LA DE COPAS ENTRE SALUD, DINERO Y FELICIDAD
En una semana donde el café será protagonista, Alessandra Lanzarini nos cuenta desde la barra -dónde más- la peculiar historia detrás del Espresso Martini.
Y así de engrupida estaba en su vestido ajustado, zapatos de considerable tacón, labios bien pintados de rojo, muy de piernas cruzadas sentada tres cuartos en una silla alta frente a la barra clásica de madera oscura, creyéndose todo lo interesante y sofisticada que su fantasía podía permitirle.
La copa era lo más claro desde el primer momento: debía ser de tallo largo y fino, ojalá Coupette, Martini o María Antonieta. Y sostenerla usando las puntas de los dedos con uñas pintadas a juego con su labial, todos debutando en este rol de diva de otros tiempos.
– Buenas noches, ¿le puedo ofrecer algo para beber? _Preguntó alguien en la barra, mientras disponía un vaso de agua fría, como exige el Consumo responsable.
– Buenas noches, sí por favor ofrézcame… _Dijo ella siguiendo la construcción que había establecido y sintiéndose la más indescriptible, para comenzar. Vamos echando a andar un universo de adjetivos, que perdieron relevancia después de entregar su atención al bartender, la situación, su accionar, la barra y por supuesto el cóctel.
– Le sugiero un Espresso Martini, un cóctel clásico en vodka y café._Dijo el batender.
– Espresso Martini? Perfecto, pero por qué? cuéntame más…_Valga explicar que el citado cóctel ya estaba tanteado, probado y querido en la realidad. Pero bueno, tan inmersa estaba ella en todo esto, obnubilada incluso, su película no dejaba de correr con filtro de época. La historia por favor…
– En un principio era «Vodka Espresso», un cóctel que ajustaba con los gustos y necesidades de esos entonces, integrando los atributos del café y la pureza del vodka…_ Corría el año 1983, la historia sucede en un bar londinense, de los connotados y referentes para los que nos dedicamos a esto. Nuestro bartender relató, mientras sus manos encendían cafeteras, agregaban hielos a la copa, líquidos a su Coctelera Boston (*), casi rítmico. Hasta que se detuvo. Con vodka Grey Goose en mano a punto de verter.
– Disculpe, ¿Cómo prefiere, dulce, o más bien seco? _ Le preguntó, perfecto por su delicadeza, disposición y más que nada, su despliegue casi coreográfico en la preparación.
– Tu eres el experto, adelante… Por favor. _Dijo ella.
– Supuestamente una futura top model habría llegado a la barra de este icónico bar solicitando con urgencia al bartender un cóctel que la despertara y… _No dijo él nombres, de la modelo, bar, ni bartender; no los diremos nosotros. Sí, él se detuvo con algo de complicación en su cara mientras disponía la preciosa copa frente y al centro de ella, y agregó:
– Con todo respeto, de acuerdo a la información que manejo, la frase literal habría sido «a drink to wake me up and fuck me up«. _Sabemos que hay otra versión de esta frase, pero el boca en boca hizo el resto. La historia empezó a correr entre bartenders y bares de moda, como así también la fama del Espresso Martini fue en aumento.
-Disculpa ¿Cómo?_ Escapó ella algo placè ya con el Martini en frente. mientras él agitaba primero y servía esa promesa de cóctel desde su Boston ayudado de un maravilloso Steiner con un dominio y habilidad hipnótica.
– También podría comentar que dentro del purismo, no es un Martini técnicamente. Ya que no integra Gin ni Vermut en la preparación. Se denomina así por el tipo de copa… _Explicó él tan correcto, desviándose de la parte jugosa del relato.
– Gracias… pero por favor me puedes aclarar a qué se refiere con eso de «a drink to wake me up and fuck me up«…
– Significa «Un trago que me despierte y me mande a la mierda». _Respondió tan serio como antes._Casi en trance, en punta de dedos el cóctel, ella buscó acercar lentamente la copa y la boca… A medida que la distancia entre ellos disminuía, la capacidad de audio también…
-Y los tres granos de café simbolizan salud, dinero y felicidad. _Dijo él.
A eso mismo sabía su cóctel. Olía como un buen día. Ya no escuchaba. El bigote de espuma no fue tema.
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(*) Coctelera Boston. Características y usos: Está formada por dos vasos, uno metálico y otro de cristal de diámetro más pequeño. Cuando se bate el metal se contrae por el efecto del frío y queda herméticamente cerrada, aunque hay que asegurarse siempre que el cuerpo de cristal esté arriba.
Alessandra Lanzarini Olivari Sommelier & Bar Consultant. Curiosa siempre, comenzó estudiando Ingeniería en Acuicultura en la Universidad Andrés Bello, pero suspendió para explorar su interés en los cruceros. Lo que la llevó a descubrir su pasión por la gastronomía y la hotelería. Después de regresar a Chile, estudió Comercio Internacional y Administración de Empresa; mientras, trabajaba en destacados hoteles y restaurantes. Posteriormente, ingresó a la Escuela de Sommelier de Chile, y trabajó en diferentes restaurantes, explorando vinos y destilados nacionales y extranjeros. Actualmente, trabaja de forma independiente como sommelier, asesora de bares y desarrollo de coctelería. Sus grandes pasiones: escribir, hacer arte y experimentar con sabores.
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2 comentarios
Claudio Cossio dijo:
Lo mejor es que cada día crece más como persona y profesional.
Mariana Martinez dijo:
Hermoso. Nos encanta su energía.