Publicación: 20 agosto 2021

UN HOMENAJE A DON GOETZ VON GERSDORFF (1927-2021)

Esta semana nos dejó un noble del vino chileno, un noble alemán. El padre enológico del legendario Cabernet Sauvignon Don Melchor de Concha y Toro, y maestro de destacados enólogas/os de Chile. Uno de ellos, Pablo Morandé, nos cuenta de su legado tras 20 años trabajando juntos y lo despide.


Goetz von Gersdorff  (17/10/1927, Alemania  –  16/08/2021, Chile)


 

Un Noble Chileno, nacido en Alemania, un Noble Alemán nacido en Chile o Noble persona, donde quiera que fuese o estuviese.

Recordar a buenas personas (un buen hombre… solía decir él) parecería sumamente fácil, más aún si se comparte el trabajo, espacios y sueños, en una época de poco compartir y mucho competir. Tal vez el vino hace la palanca motora de seguir el norte marcado con tinta de Cabernet Sauvignon.

Busqué entonces un vino que mucho le gustaría conversar, Don Melchor 1995, de tiempos cuando me había traspasado la responsabilidad final de ese vino, y que sin embargo seguíamos trabajando en complicidad ya muy hermanada entre nosotros.

Serví dos copas y salud, el vino estaba de fantasía, lo que no es necesario describir. Dentro de esas fantasías llovieron imágenes de 20 años de colaboración y complicidad, haciendo collages y finalmente caleidoscopios que me hicieron sentir vivencias pasadas como mágica realidad, desde que me citó para conocerme a las 7:00 AM en la bodega de San Miguel; donde me enteré de que la entrevista sería un día de bodega en su muy querido Cachapoal.

Don Goetz en sus oficina de Pirque, en Viña Concha y Toro.

Durante este viaje, se invirtieron los papeles, porque el inquisidor fui yo que no me cansaba de aprender de sus comentadas respuestas sobre la Viña y de las técnicas que tanta falta me hacían con pocos años de experiencia.

Me aceptó como su ayudante y mi primera responsabilidad fue Clos de Pirque, vino que sería uno de los grandes motores del desarrollo posterior y para mí, uno de los más queridos vinos que me han sido dados en responsabilidad.

En actitud de generosa ayuda me cedió cantidades importantes de vinos que tenía a su buen cuidado para destinos superiores y que podía acceder a ellos a través conforme del Presidente. En ese mismo momento supe de su generosidad profesional y conocí la confianza que le tenían. El Presidente respondió a mi solicitud: “si lo dice Goetz es porque tú lo necesitas más que él en beneficio de la Viña.”

Por su actuar que viví y las respuestas de sus acciones, dimensioné la inmensa valía de don Goetz y cuanto era respetado y querido por todos. Tenía también una faceta paternal con los trabajadores y muy marcada por los que trabajaban en el campo. Les conocía sus familias y preguntaba sobre las novedades de faldas enredadas y desenredadas por distintos relatores y que después apostaba a ganadores.

Les conocía y a los más destacados a sus ojos, le daba la oportunidad de trabajar en la bodega, todavía calzando chalas de neumáticos y así fueron muchos los que llegaron a ser bodeguero o principal responsable.

En más de una oportunidad, sabiendo de algunos con debilidades, me pedía ayudarlo para conservar su trabajo porque su familia lo necesitaba. Y así fui yo también creciendo a la sombra de un roble, que siempre me tendía una rama para llegar a él, fuese para enseñarme o acogerme.

En lo tecnológico fue un gran profesor e hizo de mi un excursionista del mundo del vino moderno, ya habiendo aprendido y años trabajado en las bodegas del siglo XIX con la antigua Enología Clínica, la situación no daba para más y había que encaminar el vino a la modernidad. Camino que para él comenzaba en la Alemania post guerra y para nosotros, los más novatos en la California de los 70.

En su inmensa austeridad y al mismo tiempo generoso en su responsabilidad, en varias ocasiones lo vi renunciar a sus merecidos beneficios, por una máquina nueva para la modernización de la bodega.

Al interior de la Viña, nos enseñaba de los logros de otros países que ya estaban en la era del inoxidable modernismo y que sus vinos eran de otra galaxia, comparados con los nuestros. Nunca se cansaba de imaginar los vinos nuestros como plenos de la fruta original, que finalmente llegaron a la Viña el año 82.

Comenzaba una nueva era para el vino chileno y muy de la mano de su liderazgo por el vino moderno y el peso de su palabra.


Agradecemos al equipo de Viña Concha y Toro  por compartir con WiP.cl valiosas fotografías de la historia de Goetz von Gersdorff en la viña para su recuerdo.


 

Goetz von Gersdorff en las bodegas de Viña Concha y Toro en los años 80, junto a Casillero del Diablo. Fotos cortesía de la viña.

Sirvo segundas copas de Don Melchor 95.

