«PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA, NECESITAMOS VENDER VOLUMEN»

Publicado el 20 febrero 2024 Por Mariana Martínez @reinaentrecopas

A propósito de la publicación “Historia Gremial del Vino Chileno” conversamos con Alfonso Undurraga Marimón, nuevo presidente de Vinos de Chile/Wines of Chile. Entre lo que viene, cuenta que hay luz verde para las D.O. Isla de Pascua y Chiloé.

Desde mediados del año pasado Alfonso Undurraga Marimón es el nuevo presidente de Vinos de Chile /Wines of Chile, la asociación gremial más grande del vino nacional, con más de 100 viñas bajo su paraguas. Undurraga Marimón es la tercera generación en su familia que llega al directorio de una asociación gremial del vino chileno.

Al cargo ad honorem, llegó por su rol como  actual socio y miembro del directorio de la joven viña familiar Koyle. Además, en paralelo, es dueño de la empresa productora y comercializadora de vinos a granel Bodega Alfonso Undurraga, nombre tributo a su padre,  Alfonso Undurraga Mackenna. Una dualidad de roles, que cuenta, le ha generado críticas dentro de la misma asociación que dirige, por ser ésta dedicada 100% al vino embotellado.

Estatutos de la Liga de Defensa Vitícola, creada en 1919.

Conversamos con Undurraga, a propósito de la nueva publicación que resume la “Historia Gremial del Vino en Chile”, en un texto de la escritora Harriet Nahrwold. En formato revista, fue solicitado por Vinos de Chile a fines del año pasado (estará disponible en abril 2024). La historia que comienza según la publicación en 1919 con la creación de La Liga de Defensa del Vino, fue idea del mismo Undurraga al asumir su nuevo cargo. Esta es la conversación que con él tuvimos, en sus oficinas de Santiago.

 


 

En esta «Historia Gremial del Vino de Chile,  vemos a dueños y gerentes de las viñas grandes,  a la elite del vino chileno,  tomando decisiones, en contacto con los ministerios… Son sus objetivos comunes proteger el vino adulterado, tomar medidas contra el alcoholismo, protección de las tierras, luego impulsar las exportaciones. Parecieran ser los mismos, ¿por qué crees que la otra parte de la industria, la de los productores de uva, que siempre ha existido, no se ve partícipe en este movimiento gremial?

Investigando, se definió el año 1919 como el comienzo, y por lo tanto, en 2024 estamos cumpliendo 105 años de historia… No teníamos nada de nuestras raíces, nuestros origines. Tampoco hay una historia oficial de la asociación. Como dice su título es solo de asociaciones gremiales. Ojalá hagamos más cosas desde el punto de vista de recuperación histórica del vino, como industria… Habíamos partido en 1947, con la creación de La Fundación Vitivinícola de Chile. Pero después, creo que fue la Elizabeth (Diaz), encontró los estatutos de la Liga del Vino. El grupo de gente era bastante el mismo. Y por eso, a lo mejor alguien después más adelante va a decir, no, antes de esto, había algo más, pero nosotros no encontramos nada y se investigó bastante.

Las últimas generaciones de la familia Undurraga han estado en las presidencias de gremios relacionados con el vino de Chile…Tu abuelo Pedro Undurraga F. (entre 1947-1966 y luego de 1966 a 1967), después tu papá Alfonso Undurraga Mackenna (de 1977 a 1979). ¿Tendremos una cuarta generación en el vino?

Yo creo que sí. Hasta el momento mis dos hijos mayores son hombres y los dos son agrónomos. Las mujeres son más chicas, una se fue por diseño y la más chica aún no sabemos.

 

Pedro Undurraga F. captado en uno de sus viajes al exterior, quien es destacado en el texto como  precursor de las exportaciones y la importancia de salir a mostrar al mundo nuestros vinos.

Hablando de historias que se repiten, muchos mencionan en el libro que hoy vivimos una gran crisis, como la que hubo en el vino entre 1983 y 1985.

