Cabe destacar, según menciona la nota de www.enolife.com la industria del vino y bebidas espirituosas de Gran Bretaña ha experimentando un rápido crecimiento en los últimos años. Ello, principalmente gracias al cambio climático. Actualmente en este país hay 502 viñedos, 165 bodegas y 361 destilerías, y sigue en crecimiento. Durante 2018 se plantaron 1,6 millones de vides y otras 2 millones en 2019. Su industria que genera 358.000 puestos de trabajo y, según cifras de Wines of Great Britain (WineGB), podría crear hasta 30.000 nuevos empleos para 2040. Por otro lado, y de allí su gran relevancia histórica en el mundo del vino, Gran Bretaña es el segundo importador mundial de vinos, tanto en volumen como en valor; tiene 22 millones de bebedores y una producción propia que llegó en 2018 a un récord de 15,6 millones de botellas de vino, en su mayoría espumantes.
Esta industria representa en la actividad económica británica 49.000 millones de libras. La venta de vinos y bebidas espirituosas tiene una facturación de 21.700 millones de libras, de las cuales 11.100 millones corresponde a comercio exterior y 10.600 millones al consumo en el mercado interno.
Las variedades Chardonnay, Pinot Noir, Pinot Meunier y Bacchus representan el 80% de todas las plantaciones en Gran Bretaña. El vino espumante sigue siendo el estilo dominante, representando el 71% del vino producido en Gran Bretaña.
Consumo interno en Gran Bretaña
El informe del 2019 “Paisajes del Reino Unido” de Wine Intelligence describe que sobre unos 1.000 bebedores regulares de vino encuestados en octubre de 2019 en Gran Bretaña (“regular” se define como el consumo de vino al menos una vez al mes), alrededor del 6% expresó su deseo de comprar más vino de la Unión Europea (UE) después del Brexit; mientras que el 29% dijo que comprarían menos, ya sea porque creían que el precio de los vinos de la UE aumentaría o bien porque los vinos del nuevo mundo ofrecerían, de hecho ya lo hacen, una mejor relación precio-calidad.
Más allá de la cuestión del Brexit, destaca enolife.com las características del mercado del vino en Gran Bretaña permanecen en gran medida inalterables: como en cualquier otro mercado desarrollado, el consumo de vino continúa disminuyendo. De modo que, según Wine Intelligence, el número de bebedores de vino semanal cayó de 23,7 millones en 2015 a 22 millones en 2019, aún incluso cuando la población adulta del país se incrementó en más de un millón. En esos cuatro años el vino perdió mercado a favor de una variedad de bebidas alcohólicas alternativas: primero y más que nada por la ginebra; y luego por una tendencia a beber menos. El crecimiento y la popularidad del Prosecco, y hasta cierto punto del vino espumante inglés, probablemente ha ayudado a enmascarar la disminución en el consumo general de vino. En 2019, alrededor del 60% de los bebedores de vino regulares dijeron que habían bebido Prosecco durante los últimos seis meses, un porcentaje mayor al registrado en 2015 del 43%.