Palabra que al describir un vino en público, provocaba un silencio expectante y luego retumbaba como enfurecido trueno, sobre la audición sin mediar calificativos ni adornos sobre lo dicho, estuviese presente su autor o propietario. Lo anterior es el vino en la copa y así su extendido prestigio de degustador honesto y sin
claudicaciones para nadie.

Palabras que se enredaban con chilenismos de cruza espontánea y que hacían sus comentarios muy sabrosos. Ciertamente su describir de un vino en la copa con sus virtudes y muchas debilidades, no lo hacía con el ánimo de dañar. No era un guerrillero, era un líder nacional de la tecnología enológica, que se hizo estudiando y experimentando y que afortunadamente fue oído y más allá de las fronteras de la Viña.

Su saber serio, también lo comunicaba en la praxis, a todos los que estuviesen haciendo alguna labor sobre el vino. Con todos se daba el paciente tiempo de explicar la importancia de su trabajo y en su mismo idioma, lo que algunas veces lo traicionaba y sonrojaba.

Nunca tuvimos diferencias que hubiesen herido nuestra relación en lo personal ni el vino. En su sabiduría había generado un inmenso respeto mutuo, que nos hizo ser una sola voz por el vino nuestro.

Doy gracias por haber sido su colaborador durante una veintena de años, por lo que me enseñó y por todo lo que de él aprendí. Y si comenzara otra vez en el vino, me encantaría hacerlo con él como su leal colaborador.

Sirvo la última copa de Don Melchor 95 y le digo: Salud y gracias don Goetz, porque fue mi gran mentor en lo personal, en lo profesional y en el querido vino nuestro. Con este pequeño testimonio, brindo también por Erika, su gran y leal mujer y por toda su familia.

Salud. Pablo.


Más detalles sobre Goetz von Gersdorff nos cuenta Agustín Huneeus, quien fue gerente de Concha y Toro desde 1958 hasta fines de los 60′. «Don Goetz llegó a hacerse cargo de enología en Viña Concha y Toro en 1960, luego de su primer trabajo en Chile, en Viña Dussaillant/Casablanca, Lontué – traído por Alejandro Dussaillant en los años 40′-. Su campaña por vinos blancos limpios, sin oxidación, frescos, fue controversial en su época, pero un triunfo al final. Dio la lucha por diferenciar entre las variedades que en esa época llamábamos simplemente «burdeos,» exigiendo diferenciación entre los Cabernet, Merlot, Malbec (aun no descubrimos Carmenére) en sus practicas de cultivo y como componentes de sus mezclas. Estableció con Ricardo Vial, entonces director de los viñedos, una fuerte fusión de trabajo, entre viticultura y enología que ha sido históricamente de gran importancia en nuestro desarrollo vitivinícola. Cuando llega Goetz a Concha y Toro, el 90% de sus ventas eran «a granel» (entre chuicos de 15 lts y piñas de 5 lts). No se exportaba. Goetz, acompañado por Ricardo Vial, en lo vitinícola, son «titanes» de nuestro avance tecnológico y a ellos en gran parte se debe el éxito internacional de Concha y Toro».


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EL BACK STAGE DE DON MELCHOR 2018

EL APORTE DE DON GOETZ AL VINO MODERNO DE CHILE Y VIÑA CONCHA Y TORO

 

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7 comentarios

  1. Luis Eduardo Solar dijo:

    Excelente persona, sin tener mucho contacto con él supe por mi Papá y mi hermano el gran tipo y profesional que era. Gran labor como asesor tuvo en Vinos Santa Ema……

  2. Un hijo del rigor que supo desde muy temprano valerse por si mismo y enseñar a generaciones con su ejemplo

  3. marcelo Cisterna dijo:

    Impresion mia a mediados de los 90´, cuando ingrese a VCYT Piruqe como proveedor de articulos de laboratorio, escuche el nombre de este señor de tal alto nivel al interior de la compañia…y de un momento a otro llegó al laboratorio, pidiendo que este joven (yo) le explicara porque el peachimetro que les estaba ofreciendo era el adecuado para medir la acidez de sus mostos.

    En resumen recuerdo lo amable que fue, lo cercano de la conversación ….. ..ver que durante mi visita, que los lideres de VCYT Pirque, se detenian a ofrecer un calido y respetuoso saludo.

    Hoy al leer lo que fue, y por los que tuvieron una vida laboral con el , envio mis respetuosos saludos a la familia de don Goetz.

    Marcelo Cisterna
    Arquimed Ltda

  4. Pasé por acá de casualidad, debe haber sido una muy buena persona. En el titular dice homenage cuando debería ser homenaje. Gracias

  5. […] las viñas no tenían enólogos de planta. Tenían asesores enológicos. Estaba don Mario Espinoza, Don Goetz, Alejandro Hernández, Jaime Ríos… Ellos asesoraban cada uno a 5 o 7 bodegas. Entonces, con […]

  6. […] las viñas no tenían enólogos de planta. Tenían asesores enológicos. Estaba Mario Espinoza, Don Goetz, Alejandro Hernández, Jaime Ríos… Entonces, un pequeño grupo de profesionales ocupaban […]

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