Yo creo hay dos cosas: La crisis actual es completamente diferente a la del 80, afortunadamente. Y claramente es una crisis bien profunda. Pero en los 80 básicamente se exportaban dos botellas, o sea era 100% mercado nacional. Hoy día, y creo que es de las grandes fortalezas que tiene la industria actual, exportamos el 75%. Chile sigue siendo importante, es el mercado más grande que tenemos si miras el mercado individual, es un 25%. Dentro de ese 75% exportado, tampoco nos pasa ni Brasil, ni Estados Unidos, ni Inglaterra, ni China… En el 80 se nos cayó el mercado nacional,  la única canasta que teníamos, y se destruyó la industria. Entonces eso nos pone de entrada ahora en una situación, súper competente, y mucho más sana y más fácil de poder salir de nuevo a flote.

 

Da una sensación ahora, si nos comparamos con los vecinos, con el mundo, que estamos todos igual de complicados…

Sí, y bueno si nos comparamos con los vecinos-vecinos, también estamos mejor.  Y ahí volvemos al punto que digo yo. Argentina sigue hoy siendo un poco como el Chile del 80, que depende de su mercado interno. Entonces se cae el mercado interno y se desploma la industria. Nosotros ya pasamos por eso. Yo creo que, en resumen, si no hubiera sido por las exportaciones, tú y yo no estaríamos acá. La industria sería totalmente diferente, serían dos gatos, se seguiría produciendo vino, porque producimos vino desde que llegaron los españoles y se va a seguir produciendo vino hasta que Chile exista por sus condiciones, pero la industria que tenemos hoy día se debe a ser exportadores y el trabajo que se hizo.

 


  • «Chile representa el 25% de nuestros mercados, que exporte el resto es una gran ventaja»
  • «Argentina sigue hoy siendo un poco como el Chile del 80, que depende de su mercado interno»

  • «Sin los tratados, y creo hay un consenso, no estaríamos donde estamos hoy día.»


En el libro a todos los presidentes (vivos), se le pide recordar los logros de sus períodos y los retos  del vino chileno a futuro. Rafael Guilisasti (1997-2003) destaca particularmente las firmas de los Trados de Libre Comercio. Uno escucha que los argentinos hoy se quejan de no tener justamente este tipo de tratados y están sufriendo las consecuencias de los impuestos que se les busca sumar. Crees que para Chile, éstos tratados fueron la llave que abrieron las puertas a las exportaciones?

Sí claro, está dentro de mis top tres logros de la industria.

¿Cuáles son los otros dos?

Siempre parto por casa, por el esfuerzo de los ejecutivos y de la industria, y desde el punto de vista técnico, en bodega y en viñedos. Entonces, número uno: la industria, se profesionalizó, hizo un trabajo súper exitoso. Después, la parte comercial, la visión de los dueños de apostar a esta nueva ficha que era la exportación. Después, lógicamente, acompañado de forma muy importante, del trabajo conjunto con la parte política del Gobierno, de los Tratados de Libre Comercio. Sin los tratados, y creo hay un consenso, no estaríamos donde estamos hoy día.


«Al principio hicimos la pega y fiel con nuestra realidad. El problema es que nos posicionamos ahí. No teníamos vinos para venderlos a US$100»


 

Por otro lado, la gran auto crítica que nos hacemos y nos hacen, y que en el libro también está mencionada, es que nos posicionamos como buenos, bonitos y baratos. ¿Qué deberíamos haber hecho diferente?

