LA VITIVINICULTURA COMO CAMINO SOSTENIBLE

Publicado el 07 enero 2022 Por Sergio Hormazábal B. Viticultor Jefe y Gerente de Sustentabilidad de Ventisquero Wine Estates

Sergio Hormazábal reflexiona sobre los desafíos de la humanidad para lograr ser sostenible, y nos aporta su mirada personal al respecto.

Corría el año 2001 y en una de mis visitas a diferentes viñedos, me encontré con un viñatero de unos cincuenta y tantos años. Recuerdo bien era su sabiduría y su mirada sobre la vida. Tenía un viñedo de 1,5 ha, el que trabajaba junto a su familia. Tenía además una pequeña bodeguita y vendía sus excelentes vinos en el mismo lugar.

Cuando le pregunté si pensaba comprar más viñas o más uvas para crecer, o si pensaba exportar sus vinos, me miró como si fuera un extraterrestre. “¿Para qué?”, me dijo, “vivo muy feliz, amo mi tierra, conozco cada planta y a cada uno de mis vecinos. Tengo para comer bien, educo a mis hijos y me voy de vacaciones de vez en cuando. No le entiendo su pregunta”, agregó.

Me quedé sin palabras y me di cuenta de lo improcedente de mi emplazamiento. Ese episodio me marcó para siempre. ¿Para qué hacemos las cosas? ¿Cuál es la meta de nuestros proyectos? ¿Crecer indefinidamente persiguiendo una expansión sin sentido? ¿Perseguir un sueño?

Creo que muchos tenemos un punto ciego, perdemos la perspectiva y denostamos tener como fin un bienestar acotado, respetando nuestro entorno y sin ambiciones de grandeza. Creo que esa es la esencia de la sostenibilidad; hacer las cosas que nos hacen felices, que nos dan recursos para vivir bien, que nos interconectan con nuestro entorno de manera colaborativa y perdurable sin extraer más de lo que necesitamos.

Pensando en aquella lección de vida, creo que podemos tomar un poco de esa filosofía en cada una de nuestras decisiones y acciones. Hay proyectos que son sostenibles siendo pequeños y acotados. También hay organizaciones o corporaciones que deben crecer y expandirse para darle bienestar a toda una comunidad, pero eso debe ser siempre de manera armónica, inclusiva y colaborativa. Nadie está solo en el mundo, ni es autosuficiente. Todo es cíclico y la colaboración genera círculos virtuosos.

La vitivinicultura puede ser una simple actividad económica, pero también es una forma de vida y una manera de ver el mundo. Permite hacer un uso eficiente del agua, tener un cultivo sostenible que dure más de 30 años, nos da tiempo para enfocarnos cada época en una labor y cada decisión que tomamos repercute en los siguientes 5 años a lo menos. Y por qué no decirlo, el vino con su magia nos ayuda mucho a la serenidad, reflexión y a reforzar vínculos con los que nos rodean.

El desafío de la humanidad para lograr ser sustentable y sostenible es inmenso. Sin duda que es un profundo cambio de paradigma y de forma de hacer las cosas. Pero los grandes cambios no son más que la sumatoria de millones de decisiones y actitudes que cada persona u organización toma cada día. En esta inmensidad de variables, los que tenemos la suerte de desempeñarnos en la vitivinicultura, sin duda tenemos mucho que aportar desde nuestras comunidades, viñedos, bodegas y botellas que se descorchan en cada mesa del mundo.

¡Salud!

Sergio Hormazábal B

Gerente Eno vitícola y de Sustentabilidad Ventisquero Wine Estates

 

Columnas anteriores:

ES ÚNICO Y ES DE CHILE

 

 

NUNCA LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA FUE TAN ESPECIAL

 

CÓMO AVANZA COSECHA 2021 SEGÚN EQUIPO DE VIÑA VENTISQUERO

 

Deja un comentario

Verificado por MonsterInsights