BUENA ESPERANZA, LA NUEVA BODEGA DE VINOS EN EL VALLE DEL HUASCO

Publicado el 02 junio 2022 Por Mariana Martinez @reinaentrecopas

Con cuatro vinos excepcionales, entre ellos un Rosado de Pinot Noir y dos Chardonnay, debutó la viña fundada por Mai-Nié Chang y Daniel Llorente.

En la comuna de Vallenar, Valle del  Huasco, se ubican los viñedos de la nueva Viña Buena Esperanza, un sueño madurado por sus dueños, el matrimonio formado por Mai-Nié Chang Cabrera y Daniel Llorente Viñales.

El lanzamiento de sus primeros vinos cosecha 2020 y 2021 se realizó en Santiago días atrás, de la mano del sommelier Pascual Ibáñez, instancia en la cual sus fundadores contaron detalles sobre el origen del proyecto.

Fue así como supimos que en la década de los 80 el padre de Daniel, inmigrante español, adquirió el predio Parcela 29, en la Hacienda Buena Esperanza, comuna de Vallenar, tierra que pertenecía a los ex potreros El Prado. En este lugar, estableció una lechería, cultivos de uvas Italia para Pisco, olivos y una almazara. Fue en 2010, tras fallecer, cuando su hijo Daniel inicia el sueño de tener su propia viña para vinos en el mismo campo.

Así, junto a su mujer y sus tres hijos, desde 2017 Daniel comenzó las plantaciones de las primeras hectáreas de Chardonnay y Pinot Noir. A ella se sumaron al año siguiente Petit Verdot, Cabernet Sauvignon, Carménère, Syrah y Grenache. Hoy suman 12 hectáreas de viñedos para vinos en total.

Paralelamente, la familia convirtió el viejo granero en una almazara para la producción del aceite de oliva extra virgen y una bodega para los equipos de lo que sería la nuevas bodega de vinos, junto a oficinas, laboratorio y sala de ventas. El 2020 arribaban los primeros estanques de acero inoxidable desde Italia.

Las primeras añadas, y como parte del plan, vinificaron en la bodega de Viña Tololo (ex Viña Tamaya) lugar base José Pablo Martin; enólogo de este nuevo proyecto desde su primera cosecha.

Actualmente, Buena Esperanza cuenta con una producción anual aproximada de 28.000 litros de vino por año y ya está comercializando cinco vinos: Rosé 2021, Pinot Noir 2020, Chardonnay 2020, Chardonnay 2020 Gran Reserva y la Mezcla Tinta 2020. Todos bajo la marca Viña Buena Esperanza.

Tuvimos la oportunidad de probar los cinco vinos, durante su lanzamiento, para quedarnos con la muy buena impresión de que el proyecto se suma a un valle del que aún queda mucho por descubrir para la producción de vinos finos, y que ya ha despertado grandes expectativas de la mano de los vinos de Viña Ventisquero, pionera en esta zona costera del Huasco (Región de Atacama).

Para nuestra grata sorpresa, según nos contó Daniel, son varios más los proyectos vitivinícolas que ya se están sumando en la zona de la mano de agricultores locales como él. Otra buena noticia: aquí no tienen problemas de salinidad en suelos, ni de escases de agua para el riego. El suministro, tecnificado para ser más eficiente, llega desde el Embalse Santa Juana.

EL TERROIR DE BUENA ESPERANZA

Los viñedos de Buena Esperanza, en particular se ubican en la terraza más alta, de origen aluvial del Valle del Huasco, con suelos arcillo-calcáreo, con bastante presencia de piedras rodadas de origen aluvial hasta una profundidad de 60 centímetros. Para desde allí entrar en una zona más profunda, de carbonatos de calcio mezclada con rocas redondeadas.

Otra condición particular del lugar, ubicado en el paralelo 28° 30′ Lat. Sur, es su alta radiación, mayor en comparación a las zonas productores de uvas viníferas ubicadas en el Centro-Sur del país. Sin embargo, explicó Daniel, el clima no es homogéneo a lo largo del valle, distinguiéndose desde el interior hasta la costa, a lo menos cinco grandes distritos agroclimáticos característicos. Los que van aumentando sus temperaturas, al igual que en el resto de los valles de Chile, en la medida que se avanza desde el mar hacia la cordillera.

