«REGISTRO DEL SAG VALIDA LA CEPA TAMARUGAL»
UNAP informó a WiP, junto a su Derecho de Aclaración, que solicitó ajuste a base de datos internacional VIVC correspondiente a su variedad NN. Lo que prima de todas maneras, aseguran, es su registro legal en Chile.
El objetivo de esta nota sobre la variedad Tamarugal, registrada para su explotación exclusiva por la UNAP el año 2016 de la mano del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), busca aclarar la información publicada por WiP.cl el pasado 16 de diciembre. Rectificación que será basada en información aportada por la UNAP a través de su Manifiesto de Aclaración (según el derecho que da la ley 19.733 sobre Libertades de Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo), y que fue enviado a este medio especializado en vinos el 23 de diciembre del 2020, y recibido conforme de la mano de Receptor Judicial el 05 de enero del presente año.
Está misiva firmada por Alberto Martínez Quezada, Rector de dicha Institución Superior, Pública y Regional y sin fines de lucro, confirma el interés de ésta casa de estudio por aportar a su comunidad de la Región de Tarapacá, en este caso, particular “a través del Proyecto Vino del Desierto” buscando ayudar al territorio mediante transferencia tecnológica para desarrollar la viticultura del desierto.
Todos los detalles del proyecto «Vino del Desierto» fueron expuestos por su director Marcelo Lanino en nuestro Primer Seminario WiP Online 2020, al cual pueden acceder aquí.
La carta de rectificación hace ver que la nota de WiP indica que la cepa Tamarugal aparece en Catálogo Internacional de variedades como sinonimia del Huevo de Gallo, omitiendo el proceso legal y científico de nuestro país. Ya que, según aclara el Rector de UNAP, el procedimiento oficial de registro de variedades en Chile se realiza a través del SAG mediante una pauta de la Unión Internacional para la protección de las obtenciones Vegetales (UPOV) y que reconoce derechos de propiedad intelectual de los obtentores.
Ante la pregunta: ¿es posible obtener la protección de una variedad sobre la base de su perfil de ADN. Duda que formulamos en la nota a partir de una variedad NN sin haber tenido mejoramiento ostensible, la explicación de UNAP dice: “Para obtener protección de una variedad ha de poder distinguirse claramente de todas las variedades existentes, sobre la base de caracteres que se expresan físicamente, por ejemplo, altura de la planta, época de floración, color del fruto, resistencia a las enfermedades, etc, etc. El perfil de ADN no es base para obtener la protección de la variedad, se aclara, aunque esta información puede utilizarse como información”. Se adjunta el siguiente link https://www.upov.int/portal/index.html.es.
Punto aparte, la carta menciona que el proyecto “Vino del Desierto” envió perfil molecular a la base de datos del VIVC (catálogo que se menciona en la nota de WiP.cl) y que la Dra Erika Maul les indicó “que se realizará un ajuste molecular por parte de la base de datos”.
En virtud de esta sinonimia registrada en el VICV, comunica la carta de UNAP: «el perfil original de la cepa Tamarugal difiere en los siguientes marcadores con la Huevo de Gallo: VVMD5, VVIQ52, VVIH54. Además, se explica, la Huevo de Gallo registrada en el INTA, tiene diferencias morfológicas con la cepa Tamarugal, ya que según Alberto Alcalde (padre de la ampelografía en Argentina), en su investigación ampelográfica Uvas de mesa modernas y algunos antiguos cepajes cuyanos indica que lo más característico de la Huevo de Gallo son las bayas alargadas de pulpa blanca e insulsa y que no tiene condiciones para uva de mesa y vinificación.
En esa misma línea, se indica que Gustavo Aliquó, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) mencionó que Huevo de Gallo tiene sabor a Moscatel. Características muy distintas, aseguran desde UNAP a la cepa Tamarugal, ya que tiene una baya globosa, de color verde-amarillo y no tiene sabor a Moscatel. Premios en el concurso Internacional Catad’Or Wine Awards 2018 y 2020, más la distinción de la Mesa de cata de La Cav, confirmarían que sí tiene calidad enológica.