Hay que ser realistas: ¿cómo era el vino chileno entonces? Era caro, espectacular y deseado por todo el mundo? No. Nosotros éramos baratos. Piensa qué se exportaba. Yo entré en el vino el año 1989. El primer contenedor de vino fino que vendí, me refiero de vino caro, debe haber sido el año 97, fue a US$60 la caja, hoy tenemos vinos a 600-500 dólares la caja…  Entonces, recuerdo llegué con una orden de compra de 800 cajas y mi tío me dice: ¡No, cómo vamos a exportar el vino bueno, nos vamos a quedar sin para el mercado local. Y, ¿si no nos pagan?… Era otra mentalidad, la caja costaba US$13 FOB, o sea, un dólar la botella. Y lo llevamos en 3 o 4 años, de 13 a US$ 20.  Pero hoy día la caja está a US$ 29 FOB. Al principio hicimos la pega, e hicimos la pega fiel con nuestra realidad. El problema es que nos posicionamos ahí. No teníamos entonces vinos para venderlos a US$100.


«Una industria sana tiene al 31 de diciembre, dentro en bodega, un stock de más o menos un año de ventas. Si tomabas históricamente los 800 millones de exportación, más 200 millones de mercado nacional, da 1.000 millones. Terminamos el año pasado con 1.400 millones de litros, o sea, ya hay 40% de más… Y este año serán 1.600. Pero además, súmale que estamos vendiendo menos».


La gran pregunta es cómo salir de ahí. Aurelio Montes (2019-2023) en su período recién culminado, propuso la premiunización, una palabra difícil, y para ello propone mostrar los vinos por encima de los 92 puntos. Patricio Middleton (2004-2005) en tanto, dice con miras al futuro: “No podemos seguir haciendo lo mismo para tener un resultado diferente”.

Y eso es verdad. Pero yo creo que se meten varios temas en el mismo saco. Hoy día volvemos a la crisis. O sea, ¿cuál es el problema? ¿Los vinos caros o los vinos más de volumen? ¿Dónde estamos con problemas? Tenemos problemas de volumen. El año pasado exportamos 122 millones de litros menos (ver aquí informe diciembre exportaciones 2023). O sea, algunos dicen un 5, un 10 % de la caída en volumen. Entonces el problema actual de la industria no es un problema de vino caro, sino que un problema de volumen… El stock normal era menos de 1.000 millones de litros, eso es un stock razonable. Una industria sana tiene al 31 de diciembre, dentro en bodega, un stock de más o menos un año de ventas. Si tomabas históricamente los 800 millones de exportación, más 200 millones de mercado nacional, da 1.000 millones. Terminamos el año pasado con 1.400 millones de litros, o sea, ya hay 40% de más… Y este año serán 1.600. Pero además, súmale que estamos vendiendo menos. Entonces, tenemos dos cosechas dentro, cuando lo normal era una.  Guste o no guste, el área marketing o promoción tiene que preocuparse de eso. Porque, qué sacamos con premiunizar y solo vendemos vinos caros, si estamos nadando en vino acá. Es una discusión interna que tenemos. La arroba el año pasado se vendía en 18, este año se compra a 8.

                                                                                    Evolución plantaciones de viñedos en Chile (cifras Odepa). No hay cifras para 2023 aún.

Una de las soluciones, que se plantean, como  Enrique Cibié (1985-1986 y 1994 a 1996),  es que «se deben arrancar viñedos». Alejandro Hernández (2003-2004) y Patricio Middleton dicen “inevitablemente se van a arrancar”. ¿Arrancar es parte de la solución?

Las dos palabras son válidas. Lamentablemente más que inevitablemente, y bueno, uno vive de esto y le gusta, y quiere que haya más viñas, pero lamentablemente se van a tener que arrancar. Y, por otro lado, guste o no guste, es lo que tenemos que empujar, porque si seguimos teniendo más vino de lo que estamos vendiendo, el problema no se soluciona.

Entre las otras soluciones propuestas, está el pagar menos impuestos, y/o ese dinero invertirlo en promoción. Lo propone, entre otros, Alfonso Larraín (1986-1994).

