca, y de acidez media a baja. Su particularidad, más elegante que rústico. Más Borgoña, que Chile; como suele decir su autor.

Atrás en el ranking dejamos a los tres vinos con notas animales. El mejor de ellos y que más admiradores tuvo fue el Macatho Segundo Flores 2019, Maule ($12.500). Viñedo sobre suelos graníticos meteorizados con textura franco-arcillosa (pirita). De color rubí de capa media, turbio, con notas de caramelo de azúcar, fruta negra, y notas animales. Tanino muy rústico y secante en boca en su final. Muy semenjate, y de ahí tal vez la confusión de muchos, el Estación de Yumbel de Mauricio González ($9.100). La mala botella fue el País Santa Cruz de Coya de Roberto Henríquez ($16.300), una verdadera lástima (demasiado amargo, incluso agrio en boca).

Para competir con los leones, todos con varios años de experiencia elaborando País, entró a la cata un debutante. País Kodkod 2020, Maule, de viñedos en cabeza plantados en 1.900. Su nombre, es el del felino más chico del mundo y vive en el bosque nativo del Maule. Del grupo, fue el que mostró la madera más presente. Con notas a barrica tostada y humo; de cuerpo medio a ligero, y un tanino que parece pulido en su inicio en boca, pero remata secante en su final. Su cálido final nos recuerdan que es Maule y del cálido 2020. Muy buen debutante en todo caso, con rica fruta roja, para un cepa que ya hemos aprendido no es tan fácil de manejar en bodega, aunque sí capaz de entregar sabrosos vinos sin perder por completo la rústicidad que le caracteriza.

(*) Secano Interior en el nombre de la D.O. Chile, creada por Decreto N° 464 permitida en la etiqueta de vinos elaborados exclusivamente con las variedades tintas Cinsault y País, provenientes del área comprendida entre el río Mataquito por el Norte y el río Biobío por el Sur. Desde el año 2015, los País y Cinsault que provienen del territorio de la D.O. Secano Interior pueden aparecer en las etiquetas seguidas además de sus comunas de origen, entre ellas: Rauco, Romeral, Molina, Sagrada Familia, San Javier, Villa Alegre, Parral, Linares, Cauquenes, Chillán, Quillón, Portezuelo, Coelemu y Yumbel, además de Curepto y Ñiquén.

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