EL NUEVO GRAN CABERNET DEL MAIPO, MAIPO ENTRE CORDILLERAS

Publicado el 13 diciembre 2023 Por Mariana Martínez @reinaentrecopas

Los hermanos Sebastián y Marco De Martino, presentaron junto al enólogo Nicolás Pérez, su portafolio  2024. Un viaje desde Itata (no Italia) a Isla de Maipo, que llega a su máxima expresión con el Cabernet Sauvignon Cuvée 2021.


Si no conocen aún los detalles de las Indicaciones Adicionales de Chile, llamadas Andes, Entre Cordilleras y Costa, bien valdrá leer esta pequeña introducción. Si ya les resulta tema viejo, pueden ir directo al siguiente punto: «De Martino saca brilla Entre Cordilleras».


Indicaciones Adicionales? Supimos, alguna vez, que cuando se presentó este proyecto a Vinos de Chile para diferenciar los sectores que hoy son  Andes, Entre Cordilleras y Costa, dentro de la zona vitivinícola comprendida en el gran Valle Central (desde Maipo hasta el Maule), que el objetivo era sacar del montón, de la cesta,  solo lo excepcional; que eran, para los técnicos los sectores Andinos (en los pies de la cordillera) y los sectores Costeros (justamente cercanos al Océano Pacífico). Los primeros, Andes, con mayor amplitud térmica entre día y noche y suelos rocosos, más pobres, ideales para la producción de los grandes tintos, como los grandes Cabernet del antes llamado Maipo Alto (ahora Maipo Andes). Los segundos, Costa, de clima frío, ideales para producción de cepas de períodos más cortos, especialmente blancas y Pinot Noir. El sector Entre Cordilleras, en medio de ambos, quedaba así fuera,  por sus suelos profundos y clima más cálido,  responsables por sus condiciones de «paraíso vitivinícola» de los vinos buenos, bonitos y baratos de Chile.

Ante la pregunta “¿qué será de nosotros si no estamos ni en Andes, ni en Costa? fue como habría surgido el tecnicismo Entre Cordilleras. Una indicación que personalmente nunca pensé ver usando en etiquetas como apellidos de las D.O. más amplias, para saber ubicación más precisa de un viñedo (el objetivo mismo de la Indicaciones Adicionales). Pero no fue así.  La empezaron a usar, imagino, sin saber la razón inicial de aquel proyecto, el que -aunque no parezca- ya lleva vigente desde el año 2012.

Lo que siempre suelo mencionar, es que en ese Entre Cordilleras así como en Andes (que llega a veces demasiado lejos de los pies de los Andes), no podemos siempre generalizar. Por el contrario, debemos mirar y mirar, separar y separar, con lupa bajo el agua (o mejor dicho, bajo el suelo) para encontrar sus valiosas excepciones. Una de ellas, la más obvia tal vez, es Apalta, en los pies de un brazo de los Andes que baja en dirección al mar, en plena Entre Cordilleras del Valle de Colchagua, considerado entre los mejores terruños de Chile, aunque no para todas las variedades.

Muy cerca, otro viñedo excepcional,  seguro entre muchos, es el de Cunaco, con centenarios  Malbec de Viu Manent y que dan origen a su Viu 1.

El otro, en Maipo Entre Cordilleras, es el campo Santa Inés, centro de operaciones de Viña de Martino desde su fundación en 1934.


 

De Martino saca brillo Entre Cordilleras

En su campo Santa Inés, ubicado  entre las Cordilleras de la Costa y Los Andes, Sebastián y Marco De Martino, la cuarta generación al mando de Viña De Martino, se ha dedicado a buscar sectores especiales con ese mix único entre la variedad precisa y perfil de suelos, para dar con vinos excepcionales.

En este ejercicio, De Martino ya tenía varias joyitas, y había, también, descontinuado otras.

Hablamos del actual Carmenère Alto de Piedras 2021, mezcla  80 % Carmenère y 20 Cabernet Franc, nacido de un viñedo plantado en 1992. Un Carmenère de cuerpo medio, el que a pesar de sus suaves taninos, su gran concentración de fruta negra lo hace  intenso y persistente. De gran agarre en boca, más no tensión; sí, con la frescura de su año excepcional.