Para mí esa ha sido una solución buena, y la quiero seguir empujando, pero para mí el tema del ILA es un tema totalmente diferente. Pero es parte del problema. Para mí es súper injusto, porque no somos la industria bancaria, no somos la industria del cobre. Somos una industria importante para Chile, y nos castigan con un impuesto adicional al IVA. ¿Por qué, qué daño hacemos?  Sí aportamos a Chile. A mucha gente le gusta, pone pasión, pero no es una industria en la que no se gana plata…. Dentro de la agricultura es un sector que no es tan rentable. ¿Por qué la gente arranca la viña y pone cerezos? ¿Por qué le gusta? No, porque gana diez veces más. No me gusta nada eso, me da pena. Y no olvidemos que la cereza hoy está de moda, pero recordemos qué pasó con los kiwis… todos plantando kiwis y de un año a otro se desplomó el precio. Entonces, yo no soy proteccionista, ni es mi mentalidad. Digo: protejamos la industria que es de Chile. Desde que llegó el primer personaje, en Chile se está haciendo vino. Y yo creo que mientras Chile exista, vamos a seguir haciendo vino.


«Sin ir más lejos, en los 90 eran 12 viñas, y hoy somos más de 100 en Vinos de Chile. Por qué, porque era negocio.»


Otra de las propuestas es justamente la protección. Lo plantea Alejandro Hernández, dice que el Gobierno se preocupa más de cobrar impuestos y no de proteger la industria. Plantea como solución el modelo de países donde se compran los excedentes de vino para destilar. Hoy en Chile, por ejemplo, se plantea la Cotrisa del vino. Y sabemos que este año va a quedar mucha uva colgada en viñedos porque el valor no cubre gastos de cosecha…

Pero sabemos que esos modelos no han funcionado… El año pasado España y Francia compraron. No soy experto, pero trato de ser realista: en los países donde se aplica, tampoco veo que mejore la cosa. Si miro el caso de Chile, ¿cuándo hubo balance? Cuando las exportaciones crecían. Sin ir más lejos, en los 90 eran 12 viñas, y hoy somos más de 100 en Vinos de Chile. Por qué, porque era negocio. Cuando yo digo proteccionismo, no lo digo de la manera tradicional de proteger, lo digo como ayuda, lo vimos con los Tratados. Ahora, mejorémoslos. Ayuda que nos dejen competir de igual a igual con los europeos, donde sí reciben financiamiento, pero nosotros, en cambio, cada año que pasa tenemos menos aportes. Ustedes -nos dicen- son industria madura, defiéndanse como puedan. El ILA ya está, y siendo realista, es bien difícil que lo saquen… Son US$ 100 millones. Parte de ese monto usémoslo para hacer promociones, no de cada viña, sino como marca país. Para solucionar el problema necesitamos vender volumen.

 

Lo plantea Aníbal Aristía (2003-2007), necesitamos mejorar calidad y más volumen. Pero es justo lo que se le ha criticado a Chile: No tanto volumen y mejorar calidad.

Yo creo que en ese sentido Wines of Chile ha ayudado a enfocar a muchas viñas, Montes, Errázuriz… muchas viñas están enfocadas en vino fino y esa es su meta, pero hay otros que no. Uno ve, por ejemplo, Viña San Pedro, justo o injusto, antes eran Gato Negro, hoy tienen gente enfocada en sus vinos finos. Y para qué decir de los viñateros chicos, no los veo enfocados en vinos baratos. Todo eso ayuda, ese cambio de mentalidad se sustenta en un negocio bueno, rentable, donde vendes tus vinos, y para eso hay que promocionarlos. Y para eso necesitamos ayuda del Gobierno.


 «Hay un consenso de que estamos en el rango de los 13 litros per cápita, y cayendo un poco durante la pandemia. Ese es el número aceptado. Piensa que no hay presupuesto para mercado nacional,  cómo vamos a pagar estudios Nielsen que deben costar hoy cerca de los 400 millones de pesos al año».


Cómo ves esa necesidad de las grandes viñas de volver al vino dulce, con esencias y azúcar, para vender más. 

Yo creo que eso es libertad.

