Noticia fue publicada sorpresivamente este lunes en el sitio oficial del SAG, como dice la misma nota, con el fin de contribuir al desarrollo de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y reconocer la bebidas alcohólicas producidas en Maule, Ñuble y Biobío.

La noticia de que el Pipeño será desde ahora reconocido como una bebida alcohólica producida en territorito nacional con características propias y diferentes al vino, cayó como agua fría, por decir poco. Aunque los medios que desconfíen el fondo del tema ya la celebran.

Cierto, leyendo el título, podría haber una buena intención. Pensamos: reconocer el valor de una bebida que hoy, después de un gran trabajo de la mano de pequeños viñateros del Maule, Itata y Biobío, se ha logrado posicionar como un vino de calidad  típico del campo chileno.

Pero, pero… como dice la nota del SAG (fecha 17 de julio 2023) el fin de crear esta nueva denominación es contribuir al desarrollo de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y reconocer al tradicional “Pipeño” en el territorio nacional con características propias y diferentes al vino. Por lo que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) incorporó en su Registro de Bebidas Alcohólicas la clasificación genérica de “Pipeño”. Lo que establece que podrán ser registrados bajo esta nueva denominación solo las elaboradoras vitivinícolas que forman parte de la AFC de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío.

A partir de esta medida, el SAG -explica la nota de prensa ya mencionada- reconoce la clasificación de “Pipeño” a las bebidas alcohólicas elaboradas a partir de la fermentación alcohólica parcial del mosto de uvas frescas, preparado mediante prácticas enológicas autorizadas y producido con uvas de variedades viníferas, con una graduación alcohólica total de al menos 11,5° GL y un contenido de acidez volátil inferior a 1,5 g/L expresado en ácido acético. El cual debe ser producido y envasado por personas naturales o jurídicas pertenecientes al segmento de la Agricultura Familiar Campesina o cooperativas integradas por éstas de las comunas vitícolas de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, y que se comercializa en unidades de consumo.

Es así como quienes produzcan “Pipeño” deberán comunicar al SAG de su jurisdicción, dando cuenta del volumen del producto elaborado en cada temporada, el cual no podrá ser envasado hasta no contar con una calificación analítica que garantice que cumple con los requisitos para ser comercializado bajo esta denominación.

Cabe señalar especifica la noticia, que «este tipo de bebidas alcohólicas es distinta al vino y que corresponden a productos que poseen un reconocimiento y reputación asociadas a una fuerte identidad territorial, donde los factores humanos y las características particulares del producto elaborado por la AFC como proceso no industrial, entregan un elemento diferenciador al producto final, pero que por presentar una graduación alcohólica inferior a los 11,5° GL, no pueden ser comercializados como vino.  Con esta medida, explica el SAG se busca constituir a un espacio productivo y comercial diferente a las actuales categorías y clasificaciones existentes, para entregar valor agregado a este tipo de bebidas de pequeña escala productiva.

Este último párrafo parece querer indicar que los pipeños pueden tener un grado alcohólico bajo los 11.5°A, aunque al inicio de la misma nota se detalla que deben tener mas de 11.5°A, tal como lo exige la ley actualmente para poder ser llamado vino.  ¿Un error de redacción?  Esta duda, queda junto con muchas más.

Primero,  por qué quitarle el permiso de elaborar pipeños a los pequeños viñateros que ya no son AFC, ni  parte de cooperativas, por justamente haber tenido la capacidad de crecer ingeniosamente como empresas de la mano de la categoría pipeño, así como de otros vinos producidos en el secano con los mismos principios de menor intervención posible en  viñedos y bodegas.

Acaso la intención era protegerlos de la producción de pipeños pasteurizados y comercializados en chimbombos  (recipientes plásticos de 5 litros) elaborados con uva de mesa y que salen a la venta justo antes de las fechas de Fiestas Patrias, con el fin de elaborar los terremotos; coctel mezcla de helado de piña+ pipeño+ granadina.

¿Acaso la idea era evitar, a la vez, que grandes bodegas (industriales) comenzaran a lucrar de un nombre que ya habían lograr reivindicar los pequeños viñateros? ¿O acaso la idea era poder ponerle una categoría al fin a los vinos del sur, u otro lugar frío de Chile, que no llegan a 11.5°A por condiciones climáticas?

Una vez más, no podemos alegrarnos con una medida que se gestó a puerta cerrada, entendemos sin consultar a quienes desde el campo chileno han creado instancias como La travesía del Pipeño y el Día Nacional del Pipeño. Sino que lamentarnos la poca conexión que hay justamente entre el campo y la ciudad. Esperamos sí que se aclare cuál es el verdadero objetivo de lo que quiere decir denominación Pipeño, y se rectifique quién se ha ganado el derecho a usarlo. Por otro lado, qué implicación legal tiene, al no ser aún -esperamos- un Decreto dentro la Ley 18.455.

Lo que sabemos hasta ahora sobre la AFC relacionada con vinos, es que forman parte de la iniciativa Sello Manos Campesinas, como el resultado de un trabajo conjunto entre las organizaciones campesinas, INDAP y la Universidad de Chile. «Esta iniciativa busca destacar y visibilizar en el mercado interno los productos de la AFC, garantizando estándares de calidad, producción e inocuidad. Con el Sello Manos Campesinas se pone en valor a la AFC permitiendo mejorar y ampliar la comercialización de los productos a un precio justo». Para optar al Sello Manos Campesinas (el cual obtuvieron vinos producidos tempo atrás y fueron abandonados en el camino por mala gestión de comercialización), se debe ser usuario INDAP.

Las preguntas ya las hemos formulado a un representante del SAG Viñas. La amable persona detrás del teléfono de consulta que aparece en el post del IG del SAG, no pudo ayudar aunque nos dio la dirección de e-mail  para enviar consultas. Nuestro mail  volvió con un mensaje que decía: «El mensaje se bloqueó».

La noticia está aún  fresca, esperemos no se seque mal.

Resolucion 4077 2023 Pipeño (fecha 29 de junio 2023).

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