COMENZÓ CAMPAÑA PARA RECOLECCIÓN DE ANTIGUO MATERIAL GENÉTICO

Publicado el 26 febrero 2024 Por Mariana Martínez @reinaentrecopas

La toma de muestras y análisis genéticos gratuitos, busca comparar material vitivinícola de la región del Maule con los de otros valles de Chile y Sudamérica.

El gran fin del proyecto es acompañar a los dueños para proteger, multiplicar y/o elaborar vinos con materiales únicos aún por descubrir.

Liderado por Irina Díaz, Investigadora en Enología y Subdirectora Regional de I+D en el INIA Raihuén, el proyecto busca identificar antiguo material genético de vides en la Región del Maule, como primera etapa; para luego, una vez identificado el valor del material de cada muestra, acompañar a sus dueños en su preservación, multiplicación y/o elaboración de vinos. Junto con ello, se busca contribuir a crear un Banco Sudamericano de Material Genético Vitivinícola con las llamadas cepas criollas, únicas de Sudamérica.

El proyecto cuenta con financiamiento del Gobierno Regional del Maule y del FIA,  por lo tanto los análisis no tienen costo para los productores o los dueños de los viñedos o de las plantas. La investigación, explicó además Irina Diaz a WiP.cl,  cuenta con la importante labor como coinvestigador, de  Nilo Mejías,  quien es Doctor en Biotecnología y el Genetista del INIA La Platina/ Región Metropolitana.

Diaz explicó a WiP.cl a su vez que la campaña de recolección que comienza hoy lunes 26 de febrero, permitirá hacer la identificación genética para ir comparando y generando a la vez una base de datos chilena, la que se irá a su vez comparando con la base de datos de otros países. «Esto va a permitirnos generar un banco de información a nivel sudamericano, mediante la colaboración que ya existe con otras instituciones regionales».

El valor que este proyecto de investigación tiene, detalla Irina Díaz, es poder identificar genotipos o variedades de vides que no existan en otro lugar del mundo y que tengan carácter criollo (nacidos en Sudamérica a partir de material genético traído desde Europa). “Pensamos en la vitivinicultura chilena de aquí a 50 años más, para lo que necesitamos variedades que estén adaptadas a condiciones marginales de cultivo y principalmente a condiciones de cambio climático”.

La mayoría de las plantas de vides que ya han encontrado, agrega Díaz,  son muy antiguas y no son conocidas aún a nivel mundial. “Están adaptadas a condiciones bien hostiles de cultivo principalmente en zonas de secano, sin riego o parrones de casas que no tienen ningún tipo de manejo, pero a pesar de ello, se mantienen y son productivas, de ahí su valor de adaptación al cambio climático”.

La idea de identificar, agrega, es poder darle este valor a los materiales antiguos, y también buscar abrir una posibilidad de producción vitivinícola para las personas dueñas de estos materiales.

 

Viejos viñedos con incertidumbre sobre su material genético, tan antiguo y, por qué no, silvestre, como el de la imagen, busca el estudio del INIA Maule.

Metodología de trabajo con los dueños del material

“Como generalmente el grueso de la colecta se hace en viñedos con dueño, ellos podrán contar con estos materiales identificados para seguirlos estudiando e inscribirlos como variedades criollas. Así podrían trabajar con variedades que son únicas. Por lo tanto, en el futuro de aquí a 5 o 10 años, poder tener vinos de variedades que sean chilenas… Probablemente, cuando tengamos los resultados de todo lo que te estoy contando y podamos cumplir el objetivo, yo ni siquiera voy a existir porque son trabajos a largo plazo. Pero creemos que hay que empezar ya, porque el patrimonio vitivinícola chileno tiene que ser reconocido. También son materiales que tienen una riqueza genética que hay que estudiar”.


La mayoría de las plantas de vides que ya han encontrado, agrega Díaz,  son muy antiguas y no son conocidas aún a nivel mundial. “Están adaptadas a condiciones bien hostiles de cultivo principalmente en zonas de secano, sin riego o parrones de casas que no tienen ningún tipo de manejo, pero a pesar de ello, se mantienen y son productivas, de ahí su valor de adaptación al cambio climático”.

La idea de identificar, agrega Diaz, es poder darle este valor, a los materiales antiguos, y también buscar abrir una posibilidad de producción vitivinícola para las personas dueñas de estos materiales.


Realizar la investigación de un material solicitado, implica que el dueño firma un documento que es un consentimiento que nos da permiso para tomar una muestra de tejido, el que consiste en una fracción del tejido que es del tamaño de la yema de un dedo.  “Ese consentimiento, explica Díaz, nos autoriza a sacar el material  y  también nos compromete a devolverle al dueño el resultado del análisis genético y explicarle que si el material es de interés, por ser único, también nos comprometemos a apoyarlo y empezar un camino de resguardo del material, de multiplicación del material y de un posible uso del material. De ser así, el permiso que nos da la persona, implica que de los dos ejemplares que sacamos uno es para el dueño y otro para nosotros«.