Libertad de competir a más bajo costo con la cerveza, las bebidas…

Es el prueba y error. Acuérdense un poco cuando hicimos la campaña Vino de Verano, no pasó nada y nunca más se hizo nada porque no funcionó. ¿Y qué importa? hicimos ruido, la gente opina: me gusta, no me gusta. No le hace mal a nadie.

Pero sí ha funcionado, si no, no seguirían sacando más bebidas del estilo Melvin (vino +melón) …  Ayuda a eliminar la laguna de vino, o no es contraproducente para el resto?

No tengo una respuesta definitiva. Porque lo que sí veo es que si no se hace nada se va a vender más cerveza, u otros alcoholes. A mi no me gusta, nosotros no lo hacemos. Pero prefiero que la gente tome algo con vino, a que cerveza. Sobre todo en el problema que estamos hoy. Si fuera al revés, que nos faltara vino, diría no lo ocupemos así. Entonces, esa piscina, que es muy grande, hay que tratar de vaciarla.

Dijiste que el mercado más importante de vinos para Chile es Chile, pero no hay cifras. No sabemos cuánto se bebe hoy.

Hay una crítica que se ha hecho internamente porque Chile, debido a este boom exportador, se olvidó un poco y hasta hoy. Hasta hace poco el aporte para la campaña de promoción del vino en Chile era cero, se logró un monto entre todas las viñas, y por COVID volvimos a cero. O sea, en tu mercado más grande no estás invirtiendo nada. Así Wines of Chile hoy no tiene foco en el mercado nacional. Aclaro que Vinos de Chile es la parte gremial, de tratados internacionales, no se preocupa de la promoción. Antes sí existía ProVino, hoy se unificó, por eso Wines of Chile es el que organiza el Wine Fest, pero su principal foco es la exportación. En esa dirección, estamos haciendo varios cambios internamente. Como dices tú, es nuestro mercado número uno.

Alfonso Undurraga Marimón, nuevo presidente de Vinos de Chile/Wines of Chile.

¿Cuál es tu propuesta como nuevo presidente en Vinos de Chile/Wines of Chile?

Número uno, darle importancia al mercado nacional. Sí o sí. Y en la parte internacional estamos en eso, y ha estado bien duro, estamos discutiendo, aun no llegamos a puerto para definir a dónde queremos empujar… Volviendo a tu pregunta, los estudios de consumo están. El problema es que no hay un número único… en exportaciones es fácil. Igual creo que hay un consenso de que estamos en el rango de los 13 litros per cápita, y cayendo un poco durante la pandemia. Ese es el número aceptado. Piensa que no hay presupuesto para mercado nacional,  cómo vamos a pagar estudios Nielsen que deben costar hoy cerca de los 400 millones de pesos al año.

Lo que se propuso y está vigente desde 2015, son las indicaciones Andes y Costa y Entre Cordillera. ¿Han funcionado?

No creo.  Entre Cordilleras no existe. El Andes y el Costa sí, pero no creo que haya funcionado como indicaciones adicionales. No prendió. Lo que sí viene en conjunto con eso, son las nuevas Denominaciones fuera de la división política:  las localidades (como Lo Abarca, Los Lingues, Apalta). Eso ha caminado y se ha ido ampliando. Ahora estamos sumando Chiloé e Isla de Pascua.

Solo  Chiloé e Isla de Pascua, ¿por qué?

Porque son dos zonas que tienen buen nombre. No en todo el mundo, pero son denominaciones que el turismo y que fuera de Chile se conocen. Y ya se está produciendo allí vino.

¿Qué se les exigió? Pregunto porque, por ejemplo, tampoco existe todavía Guarilihue, que debería ser la siguiente localidad, por su larga historia incluso. Ni San Pedro de Atacama que están todavía fuera de las D.O. y son 18 viñateros produciendo vino desde el año 2010.