Otra joyita de Santa Inés es La Blanca 2022, un vino 100%  Semillón de  Isla de Maipo, nacido de un viñedo de 2010. Antes de 2019, sus uvas se destinaban a un delicioso blanco dulce, con botritis noble. Ahora seco, seco, este Semillón es uno de los primeros vinos de Santa Inés que soñaron los hermanos De Martino. Fermentado y guardado en barrica vieja por 18 meses, es un blanco de clima cálido, cierto, con gran volumen, pero a la vez deliciosa acidez. Muy sabroso y tenso, hace salivar y salivar. No podemos esperar a probarlo con al menos 6 años en botella. Su versión dulce se descontinuó.

Esta trilogía de Santa Inés se cierra con La Cancha Cabernet Sauvignon 2022. “Otro bebé mío y de mi hermano, nos dice Marco, porque detuvimos la máquina a punto de arrancarlo”. Un Cabernet tenso, de fruta neta, brillante, de rica acidez y muy largo. Se trata de un Cabernet clonal, un dato relevante en esta historia; ya veremos por qué. El vino seduce por lo neta de su fruta roja, además de ser muy sabroso y con jugoso final. Fermentado y guardado en fudres grandes, como todos los vinos que nacen en Isla Maipo.

El otro vino que dejó de existir de santa Inés, es el Familia Cabernet Sauvignon. Su última versión fue 2010, cosecha histórica. Lo probamos durante la presentación del catálogo de vinos de la Viña De Martino, junto con todos los demás. Como una muestra de lo que ya no será. Tenso aún, con mucha madera, y mucha fruta negra vivaz todavía.

En la siguiente mesa, al final del recorrido que fue la presentación del catalogo De Martino 2024,  estaban los dos nuevos hijos de Santa Inés, que en realidad es uno solo, pero que ya tiene dos versiones: 2020 y 2021 (precio $110.000). Como antesala supimos que el equipo ha estado trabajando los últimos diez años, buscando detectar los mejores viñedos de Santa Inés, para devolverle su valor,  bajo la asesoría del chileno, radicado en Francia,  Rodrigo Laytte. Laytte es consultor international en suelos, viticultura, enología y estrategia, además de haber sido director técnico de Chateau Margaux hasta el 2019. Hoy, entre otros, fue Director Técnico International de 7 propiedades del grupo Estates & Wines – Moët Hennessy.

Marco nos explicó que empezaron a separar y separar y manejar diferente viñedos, así apostaron a un lote de Cabernet antiguo, selección masal (no clones) de los años 90. Su primera vinificación por separado  fue con la cálida cosecha 2020. “Una vez que lo probamos listo, dijimos: ¡vamos!» Claro, no era cualquier Cabernet.  Se trata de tres cuarteles, que juntos suman apenas 1.6 hectáreas y se encuentran sobre suelos ricos en gravas (rocas redondas del río) y carbonato de calcio producto del riego; suelos muy pobres, por el contrario en su porcentaje de arcilla.

Por otro lado, destaca Marco, algo que hemos venido deduciendo de últimas conversaciones con enólogos. La alta radiación en los viñedos de Maipo Andes, se traduce en una más baja en lo que es Maipo Entre Cordilleras, al estar más bajo en relación al nivel del mar, y además, por su mayor cercanía con la costa, posee más brumas matutinas y más días nublados en primavera y verano. Todo lo que, nos confirma Marco, favorece una madurez más lenta y alcoholes más bajos.

Los hermanos Sebastián y Marco De Martino, cuarta generación a cargo de Viña De Martino.

“Este es un viñedo, además, destaca Marco, intermedio en vigor, que produce vinos más largos y fragantes, que anchos. Con más intensidad, que riqueza. Es nuestro Margaux del Maipo”.

Marco lo compara con el gran Chateau Margaux del Haut Medoc, reconocido como el más femenino de los Primer Cru de Burdeos. En el viñedo de Cuvée dice, la falta de arcilla es clave, porque por el contrario su presencia junto las gravas es la responsable de aportar el volumen a los más famosos Cabernet de Maipo Andes.

Viñedo Santa Inés en Isla de Maipo. Destacados  vemos los cuarteles seleccionados para sus grandes vinos.

Todo lo que nos describe – al pie de la letra- es mucho más notorio es la versión Cuvée 2021, un año más fresco, que 2020. Y, es la razón también, por qué las mezclas de ambos son diferentes.

