MAURIZIO GARIBALDI SAUVIGNON BLANC 2015
Nuestro elegido de la semana es un Sauvignon Blanc del Valle de Casablanca cosecha 2015, lo que a estas alturas del 2018 representa mostrar, hay que decir, como un verdadero descaro.
¿Es que acaso con el sol y el calorcito nos viene ganas de beber un blanco cítrico? Si y no. El elegido de esta semana es un blanco cítrico, pero mucho más que eso también. Perfectamente podría ser un blanco para noches junto al fuego. Es, definitivamente, un blanco ácido muy especial.
Lo primero que le hace tan particular, es que es un Sauvignon Blanc cosecha 2015 y por lo general, o lo usual es que por estas fechas estemos hablando de Sauvignones del año, como nuestro anterior vino favorito el Sauvignon Blanc 2018 de Laberinto, el que ya está para nuestra sorpresa en el mercado. Sorpresa, digo porque sus primeras versiones demostraron que la cepa sí se la puede tras varios años de guarda, e incluso en su caso mejoraba. Cosa que vuelve de demostrar y reconfirmar este Sauvignon Blanc 2015 de Maurizio Garibaldi.
Lo segundo de su particularidad es que viene de un año cálido en Casablanca (2015), un año en que si bien recuerdo los Sauvignones tenían menos aromas, pero mucho volumen en boca, y también mucho alcohol. Lo que contradice la suposición de que si el año es más frío, y el vino tiene más acidez, podrá mejorar aún más en botella el vino en cuestión.
Entonces en este blanco de Garibaldi 2015 hay alcohol, alto, de 14,5, también mucho volumen en boca, ¿y en la nariz? Es el tiempo el que le ha dado al aparecer su encanto. Curiosamente, es mucho más herbal que su versión 2016 (de un año más frío), la que también probamos esta semana junto a Maurizio, pero que no les tentaremos con ella porque aún no saldrá al mercado. Garibadi es enfático en ésto, además si de Sauvignon se trata es enfático en pensar no ellos como vinos con volumen en boca y mucho cuerpo; de allí el uso de la barrica para parte de su fermentación, y que cada año le va sumando un poco más. Este 2015, por ejemplo tiene 10% de fermentación en barricas; el 2016 tendrá 20%. Además, explica, le gusta que cada vino exprese cómo fue su añada.
Este 2015 ya ha sido todo un éxito, pero otra particularidad suya, y que es culpa una vez más de Garibaldi, es que no va a crecer en volumen: una forma fácil de perder calidad y consistencia. Garibaldi nos dice: prefiero sumar una nueva etiqueta, hacer algo diferente, que hacer más de lo mismo.
Este vino, cuenta, se hace una sola cuba de 5.000 litros. Y eso es, nada más, «pongo ahí todo lo quiero para hacerlo, todo lo mejor posible», nos dice.
El detalle valió la pena. Mostrar un Sauvignon 2015 a fines del 2018, parece un descaro, y lo es, pero se agradece. Porque el vino envuelve con los aromas de su nariz, llena de notas a puerro asado, dulces y herbales, con toques de gooseberries, o bayas verdes, cítricas, frescas, anisadas, y en boca tiene una suavidad y chispa a la vez que descolocan. Es como una mantequilla, que se derrite en la boca lentamente, pero a la vez ataca con una acidez que electrifica la lengua. ¿Cómo es eso de ser cítrico y sedoso a la vez?… Garibaldi dice que es con el trabajo de las lías, esas levaduras muertas que caen al fondo de la barrica y que busca, y mueve, y revuelve, para así volver a unir con el vino. El paso por la boca es largo, muy largo, y solo invita a una cosa, a otro y otro sorbo. Un descaro imperdible. En MoviLaTienda vale $11.900.
1 Estrella: Muy probable es que no haya en este vino más que la intención de producir grandes volúmenes a bajo precio. Recomendamos comprar sólo si es una verdadera ganga y tienes por delante muchas bocas con sed que saciar.
2 Estrellas: Bueno vino, simple, aunque nada en él sobresaliente. Vale pena comprar si es que tiene rica fruta y su precio parece una buena oferta. Si fuera un vino caro, de seguro muestra molestias no menores, como una fruta verde o sobremadura, exceso de madera, mucho amargor final o un tanino secante que nunca se suavizará.
3 Estrellas: Se las damos a un vino muy bueno, sabroso, con buenas intenciones y con un marcado carácter de su cepa o su origen. Sólo habrá un pero menor para llegar a esa perfección que buscan los expertos. Si su precio no es excesivo, no lo dejes pasar.
4 Estrellas. Tiene todo lo que uno esperaría por su precio, por su origen y por su autor; aunque incluso parezca ser un vino caro. Si es barato, compre por cajas. Desde su color hasta su sensación final en boca no tendrá ningún pero y será siempre una gran compra.
5 Estrellas. Es un vino sobresaliente, con el factor WiP, ese que nos hace decir Wow. Imperdible ya sea porque su origen es extremo, su producción limitada o su carácter diferenciador; porque te hará ver estrellas, sino es hoy, en al menos 10 años más. Su precio puede ser elevado y hasta podría tener algún detalle menor, pero todo lo anterior lo justifica. Si no valoras la imperfección ni la producción limitada, déjalo pasar.
Un comentario
Gloria amparo villegas.. dijo:
Hola cordial saludo..
Estoy muy interesada..