La joven enóloga llega a la Dirección Técnica de Viñedos Familia Chadwick, grupo que reúne bajo su alero las Viñas Seña, Chadwick, Errázuriz, Arboleda y Caliterra. Es la primera vez que una mujer asume semejante reto en Chile y, por qué no decirlo, en toda Sudamérica.

Emily Faulconer acaba de asumir la Dirección Técnica de Viñedos Familia Chadwick (VFCH), y como enóloga en jefe de los vinos de las Viñas Seña y Viñedos Chadwick. La joven enóloga chilena, quien fue mamá por primera vez a fines del año pasado, deja así su exitoso paso por Viña Carmen, donde llegó en junio del 2017 desde Viña Arboleda.

En conversación con WiP, a pocos días de haber asumido este nuevo gran reto, Faulconer destacó el cariño que le tomó al equipo y a los vinos que elaboró en Carmen, y por ello lo complejo que fue aceptar el nuevo desafío «que realmente no podía dejar pasar». El más grande reto, por cierto, que vemos desde WiP.cl se le ha otorgado a una mujer en la historia del vino en Chile, y, por qué no decirlo, en la historia del vino en toda Sudamérica.

Entre las motivaciones que le llevaron a aceptar el desafío (que involucra la dirección técnica de las Viñas  Errázuriz, Arboleda y Caliterra, el día a día de los vinos de Seña y Chadwick), Faulconer destaca los equipos de trabajo que ya existen en VFCH, con gran experiencia y también antigüedad. Entre ellos a Vladimir Medel y Pedro Contreras, quienes en las áreas vitícola y bodega respectivamente, le dieron la confianza para a corto plazo darle continuidad a lo que se ha venido haciendo en un grupo, que destaca, «tienen un desafío muy claro de lo que quieren lograr”.

“A corto plazo, explicó Faulconer, mi meta es darle continuidad siguiendo el estilo de los vinos. La definición estilística es única. Sino es de la mejores, sí es de las mejores interpretaciones de los valles en Chile, con una autenticidad bien marcada. Eso, por suerte, es un buen punto de inicio, porque si no te acomoda el estilo, es un problema”.

Ante su interés continuo por elaborar vinos que reflejen su origen, nos dijo: “El vino no se hace solo, eso no existe, uno habla por el terroir. Luego, dentro de una identidad de lugar hay matices, y formas de hacer las cosas y de ahí la autenticidad de cómo cada casa hace sus vinos, y a mi me acomoda mucho el matiz de los vinos de la casa. Esa interpretación del terruño ha sido validada por el reconocimiento que han tenido los vinos, y su recepción de quienes los bebemos».

…Creo que hay un espacio para seguir trabajando la sintonía fina de los finos, siempre hay espacio para pequeñas mejoras. No me puedo quedar estancada».

Ante la vara alta (con varios 100 puntos a cuestas) que dejó su antecesor Francisco Baettig, le preguntamos  ¿es acaso eso un problema?  «Está alta la vara, pero los reconocimientos no son un problema. Yo hablo de darle continuidad y me deja tranquila la forma del trabajo, que es super clara. Cada persona responsable, y toda la viña, trabajan para conseguir el mismo objetivo. Están las herramientas, experiencia del equipo sólido… En corto plazo mi reto es darle continuidad, es el desafío, y es dinámico. Es un trabajo de excelencia, de buscar el mejor resultado constantemente. Es una línea de aprendizaje y un segmento que es relativamente nuevo en Chile, de apenas  30 años, y que se da en un escenario que es competitivo. Creo que hay un espacio para seguir trabajando la sintonía fina de los finos, siempre hay espacio para pequeñas mejoras. No me puedo quedar estancada».

Si algo ha caracterizado durante la última década a los vinos del grupo VFCH, es poner foco en sus orígenes (Maipo para Viñedos Chadwick, Colchagua para Caliterra, Aconcagua para las demás viñas del grupo), y no salir a explorar nuevos terruños. ¿Qué te parece esta mirada?

«Estoy súper de acuerdo con esa postura, de buscar ser el mejor en un lugar, enfocarse en un lugar. Necesitamos más productores con esta mirada para lograr hacer los mejores vinos de un lugar. Acá está claro cuáles son los lugares y creo es el camino».

Recordemos que la enóloga Ana María Cumsille, con una larga experiencia en el mundo del vino  y autora de sus propios vinos (Ana María Cunsille) llegará al mando del equipo enólogo de Viña Carmen en noviembre del 2023.  El enroque deja así dos grandes hitos en la enología de Chile. Por un lado, Faulconer asume un reto de dimensiones sin precedentes para una mujer, y por otro lado – signo de los cambios tan esperados-  Cumsille será parte del equipo de una viña con la dimensión y prestigio internacional de Viña Carmen, sin dejar a un lado su proyecto personal.

(Foto créditos Viña Carmen)

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