No tengo idea de los detalles técnicos, pero imagino que es necesario juntar un grupo de gente y tocarle la puerta al SAG. Pero antes de eso, es juntarse, hacer un poco de lobby y llegar al SAG con el trabajo hecho. Piensa que en Isla de Pascua son dos productores y ya tienen la pega hecha, en Chiloé son más y han avanzado.

Y más al sur, Chile Chico?

También lo conversamos pero no hay una cara más visible. Se preguntó con quién hablamos, quiénes son… nada… Nosotros en Vinos de Chile apoyamos, claramente, pero no vamos a hacer la pega, tiene que hacerla la gente de la zona.


«La lógica te dice, enfoquémonos en los vinos más caros para darle más valor a la industria. Pero, luego viene la bajada, porque necesitamos vender más volumen. Ahí está la discusión. Que no es fácil… ahí debes tener un equilibrio».


Evolución de existencia de vinos en bodegas por año, desde 1997 a 2022. Informe Odepa enero 2024.

Recapitulemos hacia tu plan como nuevo presidente de Vinos de Chile…

Primero mercado nacional, luego quiero sacar adelante un nuevo plan Wines of Chile Internacional, donde siempre es difícil decir, el 100% está de acuerdo, pero necesitamos un consenso de la gran mayoría. Estamos trabajando en eso. Y, lógicamente, la idea mía es que prontamente, en el primer semestre, deberíamos tener un nuevo plan 2030, para al menos los próximos cinco años. Porque, claramente si seguimos haciendo más lo mismo, no vamos a tener cosas nuevas. Entonces hay que hacer un cambio. Y la gran duda ahí, y lamentablemente estamos en un momento, y hay que reconocerlo, donde el volumen es un problema. Entonces, ahí yo creo que ha ensuciado un poco la discusión porque, también hay un consenso que por la cantidad de plata que tenemos de presupuesto y por el tamaño nuestro, no podemos salir por un lado a una campaña para vino fino, y por el otro lado a una campaña para vino de volumen. Entonces, teniendo eso en mente, yo creo que no es muy inteligente salir para afuera y decir que somos los buenos bonitos y baratos del mundo. La lógica te dice, enfoquemos en los vinos más caros para darle más valor a la industria. Pero, luego viene la bajada, porque necesitamos vender más volumen. Ahí está la discusión. Que no es fácil… ahí debes tener un equilibrio.

Ahí entran los chicos, MOVi, y hay una Mesa del Vino donde se sientan todos a discutir. ¿Entran estos actores más chicos en esta discusión?

Sí, pero recuerda que en el 90 éramos diez viñas y el año pasado en Vinos de Chile sumamos 103. Entonces quiere decir que tenemos más socios, aunque la gente nos critica, es raro: porque el restaurante no es bueno, pero tenemos más comensales. Entonces yo creo que ahí hay un reconocimiento, no quiere decir que no haya nada malo, no, pero pasamos la meta de los 100, y nuestra meta es seguir creciendo. Nos da mucha más validez, desde todos los puntos de vista, para afuera, para el Gobierno, para todo. Y nos permite poder discutir las cosas en casa y que todo el mundo, a lo mejor no están todos de acuerdo, pero por lo menos cuando todos opinamos, y todos trabajamos en aras de una mejor industria, salen mejores cosas.

En algún minuto había facilidad de precios más económicos para incorporarse a Vinos de Chile para los más chicos, aún es así?

Si. Por eso han entrado más, y viñas que uno ni conocía. Hay otro tema que no tocamos: yo creo que una de las fortalezas, fuerte como industria, es la unidad.

Te lo iba a mencionar, Agustín Huneeus (1962-1963), comenta en sus soluciones a futuro, el tema de la falta de unidad, como sí la ha visto, comenta, en Argentina y California.

Yo estoy totalmente en desacuerdo. Y lo digo por lo que me dicen los argentinos, los españoles, los franceses, la gente que uno conoce afuera. O sea, fuera de Chile se sorprenden mucho del cómo trabajamos nosotros a nivel de vino. Es cosa de mirar un poco también la historia. Siempre hemos trabajado con diferencias, con dificultades, pero hemos sido una industria súper unida. Y yo creo que es una de las fortalezas que tenemos que cuidar.