Buena Esperanza, está a 35 Km del Océano Pacifico, a 375 msnm, y se encuentra en el segundo distrito climático y va de Oeste a Este desde la localidad de Maitencillo hasta Chañar Blanco. Y según explicó su propietario no tienen problemas de salinidad en el suelo, a diferencia de los que tiene Ventisquero.

LOS VINOS DE BUENA ESPERANZA

El primer vino que probamos fue el Buena Esperanza Rosado 2021 ($9.500), elaborado con un Pinot Noir de apenas 4 años de edad, y fermentado/guardado 100% en acero inoxidable. De precioso color piel de cebolla encanta por su acidez vivaz en boca, y frescos aromas a frutas blancas como guindas corazón de paloma.

Los dos vinos siguientes fueron los dos Chardonnay de Buena Esperanza, en un excelente ejercicio comparativo, con y sin madera, debido a que se elaboraron con las mismas uvas. Así el Chardonnay sin madera ($12.500) se mostró fresco, con una nariz más bien parca pero que dejó una estela de acidez chispeante en la boca; listo para disfrutarlo ya. El Chardonnay con madera, de categoría Gran Reserva ($22.000) en tanto, mostró una acidez mayor y también más fuerza y sensación untuosa, a la vez que mayor profundidad de sabores y aromas; propios, sin duda, de la guarda en barricas francesas de 2/3 del vino por 12 meses. Sumado a sus notas a piña, pólvora, trufas y madera promete evolucionar muy bien en botella. De hecho, lo esperaríamos al menos un par de años más. En conclusión, dos Chardonnay, que dentro del mismo marco de la frescura del lugar, reflejan estilos para preferencias muy opuestas.

 

El Buena Esperanza Pinot Noir Tinto 2020 ($12.500) también fermentado y guardado 100% acero, desconcierta al inicio con cierta nota de caramelo, propia de la guarda en barricas; luego se abre y logra seducir con su precioso color rubí de capa media a baja, tan vivaz como su fruta roja en nariz y boca. Con notas de pólvora, y más corto que largo en boca, es un niño de pecho que tiene con la edad de sus viñedos mucho por ganar.

 

La Mezcla Tinta Buena Esperanza 2020 (ensamblaje de Carmenere 34%, Syrah 29%, Cabernet Sauvignon 28% y Petit Verdot 9%), en tanto, cortada con la misma tijera de la frescura vivaz que los demás, pero con más fruta negra, y más cuerpo, lució en nariz y boca mucha fruta roja y negra jugosa, de tanino suave, para dejar una vez más el mismo hilo conductor de esta nueva familia de vinos; su sensación de frescura que nos hace salivar.

La venta y distribución de los vinos Buena Esperanzase realiza en la tienda de la bodega de la viña, a través del sitio www.buenaesperanza.cl, un punto de venta en la ciudad de Vallenar y dos tiendas en la ciudad de Santiago: La Cava del Barrio y en Vinos Naturales de Juan Ernesto Jaeger. Además, sus vinos están en la carta de tres restaurantes de las regiones de Atacama y Coquimbo.

Bienvenidas nuevas energías al valle del Huasco con cepas internacionales.

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Fuente: Viña Buena Esperanza

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3 comentarios

  1. […] en sociedad de varios nuevos proyectos nacidos y embotellados en origen. El año pasado había sido viña Buena Esperanza, la que sorprendió con sus Chardonnay; este año se ha sumado de su viñedo J.P.Martín;  y […]

  2. […] BUENA ESPERANZA, LA NUEVA BODEGA DE VINOS EN EL VALLE DEL HUASCO […]

  3. […] Pinot Noir de Viña Buena Esperanza, de inmediato llamó la atención y puntuó sobre los 90 puntos en La CAV y Descorchados en […]

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