En el Día Internacional de la Mujer conversamos con Adriana Cerón, segunda presidenta de la Asociación de Agrónomos Enólogos de Chile (ANIAE) durante sus 65 años de historia.

Adriana Cerón es la segunda presidenta de la ANIAE en su 65 años de historia. Su única antecesora mujer fue la muy querida y respetada Carolina Arnello (Premio Mérito Vitivinícola 2006), actual miembro activo de la agrupación y enóloga de Viña Portal del Alto. Adriana está en este cargo desde fines del 2018, y después de  estar varios años en su directorio como miembro muy presente. Hoy conversamos con ella, agrónoma enóloga dueña del club eudoravinos.cl, sobre los logros y desafíos de las mujeres y ANIAE en el mundo del vino.

¿Eres apenas la segunda presidenta de la ANIAE, por qué crees que pasó tanto tiempo para que haya habido otra mujer al mando?

Estamos en una época donde por suerte las mujeres están logrando mayor visibilidad en distintos ámbitos y esto es reflejo de ello. Puedo citar como la actual presidenta de la OIV es también mujer y hay varias otras asociaciones de enólogos de otros países que también tienen presidentes mujeres por primera vez. El tema es que las mujeres están logrando tener más visibilidad, no es que no hayan estado presentes. Como siempre recordamos hay una mujer enóloga fundadora de nuestra asociación, Lila Carrasco (Premio Mérito Vitivinícola 1974). Probablemente hemos estado haciendo un trabajo menos visible, más silencioso. No es una irrupción de la nada.

¿Cuál es el mérito de las mujeres en el mundo del vino hoy? Crees que se les mira igual que hace 50 años, cuando tuvimos a Lila Carrasco como la primera enóloga mujer chilena, dedicada por cierto toda su vida a la investigación en el INIA de la Platina?

Sin duda la mirada va cambiando con el correr de los años. Los hechos han demostrado que las mujeres son tan capaces de realizar labores que antes eran exclusivas de hombres, y que en muchos casos hay mayor sensibilidad. Además hay un tema de trato entre las mujeres, que hace que a veces los ambientes de trabajo sean más amables. Creo que por ahí va la visibilidad de la mujer. En el caso de la enología lo que vemos es que somos tan capaces de hacer un gran vino como un hombre: si ella se dedica, si tiene las mismas condiciones en relación a tiempo y espacio, puede llegar a serlo. En ese sentido los colegas varones pueden trabajar codo a codo y ese es un gran cambio que se ha dado.

¿Cuáles son los mayores logros de más mujeres bajo tu mirada y cuáles son nuestros mayores retos?

Uno de los principales logros, o la presencia de la mujer en el vino, tiene que ver con su visualización, sea cuál sea la razón por la cuál no se haya dado antes. A veces no queremos ser las figuronas, pero hoy ahora se abren los espacios. Y una de las características positivas de esta visualización es la importancia, la sensibilidad, que le damos a los gustos de los consumidores. Porque sin ellos, sin su preferencia, la cadena se estanca. En Chile justamente lo que nos falta es educar a los consumidores y valorar nuestro patrimonio vitivinícola. Que sea conocido desde pequeños. También hay una gran tarea por difundir el ámbito del enoturismo y que se multipliquen las plataformas de divulgación y conocimiento relacionado con el vino. Lo veo como un gran reto, el de estar a la altura de ser actualmente el cuarto país productor exportador de vinos del mundo, y a la vez poder estar a la par en nuestro consumo interno.

Y cuáles son tus retos al mando de la ANIAE?

Los mayores retos en corto y mediano plazo son seguir fortaleciendo el rol de la asociación gremial dentro del ámbito nacional posicionandolo como un referente técnico y profesional en la toma de decisiones para el rubro. Estamos en un proceso de reflexión, que iniciamos este año full con una asesoría que hemos tomado para ayudarnos en este proceso de identidad y reflexión con miras a tener una hoja de ruta en el mediano y largo plazo. Hay temas de gobernanza que hay que reflexionar, en la parte operativa, directiva, somos puras buenas personas que damos nuestro tiempo en pos de las actividades para todos los colegas, hay que repensar este trabajo para profesionalizarlo para que no sea sólo voluntad de las personas. Por ahí va uno de los cambios en el sistema de gestión. Luego en el rol del enólogo como profesional versátil que es, porque consolida la formación técnica, una también histórica, de respeto por le medio ambiente, y eso le da una adaptabilidad a requerimientos de la industria, este rol tan versátil es muy importante destacarlo y que es imprescindible en la cadena productiva. No podemos prescindir de los enólogos. No podemos decir no es tan importante, podemos prescindir de él. El enólogo va a estar en las distintas etapas de la carrera dándole el tiraje necesario. Continúo además con todas las actividades de extensión que hacemos, seminarios, encuentros, charlas, giras técnicas, también haciéndolo de manera descentralizada como comenzamos hace un tiempo. Queremos que a lo largo de todo el país los colegas se sientan parte de esta asociación. También la presencia de la asociación en el ámbito internacional es importante, como miembros de la Unión Internacional de Enólogos, como miembros de la Asociación de Enólogos de Latinoamérica, yo me preocuparé de que se fortalezca este vínculo que ya se inició hace un tiempo con mi predecesor. Justamente ahora que te respondo esta entrevista desde París, he aprovechado a estrechar lazos con otras asociaciones y en un mundo globalizado como vivimos es fundamental mantenerse conectados, y haciendo cosas en conjunto entre todos.

¿Qué opinas de la nueva Asociación de Mujeres del Vino que se está gestando?

Todavía es muy incipiente la fundación de esta organización, según lo que he conversado con algunas personas que conozco y que están en ello. La verdad es una mirada hacia integrar a los consumidores al vino, lo que es muy positivo, sobre todo en nuestro país que falta mucho por hacer para aumentar el consumo. La verdad es que me parece muy positivo y todo suma, todo suma. No lo veo como un grupo aparte para dividir, al contrario, mientras más grupos haya que estén dispuestos a trabajar en conjunto mejor. Tenemos hitos importantes, como el Día Nacional del Vino que ya fue instaurado hace años, es algo porque mientras más estemos disponibles para trabajar,  es bienvenido.

¿Vinos de Mujeres son iguales que hechos por hombres? ¿Importa?

No creo que haya vino de mujeres hechos para mujeres, o vinos de hombres hechos para hombres, el tema de los gustos es más transversal. Obviamente hay una mirada de que las mujeres pueden tener un gusto más delicado, pero no para un profesional consciente de que su trabajo es hacer vinos atractivos para los consumidores. La única manera de que esta cadena se mueva es tener siempre la mirada puesta en que queremos hacer un producto que produzca placer, el vino es eso, es un vehículo de sociabilización, que invita a convivir, y creo que nunca hay que olvidarse de eso. Habrá vinos que nos invitan a filosofar, pero la mayor parte del tiempo lo que queremos es hacer vinos que apelen a los consumidores y los hagan disfrutar. Y en ese sentido hombres y mujeres tenemos esa capacidad de empatía.

¿Cuál es tu mensaje hoy como representante de la ANIAE para el mundo?

Estamos en un rubro que trabaja con productos nobles, los viñedos, la tierra, la gente, para producir un producto aún más noble, el vino, que es un vehículo de socialización, con el objetivo de entregar placer. No perder de vista esto, que parece básico. Debemos trabajar de manera sustentable para que esta cadena se mantenga en el tiempo, debemos asegurar la sustentabilidad del rubro.

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