DE LETONIA ES EL MEJOR SOMMELIER DEL MUNDO 2023

Publicado el 14 febrero 2023 Por Claire Manvieux desde París

Claire Manvieux nos cuenta desde París del evento más esperado por la sommeliería mundial, cuyo ganador fue Raimonds Tomsons.

Puede ver aquí un resumen de los que fue esta semana de concurso en París. 

Más de 4.000 profesionales y entusiastas del vino se dieron cita en París para asistir al concurso que elegiría al Mejor Sommelier del Mundo 2023, evento organizado por la Asociación Internacional de Sommeliers (ASI). La competencia de cuatro días, con participantes en representación de 68 países,  culminó este domingo en La Défense Arena de París, con el anuncio de los tres únicos finalistas y su gran final. Como ya es costumbre, una competencia infartante con una seguidilla de pruebas en el escenario que van desde degustación a ciegas, hasta un complejo juego de roles en un ficticio restaurante de alta gastronomía. Los detalles no los cuenta la sommelier Claire Manvieux desde París.

En una época cuando las mujeres tomamos cada vez más protagonismo y también queremos vernos sobre el escenario en estas competencias, esa energía se sentía ante el anuncio de los tres semifinalistas. Existía la sensación de… que maravilloso sería tener una final entre tres mujeres. Un sueño, que se nos olvida es prácticamente  imposible, si recodamos que hasta hoy, desde 1969 sólo ha habido ganadores hombres en las finales de este concurso.

La fe estaba puesta en la tríada formada por Nina Jensen, la danesa que fuera segunda finalista en la última competencia del Mejor Sommelier del mundo, realizada antes de pandemia del año 2019; y en la argentina Valeria Gamper, Mejor Sommelier de América 2022 y única latinoamericana en llegar a esta seminal mundial 2023. A ellas,  se sumaba la gran favorita, la francesa Pascaline Lepeltier, jugando de local. Sin embargo, al ir descartándose los participantes, hasta tener los tres finalistas, esa energía fue desvaneciendo.

Podio de la gran final del concurso Mejor Sommelier del Mundo 2023

Valeria se anunció en el sexto lugar y Pascaline en el cuarto. Antes de quedar la francesa eliminada se sentía en el público gritar Pascaline, Pascaline… Con su eliminación se sintió una decepción tremenda. Vi gente llorar a mi alrededor. Era ver caer a una heroína en el último peldaño. Luego los tres finalistas no tuvieron muchos aplausos. Con esa energía empezó la final.

Antes de hacer el sorteo para asignar el turno de participación, se les hizo una entrevista a cada finalista. En ese momento Reeze Choi, el representante de China y la gran sorpresa entre los tres finalistas, dijo que estaba muy sorprendido de haber llegado hasta allí y que no se lo esperaba. Nina y Raimonds Tomsons de Letonia, en cambio, dijeron estar felices y que iban a darlo todo. Recordemos que ambos habían compartido la gran final del 2019, en la cual resultó ganador el alemán Marc Almert. Raimonds había tenido entonces el tercer lugar.

Podio de finalistas correspondiente a la competencia anterior, año 2019.

Por sorteo le tocó subir al escenario primero a Reeze, quien creo hizo un servicio muy desordenando. Especialmente en la segunda prueba, cuando llegaron los clientes inesperados, o le pedían cosas fuera de las instrucciones. Aunque, hay que destacar, siempre hizo su trabajo con su sonrisa y actitud ligera, lo que es agradable dentro del servicio. Su cata estuvo muy buena en blancos pero en tintos no tanto. Como dijo él mismo que “no se lo esperaba”, se notó que no estaba preparado en su cabeza para enfrentar una final. Quedó muy claro cuando venían los resultados finales: el primer lugar estaba entre Nina o Raimonds.