La muestra de tejido se lleva al laboratorio de biotecnología del INIA La Platina donde se hace la identificación genética. Los resultados se explican y comparten con el dueño, independiente del resultado.

“Si la variedad es conocida, explica Díaz, igual vamos a ir a hablar con ellos, y si es una variedad interesante ya sea de tipo criolla, es decir que es un cruzamiento que nació en Chile, o de tipo minoritaria, me refiero a aquellas variedades que existen en otros países pero que no sabíamos que estaban en Chile y no tienen superficies de importancia económica, igual son de interés para nosotros, para seguir estudiándolas”.

Pueden participar, todas las personas que tengan interés y sin costo. El período ideal para tomar las muestras es antes de la segunda quincena de marzo 2024. Para participar solamente necesita manifestar el interés y contactarse con Irina a través del WhatsApp o del correo electrónico (*).

La firma de los documentos, explica Irina, son necesarios porque les dan tranquilidad a los dueños de los materiales y también nos dan un respaldo a nosotros de que sí tuvimos autorización para tomar una muestra del material, porque cada muestra tiene que provenir de una planta individual. «Nosotros le dejamos una etiqueta foliada que tiene un número, éste el número con el cual vamos a hacer la trazabilidad de esa muestra y será el número que va a permanecer con ella hasta el final de la investigación».

 


Pueden participar, todas las personas que tengan interés y sin costo. El período ideal para tomar las muestras es antes de la segunda quincena de marzo 2024. Para participar solamente necesita manifestar el interés y contactarse con Irina a través del WhatsApp o del correo electrónico (*).


Una investigación más allá del Maule

El proyecto, aclara Díaz, permite tomar muestras contrastantes en otras regiones. “Esto significa que para poder asegurarnos que algunos genotipos que encontramos o variedades minoritarias estén solo en el Maule, necesitamos tomar muestras en otras regiones que finalmente te permitan acreditar eso porque hemos visto que varios materiales están repartidos por todo Chile. Como es el caso, por ejemplo, de un genotipo que encontramos en Pica y que también está en Villa Alegre, en la región del Maule. Entonces, para poder robustecer nuestra base de datos y saber con certeza que hay genotipos únicos para la región del Maule, la gobernanza que financia el proyecto, e igual tomaremos muestras en otras regiones de Chile».

Esta campaña de colecta  comenzará mañana, tomando  muestras en Colchagua. Los próximos destinos se van a ir definiendo de acuerdo a la necesidad de los productores.

Luego de hacer la identificación genética con Nilo Mejías,  hay un trabajo de acompañamiento al productor. «Si hay un material que sea único o que sea una variedad minoritaria de interés, nosotros podemos apoyar técnicamente, primero para resguardar el material y luego para que el productor lo pueda usar. La tercera etapa del proceso,  es que se pueda usar y que se haga un registro de variedades criollas en el SAG. Todas las etapas, en realidad aclara, son a través del acompañamiento que nosotros les damos en el marco de este programa. Este proyecto termina en diciembre de este año, pero ya estamos trabajando en una investigación que nos permita darle continuidad a nivel nacional«.

Para lograr reunir un gran catastro sudamericano, explica Díaz,  “estamos trabajando muy articulados con el INTA de Mendoza, con el grupo de Jorge Prieto, Gustavo Aliquo y Rocío Torres, porque después de haber hecho mucha identificación de materiales y haber cruzado información con ellos, creemos que debemos hablar de vides criollas sudamericanas más que hablar de vides criollas chilenas».

En la Región del Maule hemos visto, por ejemplo explica la investigadora del INIA Raihuén, «que hay un reservorio genético de material repartido entre todos los predios antiguos y en las casas y en las iglesias. Entre ellos hay materiales que solamente lo hemos encontrado en Chile, pero hay otros que los compartimos con Argentina, con Perú, con Bolivia. O sea, hay un tema de materiales repartidos en la región de Sudamérica».

La riqueza genética de los materiales que hay en Sudamérica y en Chile es tremenda. Así concluye: «Yo creo que este trabajo nos debería permitir visualizar el futuro de la viticultura. Muchos de esos materiales, que espero durante el próximo año empezar a ya evaluarlos a nivel de cultivo, probablemente  no tengan potencial desde el punto de vista enológico, como ya hemos visto  a través de micro vinificaciones que hemos hecho con algunos de ellos, pero probablemente sí tengan un potencial como porta injerto o, para hacer jugo de uvas. O sea, el abanico de opciones se va abriendo. Lo importante es preservar y valorizar ese patrimonio vitivinícola que lleva tantos años por aquí escondido en los viñedos antiguos, en los parrones de la región y del resto del país».

(*) Para solicitar muestras de vuestros viñedos antiguos durante las dos próximas semanas deben contar a la investigadora al mail  idiaz@inia.cl o al WhatsApp +56932450885.

 

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