«Como industria creo que el código (de Sustentabilidad) sí ha sido un aporte a nivel de marca internacional. Para el público tal vez no, pero del comprador sí. Tiene sus reglas, sus parámetros. Y se va validando internacionalmente. En Chile estábamos acostumbrados a que cada uno hacía lo que quería.  Si empiezas a escarbar no hay un reglamento para las viñas más chicas. Las viñas grandes están más auditadas, por el mismo hecho de que hacen negocios con supermercados grandes».


 

Mario Pablo Silva (20015-2019), habla de innovación e investigación. Y me llama la atención que nadie habla de la necesidad de cuidar el patrimonio. Tal vez Alejandro Hernández dice: “nos hemos preocupado más de arrancar lo que sobra”. Desafortunadamente, muchas veces, los que primeros que se arrancan son los viñedos viejos, de 100 años y más. ¿Cómo lo ven ustedes? ¿Es algo positivo para Chile tener viñedos centenarios?

Yo personalmente sí lo creo. Creo que afortunadamente, para mucha gente de la industria, sí es tema y se ocupa. Pero siendo realista, ni a nivel de Gobierno, ni de industria es tema. Lo que hay, es gracias a esfuerzos privados, de ciertas personas… Y como el tiempo es corto, hay que tomar ciertas banderas. Son banderas super válidas, pero yo diría que hay que poner un poco de foco, tratar de cambiar algo y hacer cosas queden en el tiempo.

Vimos esta presentación que se hizo el año pasado, innovadora, MOVi junto con Vinos de Chile de en Nueva York, ¿Se vienen más actividades promocionales así? 

Si, los comentarios fueron muy positivos. Yo siempre he creído que somos muy diferentes, y he empujado que tenemos que hacer cosas juntas.  Y algunos de MOVi se han ido integrando a Vinos de Chile. De la actividad volvieron ellos y nosotros muy contentos.  La idea es repetirlo y agrandarlo. Volviendo al mismo tema, prefiero la unidad a que salgamos por separado. Porque cuando uno sale por separado, siempre la gente de la prensa busca más la rivalidad. La meta es ver el vino chileno más grande, vender más caro. Mejores precios.

 

Rafael Guilisasti menciona a futuro el trabajo en Certificación Orgánico y Regenerativo. Mientras, al Código Nacional de Sustentabilidad de Vinos de Chile, la crítica desde fuera que se le hace, es que se certifican entre ustedes mismos.

Aquí yo tengo doble sombrero. Ahora estoy como presidente de Vinos de Chile y empujo el Código de Sustentabilidad. Si me pongo el sombrero de Koyle, nosotros ya tenemos certificación Orgánica y Biodinámica, y no somos certificados con el Código de Vinos de Chile. Entiendo perfectamente y apoyo el trabajo que ha hecho la asociación y este año se renovó el contrato con CORFO por cinco años más, y se ha hecho un trabajo fuerte que ha tenido reconocimiento. Efectivamente somos nosotros mismos los que certificamos. Y no sé si supiste,  fue reconocido al compararlo con códigos de otros países y organizaciones. Yo creo que es un trabajo bueno, importante, que le sirve a la industria. Son cosas que pueden ir en paralelo y ahí cada viña tiene su objetivo. Como industria creo que el código si ha sido un aporte a nivel de marca internacional. Para el público tal vez no, pero del comprador sí. Tiene sus reglas, sus parámetros. Y se va validando internacionalmente. En Chile estábamos acostumbrados a que cada uno hacía lo que quería.  Si empiezas a escarbar no hay un reglamento para las viñas más chicas. Las viñas grandes están más auditadas, por el mismo hecho de que hacen negocios con supermercados grandes.

¿Tiene costo para vuestras viñas certificarse bajo este código?