En cuanto al performance de Raimonds no tengo dudas de fue muy bueno, perfecto, pero hay que decir que no encantaba tanto. No hubo lo que hizo vibrar de Nina.  La performance de Nina fue preciosa, y a nosotras como mujeres nos conmovió. Es el poder transmitir el amor y pasión de la profesión que no se sentía en los otros dos, quienes respondieron a las preguntas, hicieron el ejercicio y sí, lo hicieron perfecto. Entendemos, por supuesto, que la evaluación debe ser lo más objetiva posible, según los puntos obtenidos por cada prueba. Y que quien menos errores comete, gana.

 

Las pruebas de los tres finalistas y su última participación juntos sumó más de cuatro horas, en ellas debieron tomar el rol del jefe de sala ausente por un imprevisto, degustar a ciegas vinos blancos y tintos, sugerir vinos para una comida de una destacada chef, e identificar los errores de una lista de vinos a la venta a la cual por primera vez se le sumó el reto de identificar si los precios eran correctos. Fue en este último detalle donde se recibieron las mayores observaciones y los sommeliers destacaron en especial lo bajo de los precios en vinos muy caros y exclusivos, los cuales ojalá fueran ciertos para poder sumar a sus cavas.

Destaco entre las pruebas de degustación a ciegas del mítico vino Merlot de la AOC Pomerol Petrus, en dos cosechas diferentes, el cual fue alabado por los tres participantes por igual, y gracias a sus descripciones dieron muchas ganas de  poder beber. Otro de los retos de la gran final, fue evaluar un vino para un próximo encuentro de negocios, el cual tenía un alto contenido de acidez volátil. Ninguno lo notó. Una prueba que por lo que parece se quedará.

Otra prueba inédita, fue identificar vinos de la cata a ciegas para conectar con dos tipos de piedras diferentes. Una prueba que dejó a la luz, como se comentó graciosamente en el escenario, la necesidad de ser geólogos, además de sommeliers.

Los cuatro vinos blancos catados a ciegas debieron ser relacionados con dos tipos de rocas.

La última prueba en conjunto consistía en adivinar el vino a partir de imágenes en secuencia, donde sin duda destacó el letón, quien adivinó los también míticos vinos Pol Roger Sir Wiston Churchill, Opus One y Case Basse di G. Soldera Brunello di Montalcino.

En cuanto a las semifinales, mencionar  que hubo las infaltables elaboraciones de cocteles, y degustación a ciegas de diversos licores del mundo; y esta vez se sumó por primera vez el reto de identificar bebidas sin alcohol, una tendencia mundial en la alta restauración. Esta última degustación, incluyó  kéfir, kombucha, tepache, geisha coffe y amazake. Además, por primera vez, se incluyó el reto de identificar qué tipo de madera llevaba un mismo vino guardado en tres tipos de maderas diferentes (húngara, francesa y americana).

Otra de las pruebas en la semifinal consistió en identificar cuatro vinos elaborados con sus pieles, entre ellos, el primero Viejas Tinajas de Viña De Martino, Itata, Chile.

 

Otra trampa en el juego de roles y que demuestra lo diversos de los conocimientos que se deben manejar, dentro de las pruebas semifinales solicitó servir a una mesa de varios comensales un Champagne y, a sólo uno de ellos, cerveza. Ésta con fecha de consumo vencida, no debería haber sido servida.

Una vez anunciado el gran ganador, Raimonds Tomsons de Letonia, destacó: “Estoy extremadamente feliz, no podía imaginar una ciudad mejor que París ni un país mejor que Francia para este título”. Además, dio en particular las gracias por haber podido degustar Petrus.

Tomsoms, quien había sido elegido como el Mejor Sumiller de Europa y África 2017,  es consultor de vinos y trabaja como director del importador Barents Wine Collectors, con sede en Riga. También cofundó una plataforma de educación sobre vinos llamada WineTeach.

En representación de Chile, recordemos participó Marcelo Arriagada, ganador del concurso Mejor Sommelier de Chile el año 2021.

 

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