Según explicara en el 1er Seminario WiP.cl, Marcelo Lanino, los Fondos para la Competitividad Regional, adjudicados al proyecto «Vino del Desierto» permitieron adquirir la tecnología y contratar asesores para mejorar la calidad de los vinos, antes elaborados sin condiciones adecuadas; conocimiento que en su momento será transferido a los pequeños agricultores de la zona para la elaboración de sus propios vinos a partir de viñedos propios plantados con Tamarugal.
La carta de UNAP menciona a su vez que «WiP.cl omitió todo el procedimiento de registro, ya que el proyecto “Vino del Desierto” realizó la identificación molecular de las cepas antiguas rescatadas en el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) La Platina, logrando reconocer la cepa País. Posteriormente, detalla UNAP, que el ADN fue analizado por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDRA)» identificando otras las cepas, como la Gros Colman y Ahmeur Bou Ahmeur.
Todo lo anterior, detallan, «se realizó en conjunto con el profesional del INIA La Platina, Patricio Hinrichsen. Luego, el Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia (INRA) les informaría de la identificación de la cepa Torrontés Riojano, corroborando posteriormente también por IMIDRA, quedando así un genotipo que no pudo ser identificado genéticamente. Debido a ello, y ya que no se pudo identificar este genotipo y avalando por informe técnico de Patricio Hinrichsen (INIA) se solicitó la intervención antes mencionada del SAG. Este proceso de registro que se basa en la ley 19.342 mediante pautas UPOV».
Según se detalla, además: “con este fin, el SAG se desplazó a la región de Tarapacá con el objetivo de supervisar y evaluar en el tiempo este material para verificar que la cepa cumpliera con tres características, como son distinción, homogeneidad y estabilidad. Es así que el SAG en el año 2016 sustenta y valida oficialmente la variedad, otorgando el Derecho del Registro de Obtentores definitivo, constituyéndose este material genético en la primera cepa vinífera chilena registrada».
Según finaliza la misiva, el derecho del obtentor se constituye mediante la inscripción de la variedad en el Registro de Variedades Protegidas, que lleva la División Semillas del SAG. «Registro que confiere el derecho exclusivo para multiplicarla por 18 años, tal como es el período de protección estipulado para árboles y vides».
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Nota del editor de WiP. Detallado todo lo anterior por UNAP, quedamos atentos a que en el sitio de ViVC se aclare lo sugerido con respecto a la sinonimia de Tamarugal para Huevo de Gallo. También, si bien no somos una fuente experta en genética, entendemos que la tecnología en identificación de ADN ha dado saltos gigantescos en estos últimos años y recomendamos aclarar y confirmar cualquier duda despertada, bajo la mirada de otros expertos internacionales, como el Doctor suizo José Vouillamoz, el equipo de expertos de UC Davis o la Universidad de Montpellier, donde años atrás se aclaró la confusión entre las cepas Merlot y Carmenère existentes en Chile.
Ello, entendiendo además, que en entrevista publicada recientemente en Revista Ya, Ingrid Poblete (investigadora de UNAP con gran experiencia en el tema), explicó -junto al detalle de la investigación que lideró en busca de identificar variedades desconocidas del desierto- que la Tamarugal sería una mutación debido a las condiciones extremas del lugar. «Por la alta radiación, temperatura, suelo salino, la planta mutó y cambio su patrón genético», explicó Poblete. Sería pues de gran interés científico saber a partir de qué variedad mutó.