Elaborados en fudres de 2.500 litros, Cuvée 2020 (año cálido) es mezcla 88 % de Cabernet Sauvignon, 9% de Malbec y 3% de  Petit Verdot. Dice su ficha técnica que durante su invierno llovieron apenas 56 mm, uno de los registros históricos más bajos en la zona; y en verano, hubo en promedio máximas de 30.9°C  y 30.1 °C en enero y febrero.

Cuvée 2021, por el contrario, registró 249 mm de lluvias en su invierno y una primeva y verano con temperaturas más bajas en promedio: de 29.9°C en enero y 28.9°C en febrero. Cuvée 2021 es mezcla  91% de Cabernet Sauvignon,  5% de Malbec  y 4% de Petit Verdot.

Cuvée 2021 es la versión delicada en nariz y boca, perfumada, con notas a grafito, y un tanino elegante  y a la vez tenso. Es delicadeza en combinación  con madurez óptima de fruta roja, que nunca antes había experimentado del Maipo, mucho menos con apenas dos años de vida. Largo, muy, muy largo…

Para pellizcarme volví hasta la mesa de La Cancha ($22.000). Adivinen a dónde enseguida volví. Volver a pasar por Cuvée 2020 fue otra parada obligada: el exuberante, lleno de fruta roja, intensa, muy largo.

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La ante sala, el secano… 

Sebastián y Marco de Martino además de apostar por Santa Inés, también se atrevieron a comprar un viñedo en Guarilhue, cuando apenas nacía su fama. De allí, es donde nacen sus ya históricos vinos Viejas Tinajas Cinsault, y Viejas Tinajas Blanco, además de Las Olvidadas País.

También, plantaron viñedos en los pies del Volcán Villarrica (2.5 hectáreas, en un campo de 60); una apuesta de la que han tenido que ir aprendiéndolo todo, como buen terruño nuevo, y que en 2024 debería darle sus primeros vinos. «No nos pidan más para una sola generación», dicen entre bromas.

Nicolas Pérez, nuevo enólogo en jefe de De Martino.

Como antesala a los vinos de Santa Inés, en esta oportunidad la presentación de De Martino en el restaurante La MESA, comenzó con las Viejas Tinajas, junto a Nicolás Pérez. El nuevo enólogo en jefe de la bodega destacó su preocupación por tener vinos más limpios, que evolucionen mejor con el paso del tiempo.  “La idea, nos dijo, es que no pierdan la poca intervención, pero que sean sin desvíos”. Un cambio que dice ya les ha costado detractores. Nada inesperado. Los vinos siguen reflejando su origen, en 2022 cálido.  También supimos que no tendrán del Itata versión 2023 por incendios en la zona.

Probamos  Viejas Tinajas Blanco  2022 (Moscatel-Chasselas) y Tinto 2022  (Cinsault) más Las Olvidadas 2022 (País -San Francisco), este ligero en color, liviano en cuerpo, pero con garra. El más tenso de los tres.

Le siguieron en fuerza, Las Cruces 2021, deliciosa mezcla de campo con Malbec y Carmenère del Cachapoal) y VIGNO 2022 (85 % Carignan de Sauzal y 15 % de Cinsault + Malbec +  Cabernet+ Carmenère ) color  rubí oscuro, lleno de fruta negra sabrosa, austero en dulzor, no en acidez ni volumen. Vibrante. Herbal en su final.

Volviendo en circulo al tema de las Indicaciones Adicionales, Las Cruces y ViGNO también son vinos nacidos en Entre Cordilleras. Viejas Tinajas serían  Costa,  aunque particularmente y por eso lo digo al inicio, los tres sectores que están bien  marcados en su definición técnica (templado/Andes -cálido/Entre Cordilleras -frío/Costa) sólo en el Gran Valle Central; aunque en el papel se extienden hacia el norte y algo más hacia el sur.

Atentos a los precios de la viña esta semana, hay muy buenas ofertas.

 

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DE MARTINO CINSAULT VIEJAS TINAJAS 2016

 

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Un comentario

  1. […] con foco en nuestras  variedades emblema? Creo que lo más cercano es De Martino con su nuevo Cabernet Sauvignon Cuvé, de la mano de Rodrigo Laytte, de quien pronto publicaremos entrevista. Atentos, por cierto, al […]

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