Sí, tiene costo porque te certifican, como todo. Y lo que nos pasa a nosotros en Viña Koyle, es que ya pagamos las certificaciones Demeter (biodinámico) y EcoCert (orgánico), somos viña chica y los recursos son escasos.

Me llamó mucho la atención, como mujer, que no hay ni una mujer presidenta de los gremios, y te agradezco por ello especialmente que nombras a  Elizabeth Diaz en la introducción. ¿Fue tema para ti que no hubiera ni una mujer? Recuerdo a Mariluz Marín como parte del directorio no hace mucho tiempo atrás.

Fue un tema. Elizabeth es parte de la historia. Esta acá desde el 76, y gracias a ella también por hacer mucho de esto, porque ella es la cabeza viva de la última parte de la historia. Son cuarenta y tantos años. Entonces efectivamente es una de las cosas que llama la atención hoy en día, con la mentalidad de hoy. Pero yo me acuerdo cuando entré al vino no era tema, éramos puros hombres, salvo ya en el 92 había un par de mujeres, enólogas. Me recuerdo de la Vesna (Rojic), la veía porque trabajaba en Viña Undurraga… Afortunadamente estuve viendo en una nota de wip.cl que hoy ya el 30% de las enólogas son mujeres.

Tu hermano, Cristóbal (Toti) Undurraga está trabajando en Argentina. No te da algo, algo, de envidia que sea un proyecto tan atractivo allá, en vez de haberlo tenido en Chile? 

No, el sigue con nosotros.  Y yo también tengo mi  proyecto aparte de Koyle, vendo vino a granel. Entonces yo creo que lo importante es que sean proyectos rentables.  Hasta el año pasado, cuando estaba al 100%  en Koyle era un pájaro gigante en una jaula.  Entonces, ¿qué haces? lo mantienes en la jaula o dejas que el pájaro vuele? Lo dejamos volar pero igual sigue en Koyle y la asesoría con Casas de Bucalemu. Cuando partimos con Koyle dijimos vamos a hacer pocas cajas, a precio caro y yo me sumé al proyecto. Mis contactos y redes  eran de volumen y hartas cajas, y propuse hacer algo más masivo pero como no era parte del proyecto, partí con mi propio proyecto. Toti vivió en  Mendoza, 7 años junto con el proyecto de Montes, y que esté trabajando allá es un plus para Koyle. No se mudó a Mendoza en todo caso, sigue acá.

¿Te ha generado ese conflicto ahora, como presidente de Vinos de Chile,  estar en el negocio del granel?

Sí, preguntan, porque está acá. Pero yo creo que tengo una trayectoria, y si algo me identifica es que digo las cosas como son…  Nunca he dicho que no soy granel. Todo el mundo lo sabe. Pero no soy 100% granelero. También soy Koyle. Me gustaría, sin duda, vender mucho más Koyle, pero volvemos al mismo tema…

 

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4 comentarios

  1. En realidad la primera asociación de vinos en Chile data del siglo XIX (1877) y uno de sus focos o mira son las exportaciones y estudiar los mercados extranjeros. La diferencia es que no es un gremio como tal, sino un «asociación de asociaciones». Esto se explica la idea original era cubrir a productores de uva, actores no importando su capacidad productiva, negociantes, sindicatos y asociaciones varias.

  2. Luis Rafael Jofré dijo:

    Hace ya mucho, Alfonso, en nuestra época de cadetes de nuestra Escuela Militar, solíamos formar juntos Cristián Undurraga Pérez —hijo del muy querido Exequielito Undurraga Wilms, el hombre más simpático de Chile en su generación—, José Miguel Errázuriz Talavera y yo. No pocas veces, Momoyo —con su infaltable cámara fotográfica— esperaba el paso de las tropas para fotografiar a Cristián; obviamente aparecíamos nosotros tres. Han pasado más de 50 años y seguimos siendo tanto o más amigos que entonces, LRJ

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