Me gustaría agregar que el tema del registro de una nueva variedad de uva para producción vino a través del SAG, ha estado dando vueltas en mis anotaciones desde 2018, cuando supe que la cepa Tamarugal era la primera cepa inscrita en Chile. Sin embargo, por una prioridad u otra había quedado en el tintero indagar más profundamente el proceso. Veo ahora la oportunidad de aclarar el detalle de este registro legal para aclarar cómo fue posible y así abrir la oportunidad de registro a las demás cepas NN descubiertas en Chile. Como por ejemplo, las NN descubiertas en 2019 por Juan Ledesma, quien explicó a WiP.cl -según su entender- que no es posible hacerlo si no hay mejoramiento ostensible. También, aunque no sabemos si les interese hacerlo, las nuevas NN que de seguro encontrará el proyecto de investigación genética del INIA o en las cuales está trabajando hace años Viña Santa Carolina, con el fin de dar con nuevas variedades NN con aptitudes para producir vinos de calidad.
Así es como solicitamos esta semana al SAG el detalle de los requisitos y pasos a seguir (según Ley 19.342) para registrar una variedad mediante su División de Semillas, el que se realizó a través de correo electrónico a su departamento de Comunicaciones. El que nos comunicó esta tarde que próxima semana tendremos la respuesta.
Consideramos este tema es de suma importancia para Chile, justo cuando nuestros viejos viñedos, en casos prefiloxéricos, son considerados un tesoro de valor incalculable bajo las implicaciones del Cambio Climático en nuestra Vitivinicultura del futuro. Y, la Tamarugal, así como otras variedades encontradas en nuestros desiertos, podrían tener un valor mucho mayor, para la creación de nuevas variedades con potencial cualitativo, ciertamente para la vitivinicultura que resurge en Tarapacá, pero también en diferentes desiertos y zonas de extrema sequía dentro Chile, y por qué no del mundo.
También, destaco, que he cambiado el título de la nota, tal como lo sugiriera en su momento el personal entrevistado de INIA. Lamento haber causado asperezas entre instituciones, las que deben trabajar en base a la confianza mutua.
Por último, como editora de WiP.cl no puedo dejar de mencionar mi opinión de que el terruño es el que determina la calidad e identidad de un vino en conjunto con sus variedades. Además, de que soy una gran defensora de que la vitivinicultura en Chile debe comenzar con sus D.O. por el Norte Grande (aunque hoy comienzan en la Región de Atacama) y que el desarrollo del enoturismo en este territorio extremo será sin duda un gran aporte para su crecimiento económico y cultural. Y en esta dirección, UNAP ha comenzado un muy valioso trabajo.
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2 comentarios
Alejandro Cáceres dijo:
Es interesante el como una variedad que debiera pertenecer al patrimonio genético de Chile, es inscrita por una universidad con la consiguiente pregunta del ¿por qué? Obviamente la universidad no puede lucrar en vender plantas, sino estaría incurriendo derechamente en lucro, ante lo cual sería interesante averiguar las verdaderas razones de esto. Por otra parte esta toda la controversia en el mundo científico de si realmente es una nueva variedad. Los análisis realizados en Europa por centros reconocidos en este tema, obviamente dirán que es una nueva variedad al no reconocerla dentro del material genético de Europa, pero que pasa con las bases de datos de Sudamérica, en donde esta variedad quizás se conoce por otra sinonimia, como huevo de gallo, blanca ovoide o quizás otra variedad. Los análisis genéticos utilizan marcadores moleculares y dependiendo del número es como podemos estar 100% seguros de que realmente es una nueva variedad para el mundo, por lo cual seria interesante que otras universidades pudieran acceder a este material genético para seguir haciendo pruebas. La controversia, en el mundo científico, desde hace algunos años viene dada por que no se sabe si es una nueva variedad. La explicación de que podría ser una mutación debido a las condiciones ambientales del lugar haría que cada cierto tiempo aparecieran nuevas variedades, lo cual a todas luces no pasa en la naturaleza o es muy raro. Por otra parte se debiera averiguar la verdadera razón de la universidad en apropiarse de una variedad que esta en muchas partes del norte de Chile.
Mariana Martinez dijo:
Gracias Alejandro por tu comentario de un problema del que nadie más se ha atrevido a hablar públicamente, no sabemos justamente por qué.